CAPÍTULO OCHO

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Jin Zixuan llegó a Lanling Jin enojado, decepcionado y en pánico. Despidió a sus discípulos y se encerró en su habitación.

¿Hanguang-jun y Jiang Yanli?

No podía ser, pero por un motivo lo considero.

Wei Wuxian y Lan Wangji eran cercanos desde sus estudios en Gusu. Así que es probable que ambos se hayan conocido por su entrometido hermano.

Luego está el hecho que durante la guerra Lan Wangji y Jiang Cheng buscaron a Wei Wuxian cuando desapareció después del asedio a Lotus Pier, por lo que ese par también eran amigos.

Cuando Wei Wuxian volvió se decía que se había peleado con Lan Wangji por sus métodos oscuros, pero cuando finalizó la guerra recuerda que Lan Wangji visitaba a Wei Wuxian y varias veces vio a Jiang Yanli con él.

El cerebro de Jin Zixuan hizo click.

Lan Wangji y Jiang Yanli cortejaron desde entonces.

No había otra forma de explicarlo, y él estaba jodido.

El Lan tenía la aprobación de sus excuñados, se ganó el corazón de la joven con sus acciones. Sinceras o no, sirvieron.

Jin Zixuan sabe que frente a Lan Wangji lo único que lo aventaja es ser el heredero de secta, no el segundo maestro. Pero en cuanto a fama y aprecio el Lan lo tenía.

Nadie hablaba mal del joven y contaba con una legión de cultivadores que lo admiraban.

¿Qué haría ahora? ¿Cómo se ganaría el afecto de Jiang Yanli? ¿Por qué fue tan estúpido?

La insulto, la rebajó, la rechazó y después notó que no había nadie más para él. Que la joven era valiosa y una gran diplomática. Que su cultivo podría no ser alto, pero era una dama, la única dama en todo el mundo.

Jin Zixuan se lamentó de todo lo que había hecho para arruinar su compromiso.

En Lotus Pier Wei Wuxian y Lan Wangji pasaron el resto de la tarde juntos. Al amanecer irían a Gusu.

Por sus nervios Wei Wuxian había bebido algunas jarras de vino en la mansión y compró otras en el pueblo. Lan Wangji las pago aunque no le hizo gracia.

Wei Wuxian iba perdido en sus pensamientos mientras ideaba una forma para no volar en espada, pues no podía hacerlo.

Lan Wangji iba sujetando su mano mientras intentaba llamar su atención. Un cambio de posición de sus manos bastó para traer a Wei Wuxian de vuelta.

Lan Wangji lo soltó y luego entrelazo sus dedos haciendo que Wei Wuxian se riera.
Lan Wangji espero a ser rechazado pero en cambio Wei Wuxian relajo su mano y caminaron de esa manera.

—Wei Ying...

—Lan Zhan...

Ambos jóvenes encontraron sus miradas y Lan Wangji tuvo que repetir las reglas de su secta para no arrastrar a Wei Wuxian en un beso.

Wei Wuxian no encontraba una excusa más que decir la verdad a medias.

Así que reunió el coraje y jalo a Lan Wangji a un nuevo recorrido.

Llegaron a la parte trasera de uno de los estanques privados. Wei Wuxian apretó el agarrare y se enfrentó a Lan Wangji. Sería fácil, solo diría lo básico.

Wei Wuxian se encontró con los ojos del Jade y en vez de hablar le sonrió. Lan Wangji era perfecto.

El Lan repetía y repetía los preceptos sobre parejas de cultivo.

"No caiga en la tentación carnal" "Presente a su elegido a sus mayores" "Honrelo y dedique su vida a la persona destinada"
Pero sus ojos viajaron a los labios de Wei Wuxian y se repitió una y otra vez "No caiga en la tentación carnal", "No caiga en la tentación carnal".

FÓRMULA PARA ENAMORARWhere stories live. Discover now