El ojiverde paso sus ojos del rostro hacia la mano del chico constantemente unos segundos hasta que decidió tomar su mano.
—Erick- murmuró rápidamente para luego soltarlo como si le quemará y cruzar los brazos sobre la mesa para luego acomodar su cabeza sobre ellos.
—¿Erick qué?- insistió en hablarle el rizado.
—Brian Colón- contestó en un susurro sin mirarlo, incómodo por la cercanía.
—Erick Brian Colón- dijo para sí- muy lindo- afirmó- ¿hablas así de bajo siempre, no tienes voz o te caigo mal?- cuestionó divertido.
—Hablo así siempre- volvió a susurrar para recortar su cabeza de lado sobre sus brazos, dándole la espalda para que entendiese que no quería seguir hablando.
—¿Te enojaste por la pregunta?- cuestionó preocupado- lo siento, no quise hacerte sentir mal- dijo haciendo puchero aunque el ojiverde no lo veía.
—¡Hey¡- gritó alguien- ¡nuevo!- llamo logrando que Joel se diese vuelta hacia esa voz- no pierdas el tiempo con el, nunca habla con nadie- aconsejo para darse vuelta y seguir hablando con el rubio teñido a su lado.
—Gracias por el consejo, bro- sonrió sinceramente- pero supongo que voy a seguir intentando- dijo más para si mismo, aunque tanto el castaño como el ojiverde lo hayan escuchado.
—Por favor no- murmuró Erick sintiendo lágrimas acumularse en sus ojos al sentirse obligado a interactuar.
—Entonces, Erick Brian Colón ¿te gustaría ser mí amigo?- cuestionó sonriendo, aunque el ojiverde aún le daba la espalda.
—Me encantaría- afirmó con una sonrisa dándole la mano.
—Me alegra que se lleven bien- sonrió Daysi.
—Nos llevaremos muy bien- afirmó el mayor con un guiñó.
—No- murmuró tan bajo que Joel no logró escucharlo por lo que asumió que los estaba ignorando por lo que decidió darle tiempo.
Eso le duro al rededor de una hora hasta que sonó el timbre del recreo y decidió, sin debatirselo mucho realmente, volver a hablarle.
—¿Me acompañas al baño?- pidió logrando que el ojiverde lo mirará espantado- es que este lugar es muy grande y no sé en dónde está- explicó haciendo puchero.
—¿El baño?- cuestionó sonriendo despegando la vista del teléfono- acá en la planta baja hay uno, pero es de invitados así que ve al de el primer piso, es la puerta que está al lado de la escalera que está al fondo del pasillo- informó volviendo la vista hacia su celular.
—No entendí un carajo- río logrando que el ojiverde suspiré.
—Te muestro- dijo por fin soltando su celular en el sillón. Se levantó para caminar hacia el baño, suponiendo que lo estaba siguiendo- acá- dijo una vez que estuvieron en frente del mismo.
—Gracias- sonrió abriendo la puerta.
Erick se dio vuelta para volver a bajar cuando sintió como en un ágil movimiento le tapaban la boca y lo tiraban del brazo hacia el baño. Sin siquiera darle tiempo de pensar esos labios se estrellaron contra los rosas de Erick sorprendiendolo.
Si bien al comienzo no se apartó por la sorpresa en cuanto fue consciente de lo que sucedía lo empujó con todas sus fuerzas aunque éstas no eran muchas por lo que no logro moverlo más que un par de milímetros.
—¿Qué haces?- chilló el menor con la respiración agitada.
—Ahora no te hagas el que no quiere, vives provocándome- murmuró con voz amenazante.
—¿Q-qué?¿Yo qué?- cuestionó frunciendo el ceño.
—Mira- dijo tomando la mano del ojiverde- mira como me pones- aclaró posando su mano en su entrepierna erecta.
—Dejame- pidió tratando de retirar su mano más la que la sostenía era aún más fuerte y con la otra le dio un puñetazo desestabilizandolo.
—Tu me provocaste, ahora te aguantas.
—¿Erick?- cuestionó el rizado al ver que el ojiverde se había quedado prácticamente en shock ante su pregunta- ¿estás bien?- cuestionó al ver como sus ojos se empezaban a humedecer debido al recuerdo.
—Vamos- murmuró caminando lejos de él suponiendo que lo iba a seguir- es acá- dijo antes de darse la vuelta e irse rápidamente.
El rizado observó curioso como se iba casi corriendo; el chico es un misterio y el quería resolverlo.
