XXXI

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—No, Erick, así no- indicó tomando la goma de borrar para eliminar todo rastro de los números del ojiverde en sus hojas.

—No tenías que borrarlo.- murmuró frunciendo el ceño.

—Estaba mal de todos modos, ¿para qué lo querías?- Cuestionó el rizado sintiendo como el mal humor se hacía presente en él; había tenido un mal día y le frustraba que Erick no estuviera entendiendo el tema.

—Para comparar para cuando lo hiciera bien.- explicó mordiendo sus uñas por lo que sus palabras no terminaron de entenderse.-

El mal humor crecía en Joel como si se tratase de un globo que se inflaba cada vez más y más rápido, sabía que el ojiverde no estaba haciendo nada malo pero no podía evitar sentirse irritado. Suspiró y con sus dedos separaba sus rulos a medida que sus manos cruzaban su cabeza en un gesto de frustración.

—Vamos a pasar a otro tema, luego retomamos este.- decretó pasando la hoja. Normalmente el gesto de confusión que se plasmó en el rostro de Erick al ver tantos números le hubiera causado gracia, pero en ese instante solo logró sentir como el globo se inflaba aún más- Tienes que factorizar este número, primero.- explicó señalándole la cuenta.

— ¿Qué es factorizar?- preguntó en voz baja, avergonzado por no entender.

Y de tanto inflarse; el globo explotó.

—Joder, Erick ¡No es tan difícil!- rugió en dirección al ojiverde- ¿Tanto te va a costar entender un concepto tan básico? No sé ni porque mierda has llegado tan lejos en la secundaria.- finalizó con un suspiro mirando hacia la pared con una notable expresión de enojo.

—Lo lamento.- murmuró Erick mordiendo sus labios ligeramente, con la cabeza gacha en un intento de ocultar la humedad en sus ojos, no sabía cómo explicarle a Joel que le costaba concentrarse sin que se enojara aún más.- Creo que te estoy molestando, así que mejor me voy- decidió en voz alta guardando sus cosas.

Joel, quien seguía mirando la pared, ni se inmutó cuando los delgados labios de su novio se posaron en su mejilla en modo de despedida.

Erick, quien había cerrado la puerta de la casa con una lagrima cayendo por su mejilla, pasó las manos por su cara, bajo sus ojos, tratando de borrar cualquier rastro de tristeza de la misma.

Empezó a sentir los parpados pesados por lo que llevó las manos a sus ojos, frotándolos, y una vez las alejó de sus ojos la vista pasó de ser negra a borrosa y aun así durante ese milisegundo que duró logró reconocer la figura robusta que se caminaba en dirección opuesta a él.

Todos sus instintos le gritaban que se alejara, que corriera y saliera de ahí pero ninguno de sus músculos respondían por lo que absolutamente todo su cuerpo estaba en confusión sin ser capaz de reaccionar correctamente.

Finalmente su cabeza atinó a darse la vuelta y volver a casa de Joel, pedirle ayuda, pero esa posibilidad se borró no solo porque el rizado estaba enojado con él sino porque también era demasiado tarde y Erito se encontraba frente a él.

—Erick.- escupió su rasposa voz mostrando sus amarillentos dientes- Es todo una sorpresa encontrarme contigo- afirmó con sinceridad- eres tan débil que después de todo esperaría que estuvieras muerto- comentó entre risas.

Alargó la mano hacia Erick quien instintivamente se alejó y por un segundo sintió miedo al hacer eso, hasta que recordó que ese hombre ya no tenía ningún poder sobre él por lo que se llenó de valor con un suspiro.

—Para tu desgracia no es así, así que no me toques y no te me vuelvas a acercar porque esta vez no pienso tener miedo, ya no soy el niño de doce años del que abusaste y lo único que lograste fue hacerme más fuerte y esta vez no voy a dudar en denunciarte si tan solo respiras cerca de mí una vez más.- Dijo sin detenerse siquiera para respirar para alejarse de ahí caminando, creyéndose triunfante.

Hasta que sintió unas manos en la parte de atrás del cuello de su camisa y sintió como todo en él se detenía.

—No sé a cuanta gente pudiste engañar con eso, pero yo sé que con un solo dedo que te vuelva a poner encima irás corriendo a desgarrarte las venas, eres débil y siempre lo serás.- declaró alejándose, no sin antes mirar a ambos lados para apretar el trasero del ojiverde.

Tenía razón.

Era lo único que podía pensar mientras daba vueltas por la calle, en caso de que lo estuviera siguiendo.

Tenía razón, pensaba mientras abría la puerta y se dirigía a su habitación.

Tenía razón, pensaba con los ojos hinchados y las lágrimas rebalsándolos.

Tenía razón, pensaba con la cuchilla acomodada de manera vertical sobre su muñeca.

Era débil y eso era solamente una prueba más de ella, pensaba clavando la pequeña lamina de acero en su piel, llevándola de su muñeca a su codo.

Y a pesar de que era su piel la que estaba siendo rebanaba el sentía que lo que realmente se estaba quebrando era su alma, justo como lo sintió Joel al recibir la llamada de la abuela de su amigo explicándole que estaba en una ambulancia junto al ojiverde.

Dejó caer el celular a sus pies de la misma manera en que se le había caído el mundo.


hola, mEper d0nan x desaparecer un mes¿¿¿¿¿

Por cierto, si no leyeron Besos en Guerra las/os invito a hacerlo xq ya la terminé ahre 

Hablando de terminar, estamos cerca del final<33333 

Luces apagadas||Joerick||Terminada||Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz