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—Te quiero. Te quiero ayudar a no tener más miedo, te quiero ayudar a ser feliz, aunque no sea conmigo, aunque sea lejos de mí, pero me hace feliz que tu no lo quieras ni necesites así, y por eso te pido que nos permitas ser felices juntos, por ti y por mí.

—¿Y si sale mal?

—¿Y si sale bien?

—¿Y si no?

—¿Y si sí?

—Y...

—Y si sale mal, y si no, y si no se da, y si a pesar de todo no se puede eres una persona llena de fuerza y vas a poder superarlo, vas a lograr ser feliz, aunque no sea conmigo. Y si sale mal, y si no, y si no se da por más que me duela me voy a alejar, te voy a dejar ser feliz, aunque no sea conmigo, aunque eso no me haga feliz a mí, aunque me duela y me destruya sé que mereces ser feliz mucho más que yo, pero antes de eso quiero al menos poder ver brillo en tus ojos una y mil veces más, quiero verte reír una y mil veces más y quiero que trates de ser feliz conmigo.

—Entiendo. – dijo cortamente sin saber que decir.

—Y ni siquiera te pido que seamos pareja o algo por el estilo, te pido que me des la oportunidad de ayudarte a ser feliz. – explico el rizado suavemente, para no presionarlo, aunque lo que realmente quería era poder llenarlo de besos y hacerlo sentir como su corazón estallaba de amor.

—¿No quieres que...? – cuestiono cortándose debido a la vergüenza que le generaba usar ese término.

—No, no me malinterpretes – dijo en una pequeña risa tomando su mano para acariciarle la muñeca- claro que quiero, te juro que si tuviera tu consentimiento en este momento me lanzaría sobre ti a llenarte de besos y abrazos mientras eso no te resulte incomodo o molesto, pero me refiero a que no quiero presionarte en usar un término como "pareja" ya que para mí aun sin etiqueta me resulta valido mientras a ti te parezca cómodo.

Por la mente del ojiverde pasaron escenas de todas esas noches que pasó bajo la cama llorando mientras escuchaba los gritos de su madre al ser golpeada, como se aseguraba a si mismo que el amor no existía y eso nunca salía bien, que esas historias de los taxistas con sus esposas de toda la vida eran falsas, que los libros contaban historias que nunca a nadie le sucederían y el "felices por siempre" era una invención.

Durante mucho tiempo pensó que era así, pero entonces llegó Joel tratándolo como lo más preciado, con amor y comprensión desde el primer momento haciéndolo sentir que tal vez no era todo tan falso, que tal vez vale la pena intentar.

Que tal vez vale la pena vivir.

—"Pareja" me gusta. – susurro para posteriormente esforzarse para mirarlo a los ojos durante un par de segundos.

—Tú me gustas – le sonrió el rizado.

Prosiguieron a tomar sus bebidas en un silencio bastante cómodo ya que los dos se encontraban perdidos en sus pensamientos.

Al terminar Joel le ofreció a mano al ojiverde que la tomo con incomodidad por el contacto y algo de vergüenza sin embargo con bastante alegría.

A una cuadra de llegar a su casa Joel lo detuvo para mirarlo a los ojos durante unos segundos y sonrió al ver que se veían más vivos que de costumbre.

Sus luces ya no parecían apagadas.

—Tal vez es muy precipitado, pero, Erick, tú me gustas, Dios, me encantas, de verdad no tienes idea de lo mucho que me atraes físicamente y lo que me enamoras siendo implemente tú. Así que, si tú me gustas y yo te gusto ¿te gustaría ser mi novio? – pregunto el rizado.

Si alguien le preguntara el jamás lo admitiría, pero se encontraba verdaderamente nervioso por la respuesta del ojiverde, lo último que este le dijo en la cafetería lo tomo como un pase a hacerle la pregunta mas de todos modos le causaba incertidumbre la posibilidad de haber entendido mal la señal.

—Me gustaría, si – acepto en voz baja, algo nervioso también.

El rizado con una sonrisa llevo su mano al rostro del ojiverde acariciándolo suavemente.

—¿Puedo? – pregunto, no necesitaba aclarar a que se referían pues ambos lo sabían.

Tras el asentimiento de cabeza del más bajo Joel acerco su rostro lentamente al de su ahora novio para juntar suavemente sus labios en un pequeño y corto beso que para ambos fue como una explosión de emociones entre las cuales se encontraba la felicidad, euforia, pasión y sin dudas; amor.

Al abrir los ojos tras separarse solo un poco decidió que esa sería su imagen favorita y más anhelada a partir de ese día; los verdes y brillantes ojos de Erick reflejando un sentimiento de felicidad tan puro que contagiaría y alegraría a cualquiera de solo verlo, mas él no era cualquiera, no le generaba un algo tan pasajero como alegría, le generaba felicidad, pasión y necesidad de más.

Les juro que lo quería subir ayer mas no me sentía para nada bien de ánimos para escribir y sé que no es ni su problema ni su culpa y no merecen que los deje esperando y menos tras comprometerme subir en un mismo día y por eso les pido muchísimas disculpas pero de vedad me sentía bastante mal como para escribir algo tan bonito y me seria imposible transmitirles la felicidad que quería y la verdad no sé si lo logre ya que aun me siento bastante mal pero no los quería dejar esperando más tiempo. 

Espero les haya gustado el capitulo, supongo que fue bastante esperado y también espero me entiendan. 

Luces apagadas||Joerick||Terminada||Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt