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— ¿Te sirvieron los acrílicos que te di, hijo?- preguntó Sofía entrando a la sala donde se encontraba Erick cocinando.

El menor se separó del fuego para acercarse a la mesa y tomar el pequeño lienzo que estaba sobre esta y levantarlo de modo que la mujer pudiese verlo.

—Bastante, como puede ver- contestó con una sonrisa- muchas gracias.

—Me alegro, te quedo hermoso, estoy segura que le va a encantar; tienes muchísimo talento- afirmó, con una sonrisa, felicitándolo- ¿Vas a comer allá?- preguntó al notar que solo sacaba un plato.

—Sí- afirmó- espero que ni le importe que la deje comiendo sola- dijo, haciendo un puchero, mientras servía la comida.

—No te preocupes, hijo, estaré bien- afirmó, riendo por la ternura que le generaba el ojiverde- ¿Vuelves mañana, no? Porque van a venir mi hija y mi nieto al salir- le recordó a lo que Erick asintió antes de ir a cambiarse.

—Nos vemos mañana- se despidió dejando un beso en la arrugada mejilla de la señora que le brindó una sonrisa antes de llevar la cuchara a su boca- espero la pase bien con Christopher y Yenny- finalizó antes de abrir la puerta.

—Pásatelo bien.- Se despidió dándole pase libre para salir.

Al llegar fue recibido por su suegra quien le indico que Joel y sus amigos se encontraban en su habitación lo que logró ponerlo nervioso, pues si bien había escuchado mucho acerca de los chicos es la primera vez que tendrían contacto.

A pesar de que Patricia le asegura alrededor de diez veces que lo amarían Erick subió el corazón tan acelerado como el de una musarañita; realmente sentía que se le saldría del pecho ante cada paso que daba.

Sentía sus manos temblar debido a los nervios notando como el lienzo se le resbalaba, llevándolo a sentirse asustado de que no le fuese a gustar.

Una vez afuera de la habitación extendió el material entre sus manos para mirarlo fijamente encontrando una infinidad de errores que junto a las risas en la habitación lo incentivaban a salir corriendo del lugar.

Antes de tener la oportunidad de hacerlo escuchó la puerta empezar a abrirse por lo que decidió fingir que iba caminando dispuesto a adentrarse a la misma, en lugar de pretendiendo escapar.

Se encontró con un chico moreno, como de su edad que poseía una mueca de incomodidad hasta que lo vio haciéndolo sonreír automáticamente.

— ¡Ay!- exclamó al ver al chico frente a él- No sabes las ganas que tenia de conocerte.- dijo sonriendo- Perdón, es que Joel habla mucho de ti- explicó riendo- Soy Richard- dijo extendiendo la mano.

— ¿Quién llegó?- preguntó Joel acercándose a su amigo, al ver a su novio sus gruesos labios formaron una gran curva- Gracias por venir- dijo sinceramente acercándose para abrazarlo, frunció el ceño al notar que solo le devolvía el abrazo con una mano por lo que bajo su vista a la otra- ¿Qué tienes ahí?- preguntó señalando el objeto en su mano una vez se separó.

Las mejillas del ojiverde se tiñeron rápidamente de rojo por lo que se tapó la cara con una mano mientras que estiraba el otro brazo. Una vez que Joel tomó el lienzo, sin darle tiempo si quiera de verlo fue corriendo a las escaleras con el murmullo de "voy al baño" una vez desapareció por las mismas.

Richard rio con ternura al ver como Joel corria tras su novio, luego de ver el lienzo, por lo que entró nuevamente a la habitación donde encontró a Christopher, quien todo el tiempo había estado con su celular, sentado en la cama con las piernas cruzadas y la espalda encorvada.

—Llegó Erick.- le avisó logrando que levantara la cabeza, el moreno aprovechó ese movimiento para robarle un pequeño beso y al igual que los otros dos se fue corriendo hacia la planta baja seguido de Christopher, quien fingía indignación.

