XXVII

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Erick tomó el pañuelo que se encontraba a su lado y lo pasó levemente por la hoja en un intento de suavizar los trazos recién hechos en modo de piel, se acercó al paquete de lápices agarrando uno para acercarlo a sus ojos y al observar en "5b" que tenia se dispuso a trazar sobre la hoja nuevamente.

Hace mucho no dibujaba y el regalo de la familia Pimentel fue la oportunidad perfecta para retomarlo. Sonrió al recordar el momento en que desenvolvió el regalo encontrándose con un paquete de lápices ya que fue consiente que tanto Joel como su madre habían tomado en cuanta ese pequeño comentario.

Se había sentido especial.

Abrió nuevamente la foto de perfil de su novio para poder observar si algún detalle se le había pasado y sonrió muy contento con el resultado por lo que le sacó una foto para mandarle ya que este se encontraba de vacaciones.

No escuchó la puerta, abrirse avisando de la llegada de su madre, por lo que no tuvo tiempo de guardar las cosas antes de que esta las viera.

— ¿Qué es esto?- cuestionó levantando el dibujo con una mueca de asco- ¿Es el mismo chico de la otra vez?- volvió a preguntar con un tono rabioso con el ceño fruncido.

De manera instintiva Erick bloqueó su celular y lo colocó en el borde de su pantalón, bajo su camisa, para que Daysi no pudiera tomarlo.

—Solo es un dibujo- murmuró temeroso.

—No fue mi maldita pregunta, Erick ¿Es que no entiendes? ¿Te gusta que te pegue o qué es lo que te pasa?- cuestionó mirándolo mal.

Notó como toda la felicidad que había tenido en los últimos días se desmoronaba frente a sus ojos por una acción tan simple como la de su madre arrugando la hoja entre sus manos.

—Eso no era necesario- murmuró sintiendo como se le humedecían los ojos debido a la molestia que empezaba a sentir.

Con el paso de los meses Joel le había ayudado a entender que jamás seria su culpa que su madre no lo quiera y si bien le dolía no podía dejar que afectara en su vida diaria ni valía la pena soltar ni una lagrima más por eso pero sin embargo no podía evitar sentirse dolido por la pérdida de su dibujo; era el primero que hacía en mucho tiempo, sin contar los que hizo con Israel.

—Me importa una mierda, no voy a permitir que sigas frecuentando con este chico.- Escupió tomando las llaves de Erick indicando que no podría salir.

— ¿Por qué?- cuestionó empezando a sentir que un vacío crecía en el ante la posibilidad de perder a Joel.

— ¿Cómo que por qué? ¿Eres imbécil, Erick? No voy a permitir que mi hijo sea un maldito marica- Dijo con la voz cargada de odio apretando aún más el papel entre sus manos para luego tirarlo en la cara de su hijo.

— ¿Desde cuándo te importa lo que haga?- preguntó, firme, tratando de que la voz no se le quebrara- Ni notaste que no estuve en año nuevo y mucho menos me felicitaste por mi cumpleaños, si es que sabes cuándo fue, ¿Y ahora te crees con el derecho de decirme con quien puedo o no salir?- interrogó exaltado sin darle importancia a su voz ni a las lágrimas que empezaban a caer por sus mejillas.

No tuvo tiempo de reaccionar ante lo que dijo ya que una fuerte mano se estrelló contra su cara y antes que pudiera procesar eso recibió otra cachetada en la mejilla contraria a la anterior, ante los giros que dio su cara debido a estos golpes escuchó un leve "crack" en su cuello junto al sonido generado por el contacto de las pieles, que fue lo que terminó de romperlo.

—Deja de faltarme el respeto, hijo de puta, soy tu jodida madre y me vas a tratar como tal- exclamó llena de rabia dispuesta a seguir golpeándolo.

—Eres mi progenitora, no mi madre, si lo fueras me aceptarías como soy y no vivirías maltratándome, me amarías en lugar de odiarme porque el hijo de puta que tuviste por novio casi me mata como si fuese mi jodida culpa- escupió con odio, limpiando la sangre que se espacia por su cara debido a los golpes- tuviste que apoyarme, estar para mí porque el no solo me maltrataba a mí y aún así lo dejaste volver a entrar acá.- reclamó- Tú me diste la vida, pero también las ganas de quitármela y eso no es lo que hace una madre, ese título te queda gigante para la mierda que eres.- finalizó sin siquiera fijarse de cuidar su vocabulario debido al enojo que sentía.

Daysi, quien había empezado a llorar, solo atinó a empujarlo, logrando que caiga de la silla en la que estaba sentado golpeándose la cabeza, para luego tirar todo lo que se encontraba en la mesa sobre él en un intento de lastimarlo como acababa de hacer él con sus palabras.

—Lárgate de mi casa- sentenció limpiando mis lágrimas- no te quiero volver a ver.

—Soy menor de edad, eso es abandono de persona- la desafió mirándola con los ojos entrecerrados tratando de ignorar el dolor que sentía, en todos los sentidos.

—Me importa un carajo, no te quiero ver más.

—Mañana a primera hora me largo, de todos modos no pienso seguir con una mujer que odia a su hijo por ser abusado en todos los sentidos de la palabra.- Concluyó tomando las cosas del piso para ir a la que hasta esa noche seria su habitación.

[24/1 16:31] Erick Colón: Joe, cuando me llevaste al parque de diversiones dijiste que estuviste trabajando para pagar las entradas, ¿Dónde fue?

Luces apagadas||Joerick||Terminada||Место, где живут истории. Откройте их для себя