CAPÍTULO TREINTA Y OCHO

5.3K 668 84
                                    

Wei Wuxian se sintió cachondo cuándo Lan Wangji mencionó eso.

—Mío, dijo el Lan nuevamente.

Por lo que estaba preparandose para ceder a lo que tan deliciosamente hacían juntos, nunca esperó que Lan Wangji le quitara la cinta del cabello y se pusiera de pie.

Confundido y con el cabello suelto se volteó hacia su prometido quien bebía nuevamente de la botella de vino.

—¡Lan Zhan! ¿Qué carajo?

Lan Wangji le dio una mirada con desdén.

—La cinta roja de Wei Ying es mía. 

Wei Wuxian suspiró.

—Lan Zhan, soy yo, tú Wei Ying. Dijo mientras se ponía de pie.

Lan Wangji lo ignoró y ató la cinta de Wei Wuxian en su muñeca izquierda.

—Lan Zhan, dijo Wei Wuxian abrazandolo por la espalda.

Lan Wangji lo vio seriamente.

—No puedes tocarme, no estás capacitado.

Wei Wuxian hizo un puchero.

—Pero soy yo, Wei Wuxian, Wei Ying, tu amor, tu baobei, a quien le follaste un núcleo.

Lan Wangji lo vio con el ceño fruncido.

—Desvergonzado. Respondió.

—Si, ese soy yo, Wei Ying desvergonzado.

Lan Wangji se acercó y lo examinó detenidamente.

—Wei Ying tiene ojos grises brillantes.

Wei Wuxian sonrió.

—Wei Ying tiene una sonrisa hermosa.

Wei Wuxian hizo un puchero.

—Los labios de Wei Ying son rellenos y besables.

—Pruebalos. Dijo Wei Wuxian.

Lan Wangji hizo un gesto de no querer hacerlo, pero puso sus manos en el trasero de Wei Wuxian.

—Wei Ying tiene el mejor trasero de todos.
Wei Wuxian empezó a reír.

—Bueno pues mi Lan Ergege tiene un pilar de jade grande y perfecto. Dijo tocando la entrepierna de Lan Wangji.

El Lan se sintió ofendido por ser tocado.

—Tú no me toques, no sabes.

—Entonces muéstrame. Pidió.

Lan Wangji se sonrojó fuertemente.

—Solo Wei Ying lo verá y me tocará. Dijo mientras se alejaba.

Wei Wuxian empezó a reír nuevamente.

—Lan Zhan eres adorable. Te amo en todas tus facetas.

Lan Wangji se veía presumido.

—Agradezco tus sentimientos pero no puedo amarte, yo solo amo a Wei Ying.

Wei Wuxian se rió nuevamente.

—Lan Ergege eres malo. Dijo con una sonrisa.

—Mnn... Menos para Wei Ying.

Wei Wuxian pensó que Lan Wangji tenía seriamente una torcedura por él.

—Oye Lan Zhan, empezó Wei Wuxian. —Ya que tomaste mi cinta, no sería justo que me dieras la tuya para poder sostener mi cabello?

Lan Wangji examinó las posibilidades.

FÓRMULA PARA ENAMORARWhere stories live. Discover now