CAPÍTULO VEINTE

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La cacería en la Montaña Phoenix llegó y a pesar de las discusiones entre Wei Wuxian y Jiang Cheng en cuanto a la participación del primero, al final en su reunión diaria supervisada por Jiang Yanli acordaron que Wei Wuxian iría pero tendría que estar con Jiang Cheng o Lan Wangji para su protección.

Wei Wuxian había estado algo triste porque al final de toda la revelación Lan Wangji había regresado a su secta y lo extrañaba.

Jiang Cheng trataba de actuar normal pero no podía, solía gritarle a Wei Wuxian cuando lo encontraba en alguna taberna, no se alimentaba bien o se perdía durante el día.

—Voy a hablar con Lan Wangji sobre esto. Amenazaba.

Con el viaje a Lanling, Wei Wuxian volvió a ver a Lan Wangji después de dos semanas. Ambos se perdieron por algunos minutos para estar a solas.

—Te extrañé Lan Zhan...

Lan Wangji apenas soltaba a Wei Wuxian, quien le daba acceso a Lan Wangji para que lo besara.

—Yo también lo hice.

Wei Wuxian sonrió enormemente al tocar la cinta del Lan.

—Me dejaste tocar tu cinta allá. ¿Por qué?

Lan Wangji mordió la barbilla de Wei Wuxian.

—Tuya.

Wei Wuxian siguió tocandola mientras le correspondía las atenciones al Lan.

Wei Wuxian dio un pequeño grito cuando Lan Wangji mordió su clavícula y tuvieron que separarse porque Lan Xichen los encontró.

—Joven maestro Wei, Wangji, por favor contengan su pasión, el desfile empezará pronto y el líder Jiang está nervioso porque no aparece mi cuñado.

Wei Wuxian le sonrió absolutamente sonrojado y Lan Wangji le dio una mirada fría a su hermano por la interrupción.

—Regulación Wangji, de todos maneras no están ocultos, Nie Huaisang los vio primero.

Wei Wuxian empezó a reír mientras Lan Wangji lo arrastró junto a él.

Jiang Cheng estaba nervioso por la ausencia de Wei Wuxian, al ver que regresaba con Lan Wangji y Lan Xichen se calmo. Aunque notó los labios hinchados de la pareja y el sonrojo del líder Lan.

"¿De verdad están tan necesitados?" pensó Jiang Cheng.

Wei Wuxian se acercó a la caravana Jiang y monto su caballo.

—Cierrate la túnica que desde el cielo se ve esa mordida.

Wei Wuxian se cerró de mejor manera la túnica debido a la mordida de Lan Wangji.

Listos para salir y cabalgar Wei Wuxian sonrió al ver a Lan Wangji desde lejos. Siempre tan perfecto y etéreo. Todo suyo.

Algunas doncellas farfullaban sobre la belleza de los Jades de Lan.

—¿Les gusta Hanguang-jun?

Algunas asintieron.

—Es muy guapo.

—Su seriedad es atractiva.

Wei Wuxian sonrió. —Hanguang-jun es realmente guapo.

—No seas celoso gongzi. Respondió una de las doncellas.

Wei Wuxian negó. —Yo también lo admiro.

—Entonces dale una flor. Respondió otra doncella.

Wei Wuxian las vio y extendió la mano. —Lo haré, dijo con una sonrisa.

La doncella que tenía una canasta de flores escogió una y se la extendió.

FÓRMULA PARA ENAMORARWhere stories live. Discover now