XVI

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Tras finalizar el horario escolar el ojiverde se alejó rápidamente de la institución escolar huyendo de su amigo por vergüenza a su confesión y la que recibió de vuelta por parte de este.

Se le hacía complicado explicar cuando se dio cuenta que le gustaban los chicos ya que de alguna manera siempre lo supo y tuvo asumido mas debido a las constantes burlas de sus compañeros, maltratos de su madre quien después de muchas se convenció de que su hijo era heterosexual e informarse sobre la homofobia en el mundo decidió ocultar y mentir sobre su orientación sexual, de todos modos, consideraba imposible que gustarle a una chica por lo que no le resultaba complicado.

Al igual que en muchas situaciones anteriores Joel le inspiraba confianza por lo que no le resulto tan tedioso hablarle sobre sus gustos mas por alguna razón le resulto muy vergonzoso que este tuviera los mismos por lo que en cuanto pudo huyo de él.

Le gustaba por fin, después de tanta soledad, tener alguien en su vida en quien confiar, esperaba no acabar decepcionado, pero tenía esa sensación de que Joel nunca lo decepcionaría.

Suspiro llegando a su casa viéndola nuevamente desordenada a diferencia de como la dejo por la mañana sabiendo que tenía que ser quien la ordene para no recibir los regaños de su madre por lo que a pesar del cansancio que poseía dejo sus cosas en su habitación para bajar a ordenar.

Odiaba la sensación de sentir que cualquier cosa que hiciera estaba mal y no saber cómo arreglarlo, en ocasiones ni siquiera sabía que es lo que hacía mal ni consideraba que lo que hacía lo estaba mas siempre alguien acababa convenciéndolo de que había un problema en él.

Esperaba que ese alguien nunca fuese Joel, quien había sido la única persona que le causaba momentáneos sentimientos de comodidad y felicidad entre tanta tristeza que lo rodeaba.

Sentía que era un tipo de ángel que llego para darle un poco de luz a una vida llena de sombras.

Pensó en comer ya que no lo había hecho en todo el día mas al no sentir hambre decidió ir directamente a acostarse ya que se encontraba verdaderamente cansado, ya al día siguiente lidiaría con Joel.

Ese plan fue frustrado por el timbre y el grito de su madre, la cual no escucho llegar, pidiéndole que abra la puerta.

Mentiría si dijera que no le sorprendió ver a Joel del otro lado de la puerta al abrirla mas la cara de confusión que puso ante esta situación hasta le resulto graciosa al rizado.

—¡Es para mí! - grito desde la puerta para ser escuchado por su madre y salió de la casa dejando la puerta entre abierta- Eh, hola- saludo nervioso- ¿Qué haces aquí? - cuestiono con confusión.

—Te fuiste tan rápido que no pude decirte algo- explico jugando con sus manos y una pequeña sonrisa.

—Lo siento- murmuro observando sus manos.

—No hay problema, por eso vine- dijo dejando de jugar con sus manos para estirar una hacia el ojiverde tomándolo de la barbilla para levantar su rostro y poder verlo a los ojos- Hoy me dijiste que te gustan los chicos, y te dije que a mi igual- Erick asintió indicando que lo recordaba- sucede que yo hace cuatro meses me consideraba heterosexual, entonces te conocí.

—¿Qué? - cuestiono Erick creyendo que entendió erróneamente.

—Te estoy diciendo que me gustas, no espero que sea correspondido ni mucho menos que nuestra relación se torne incomoda, solo quiero confiarle a mi amigo que me gusta una persona que casualmente es el. Sentí la necesidad de hacerlo, ya que hoy confiaste en mí y me contaste algo que sospecho pocas personas saben y quiero demostrarte que también confió en ti.

—Entiendo, solo, necesito tiempo para procesarlo- explico evitando la mirada de Joel.

—Todo el que necesites, lo que menos quiero es que te sientas presionado- aclaro abrazándolo ligeramente para posteriormente darse la vuelta en dirección a su casa dejando al ojiverde completamente impactado por lo que acababa de suceder. 

Luces apagadas||Joerick||Terminada||Where stories live. Discover now