Capítulo 24 "No hay momentos buenos"

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Karol Sevilla

Había organizado una fiesta luego de la pelea, así que, que bueno que Ruggero ganó por que si hubiera sido distinto esa fiesta iba a ser cancelada.

Había mucha gente, Ruggero había invitado a toda la gente de su equipo, a amigos de él que justo estaban por aquí, era un bar lleno de gente pero aún no veía ni a su madre ni a Derek pero a él parecía no importarle ya que estaba disfrutando mucho, era Ruggero.

Bebía cerveza en ronda con algunos amigos suyos que no conocía pero por su físico suponía que eran boxeadores. Me acerqué a la barra de aquel bar a pedir una bebida cuando sentí unas manos en mi cintura y apenas baje mi rostro supe de quién se trataba.

Tome mi vaso agradeciendo con una sonrisa al barman y me di vuelva mirando a Ruggero.

-¿Cómo está el campeón? - sonreí colocando mis brazos en sus hombros sosteniendo aún mi vaso. Sus ojos brillaban, ningún otro hombre me había visto así y me encantaba, me hacía sentir de todo en mi cuerpo con solo ver como me miraba, Dios... no me cansaba de decirlo.

-Bueno, me siento genial ¿Y tú? Sabes que esto es mío tanto como tuyo, has estado para mi desde siempre, aún cuando estaba en otro continente siempre pensaba en ti- Ladeo mi cabeza y sonreí.

-También me siento genial y deja de decir eso por Dios, tú eres el que entrena horas y horas por esto. Es tuyo, Ruggero-Bese su mejilla y tome de un trago mi vaso y volví a dejarlo en la barra, vacio.

-Sabes que no, en fin ahora no quiero discutir- reímos- ¿Sabes dónde está mi mamá? No la eh visto desde la pelea y nisiquiera hablé con ella - miró alrededor.

-No, tampoco la vi- me encogí en hombros - llámala.

-Si, lo haré. Iré afuera - asentí y él dejó un casto beso en mis labios y se fue a la parte trasera del bar

Me quede charlando con Angie y Phoebe que las encontré a los minutos de que Ruggero se fue, pero supe que algo malo había sucedido cuándo lo vi entrar a la sala como si hubiera visto un fantasma y con sus ojos llenos de lagrimas.

-Ya vuelvo- Le dije a las chicas y camine lo más rápido que pude entre la gente hasta llegar a él- Ey, ¿Qué sucedió? - Pregunté tomando con mis manos sus mejillas y él me observó y sus lagrimas cayeron

-Hubo un accidente... tuvieron un accidente cuando venían para aquí, los tres- mi corazón se aceleró tanto y la preocupación me inundó

-¿Sabes como están?- pregunté.

-Están... están en riesgo los tres - Ruggero parecía perdido, casi ni me miraba, solo alrededor y hablaba tan lento mientras lagrimas caían por sus mejillas

-Hay que irnos Ruggero, vamos al hospital- Tome su mano y lo arrastre afuera.

Una vez en el auto mientras conducía aunque no debía, llame a los chicos avisándoles y que vengan, Ruggero necesitaba todo su apoyo.

¿Cómo puede ser que de un momento a otro pasemos de estar en el mejor día de nuestras vidas a él peor?

Dios, él hermano pequeño de Ruggero podría estar muriendo, su madre que él tanto amaba y que ahora lo apoyaba podría morir y Derek, él que había apoyado a Ruggero estos años en su carrera.

Por Dios, si yo me sentía así de mal, no quería imaginar el dolor que Ruggero sentía y no sabía como ayudarlo, eso era mucho peor.

Apenas llegamos, en silencio bajamos corriendo hasta entrar adentro, pero todo empeoró cuándo todos notaron a Ruggero, la pelea había sido justo esa noche, todos lo conocían y temía que ahora todos se acercaran y en la situación de Ruggero todo empeorara.

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