Capítulo 18 "La vida de..."

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Karol Sevilla

Cuatro años después.

Al fin terminaba la sesión de fotos y la última de la semana, ya que tuve tres en toda la semana. Recién estamos a viernes y aunque no parezca, estaba muy cansada.

El echo de hacer modelaje fue muy complicado y me costó bastante. Tuve que dejar de exagerar con mis comidas y comenzar a entrenar, recibí críticas muy horrendas que de verdad me lastimaron, no solo de gente desconocida si no de gente de este ambiente, gente importante.

Quería llegar a casa ahora mismo y acostarme a dormir pero tenía el cumpleaños número tres de Nash. Si, el bebé de Angie y Dylan.

Era completamente hermoso, con sus ojos celestes iguales a los de su padre y su madre. Su cabello ahora era un castaño claro tirando a casi rubio y era el amor en persona. Tal vez por qué fue prácticamente criado por adolescentes que le consentían cada cosa que quería.

—Hasta luego Karol.— Sonrió alzando su mano Angelina. No, no Angelina Jolie aunque me encantaría, era Angelina la productora de esta sesión.

En fin cuando salí de allí, eran las ocho y mientras iba conduciendo pude observar mucha gente fuera de un bar gritando y exclamando cosas todo el tiempo.

El tercer bar que cruce, estaba igual entonces lo supe.

Sonreí por incercia y seguí mi camino hasta llegar a casa de Angie.

Bueno Angie y Dylan jamás tuvieron algo, solo tenían en común a su hijo y además eran buenos amigos, en cambio Phoebe y Dylan estaban completamente enamorados desde hace cuatro años. Eran bastantes felices a decir verdad, Phoebe estudiaba para arquitecta y Dylan ya estaba recibido de abogado al igual que Ethan. Angie, a los dieciocho heredó todo el dinero de la herencia de su abuela, era muchísimo dinero así que decidió no tener tanto en sus manos y abrió un local enorme de ropa, donde tenía gente trabajando para ella y ella también trabajaba, pero aún así, le quedaba bastante dinero.

Darren seguía trabajando en su bar, pero las peleas clandestinas habían terminado, solo era un simple bar, o bueno eso fue hace como dos años, al bar le fue tan bien que decidió abrir otro en el centro de la ciudad y se estaba llenando de dinero.

Todos estábamos genial, económicamente, físicamente y supongo que algunos mentalmente. La vida de todos iba bien, o algo así.

Apenas estacione mi auto delante de la casa de mi amiga, pude ver también bastantes autos alrededor, la familia de ella y Dylan también se encontraban aquí.

Tome el gran regalo de Nash que era un auto electrónico que me pidió una vez pero era muy pequeño y le prometí que se lo dado cuando yo crea que pueda sentarse correctamente sin caerse y pueda disfrutarlo como se debe. A pesar de sus tres años, Nash era bastante grande, alto y gordito. Me decía "Tía Loly" ya que no le salía pronunciar mi nombre desde chiquito y así quedó, aveces hasta los chicos me decían así, no me desagrada pero prefería mi nombre.

Cuando toque el timbre espere un rato hasta que me abrieron y que había música y bastante gente que ni se me escuchaba.

—¡Loly!— Exclamó Dylan y arrugue mi nariz, les dije.

—Hey Dy—Sonreí y entre con aquel regalo tan pesado, envuelto en papel dentro de una gigantesca bolsa.

—Dime que no traes un auto eléctrico allí dentro— Miró la bolsa cerrando la puerta.

—Es lo que mi sobrino me pidió— Reí y él me abrazó fuerte. Con el paso del tiempo todos nos volvimos muy amigos, mucho más cercanos y era obvio, lo había visto venir y todo se lo debía a él...

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