VI

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—¿Puedo?- cuestionó el rizado sonriendo, señalando la silla qué se encontraba al lado del ojiverde.

—Igual lo iba a hacer- se encogió de hombros tratando de no mirarlo.

—No, voy a empezar a respetar tus decisiones- afirmó dedicándole una cálida sonrisa.

—Siéntate si quieres- se encogió de hombros fingiendo desinterés, aunque realmente si quería que Joel se sentará junto a él.

Le gustaba la calidez que transmitía Joel al estar junto a él, le gustaba el desconocido sentimiento que le provocaba estar con el.

A veces, aunque no lo dijiese le gustaba qué le demostrarán amor, interés.

Necesitaba tanto hablar con alguien qué se diera cuenta de lo mal que estaba, y cada vez estaba más convencido de que sería Joel.

Y era justamente lo que hacía Joel, lo miraba de reojo con agradecimiento ya que no terminaba de animarse a hablarle, algo dentro de él se lo impedía.

El rizado llevó su mirada hacia el cuando lo escuchó bostezar.

—¿Tienes sueño?¿Dormiste bien?- cuestionó interesado dedicándole un pequeña sonrisa, el mayor negó la cabeza logrando que borre su sonrisa-¿por?- el ojiverde se encogió de hombros- ¿Insomnio, tal vez?

—Yo creo que es puro quedarse con el celular toda la noche- se burló Daysi jugando con el cabello de su hijo que mantenía una expresión seria, dolida.

La realidad de las ojeras que mencionó Erito para dar inicio a esa conversación eran que Erick trataba de estar alerta por si el novio de su madre decidía colarse en su habitación por las noches, como hacía constantemente.

—Miedo- murmuró Erick, dándoles la respuesta.

No es la primera vez qué trataba de darle un indicio a su madre de lo que sucedía, siempre con la esperanza de que se diera cuenta y al no ser así posteriormente recibía un castigo por parte de Erito al intentar delatarlo.

Nunca de encontraba a solas con su madre, siempre estaba junto a Erito; o mejor dicho Erito junto a ella en prevención de que Erick no hablará.

—¿Le tienes miedo a la oscuridad, Er?- sonrió de forma burlona Erito.

—O a los monstruos tal vez- sugirió Daysi riendo, Erick asintió.

Le temía a los monstruos, pero no a aquellos de las historias que solía escuchar si no a los que caminaban libremente por la calle.

Como actualmente lo hace Erito.

—Probablemente- murmuró Er con lágrimas en los ojos que luchaban por salir, mas Erick no lo permitía.

—¿Qué pasó?- cuestionó Joel posando su mano en el hombro del ojiverde al notar el cambio- ¿Estás bien?¿Te molestó la pregunta?- cuestionó preocupado acariciando levemente su hombro.

Erick dejó caer una lágrima que limpio rápidamente y trato de abrazarse a si mismo para recostarse en la mesa pero Joel no se lo permitió.

Frunció el ceño ligeramente al ver la preocupación de Joel. No estaba acostumbrado a que se preocupen por él.

Tomó la mano de Joel de encima de su hombro y acariciado ligeramente sus nudillos le dedicó una breve pero sincera sonrisa.

—Estoy bien- afirmó- ahora lo estoy- murmuró para si aunque el rizado lo haya escuchado.

Luces apagadas||Joerick||Terminada||Where stories live. Discover now