— ¿Puedo pasar?- preguntó Joel tocando la puerta del baño, una vez dejó la pintura sobre la mesa.

—Estoy usando el baño- indicó Erick en un susurro.

—No lo estás haciendo.- rio enternecido- Solo quería decirte que amé la pintura, realmente es el regalo material más lindo que pude recibir, pero tengo una pregunta.

— ¿Sí?- preguntó Erick intrigado.

— ¿Y esa foto? No recuerdo habérnosla tomado- explicó.

—No lo hicimos, la imaginé y luego la dibujé- explicó.

—No puede ser que tengas tanto talento, Erick. No puedo decir que está hermoso porque realmente le queda corto, no hay palabra que se adecue a la belleza de esa pintura, de verdad gracias, amor.

Erick abrió la puerta, aún avergonzado, y abrazó rápidamente a su novio sin mirarlo, a diferencia de Christopher y Richard que los miraban enternecidos y se apuraron a sacarles una foto.

Tras susurran un "feliz cumpleaños" se separó encontrándose con las miradas de los otros dos que solo lograron hacerlo reír a pesar de la vergüenza.

Pasaron el resto de la tarde comiendo y hablando, puntualmente conociendo más a Erick que, si bien cada vez se sentía más cómodo, no podía dejar de sentirse algo nervioso a pesar de tener un gran recibimiento por parte de los amigos de su novio.

Hablaron de la abuela de Christopher a lo que todos estuvieron de acuerdo que era un amor de persona, y como si la hubieran invocado llegó Yenny junto a la anciana a llevarse a Chris a la casa de la segunda por lo que se tuvo que despedir.

Mientras ambas mujeres intercambiaban palabras con Patricia el chico se despedía de sus amigos y aprovechando una distracción del cumpleañero y su novio se despidió de su otro amigo con el mismo beso que él le había robado anteriormente.

A su vez llegó la madre de Richard por lo que estos acabaron yéndose juntos por el mismo camino generando tanta tensión en el ambiente que hasta sus madres pudieron notarlo pero ambas prefirieron no comentar nada al respecto.

— ¿Cómo te cayeron?- preguntó el rizado con intriga, llevando una cucharada, de la sopa instantánea que estaba tomando, a su boca una vez estuvieron sentados en su cama.

—Son muy divertidos, me caen bien aunque tal vez yo no, estuve muy nervioso.- contestó rápidamente y tan bajo que el rizado tuvo que hacer un esfuerzo para entender- Una vez leí un chiste; Una caníbal le preguntaba a su amigo como le cayó su hermano y él le dice que le faltó sal- comentó esta vez un poco más alto provocando una risa en el ojimiel.

—Es muy malo.- dijo riendo, remarcando la palabra "muy".

—Pero te estas riendo.- indicó, llevando la taza de sopa a su boca para tomarla como jugo.

—De lo malo que es.- explicó llevando una cucharada con líquido a sus labios.

Vio al ojiverde dejar la taza sobre el escritorio y volverse con una sonrisa mientras mordía su labio.

No importaba cuantas veces lo pensara, jamás podría describir la sensación que tuvo en ese momento al verlo de esa manera, lo más cercano fue decir que sintió fuegos artificiales en cada rincón de su cuerpo explotando ante cada uno de los movimientos del rostro del ojivere por lo que dejó la sopa en la mesita de noche que tenía al lado y se abalanzó a besarlo.

Había días en que recordaba esa situación con una sonrisa en el rostro, mas mayormente lo hacía con lágrimas porque no hubo mayor acto de confianza que el que tuvo Erick al decir que sí.

Siempre serian dos mitades que se complementan y almas gemelas a su vez, sus almas estarían siempre juntas y por esa noche sus cuerpos lo estuvieron también, una noche en la que se dijeron "te amo" sin la banalidad de las palabras.

che quieren q actualice en días específicos o cuando pinte? a

no me daba para ser más explicita, perdón, es q son unos bebes!!!!

Luces apagadas||Joerick||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora