Tienes la casa equivocada, villano

Capitulo: [12]

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En el pasado, la voz molestaba excesivamente a Lakis sin ninguna razón en particular, y luego, una vez, no tuvo conversación durante casi un año consecutivo, por lo que parecía haber aprendido a moderarse antes de que ese incidente se repitiera.

Con la molestia ahora tan silenciosa como un cementerio, la fatiga una vez más se apoderó de su cuerpo.

'Tengo que irme antes de que esa mujer regrese ...'

Lakis hizo todo lo posible por no quedarse dormido, pero finalmente se perdió ante la somnolencia que lo inundó como una inundación. Pronto fue tragado por un tranquilo descanso como un muerto.

* * *

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El tiempo pasó rápido.

Después de salir del trabajo, Yuri volvió al callejón por el que se había detenido esta mañana.

Sin emabargo...

El hombre ya estaba muerto.

Las cejas de Yuri se arrugaron levemente. La situación fue ciertamente inesperada, pero se acercó al cadáver con calma. El hombre murió al ser arrancado un órgano específico de su cuerpo.

Bajo el resplandor del atardecer, sus ojos brillaron con un tono de rojo aún más oscuro mientras escaneaba el cadáver. Las heridas que tenía ante sus ojos le resultaban un tanto familiares. Entonces ella sabía que esto no fue hecho por los que enviaron a este hombre tras ella en un intento de cortarles la cola.

En primer lugar, solo había una persona que vendría a este callejón oscuro que solo ella conocía y haría tal cosa.

"Tendré que regañarlo más tarde ..."

Yuri chasqueó suavemente la lengua y luego envolvió el cadáver frente a ella con hilo. Había planeado interrogar al hombre sobre quién lo envió, pero parecía que tendría que cambiar su método.

Yuri arrancó una pluma negra del brazalete de su muñeca izquierda. Luego lo apretó con fuerza y ​​un humo negro se elevó de su mano. La pluma desapareció sin dejar rastro. En este momento, la persona en la que estaba pensando Yuri debería haber recibido la señal.

Y parecería que tendría que reducir su tiempo como 'Arachne' por un tiempo.

* * *

Sonido metálico seco.

Cuando Yuri regresó a casa, encontró a Lakis Avalon tal como lo había visto esta mañana. Ella pensó que podría haberse ido ya, pero aparentemente no.

Estaba un poco decepcionada porque esperaba algo diferente. Se quitó los zapatos frente a la puerta, se puso las pantuflas y entró.

Lakis estaba profundamente dormido con su brazo colgando perezosamente junto al sofá. Pensar que estaba tirado aquí indefenso, sin siquiera escuchar la puerta abrirse o sentir su acercamiento. Parecía que no se despertaría incluso si lo metieran en un saco y se lo llevaran.

¿No estaba durmiendo demasiado tranquilo en la casa de otra persona?

Yuri pensó distraídamente para sí misma por un momento, pero cuando se acercó a Lakis, cambió de opinión. Ella le puso la mano en la frente, sintiendo su temperatura. La sensación era tan caliente que era difícil saber si estaba tocando a una persona o una bola de fuego.

Yuri estaba a punto de gritar el nombre de Lakis y luego se detuvo. Después de todo, era normal que ella no supiera quién era él.

"Oye. Contrólate a ti mismo".