Tienes la casa equivocada, villano

Capitulo: [46]

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Como dijo Anne-Marie, Yuri siempre tenía el pelo recogido cuando estaba trabajando. Pero realmente no le importaba qué coletero usaba, y parecía que Anne-Marie había tomado nota de eso.

No es de extrañar que sintiera que Anne-Marie la había estado observando de cerca desde que le dio esa cinta para el cabello. Fue un regalo que se sintió como Anne-Marie.

Yuri miró hacia arriba y le dijo.

"Es realmente bonito. Gracias, Anne-Marie ".

Y al escuchar eso, el rostro de Anne-Marie se iluminó como si estuviera aliviada.

"Um ... ¿puedo hacerlo por ti?"

Pero las palabras que dijo a continuación mientras se sonrojaba levemente fueron una vez más inesperadas. Se veía tan tímida como Hestia, cuando Yuri le dio flores ayer. Si alguien viera esto, pensaría que es una chica tímida que le da un regalo a alguien que le gusta en el día de San Valentín.

"Sí. Gracias." (Yuri)

Realmente no había ninguna razón para negarse, además Yuri estaba agradecido por el presente.

Anne-Marie parecía encantada.

Yuri se dio la vuelta para mostrar su espalda cuando Anne-Marie se acercó con la cinta. Podía sentir un toque cuidadoso moviéndose delicadamente detrás de ella. Entonces, finalmente, sonó la voz brillante de Anne-Marie.

"He terminado, Sra. Yur ..."

"¡Hola, señorita Yuri! ¡Ahora veo que eres especialmente más deslumbrante en el almuerzo!"

En ese momento exacto, una voz familiar y frívola llegó, sorprendiéndolos desprevenidos. El hombre con una mata de cabello castaño que acababa de entrar en la cafetería era Snow, como se esperaba.

"Hoy, me gustaría un poco de limonada..."

¡Flap!

"¡Ack!"

Y como de costumbre, fue bombardeado por pájaros. Pero hoy, no fueron excrementos de pájaros. Quizás decidió cambiar su medio de tormento, porque esta vez el cuervo arrojó un gusano sobre la cabeza de Snow (quién sabe de dónde lo sacó).

¡Caw!

El cuervo que acababa de bombardear a Snow para el almuerzo se sentó majestuosamente en el techo de la tienda, como si estuviera realizando una ceremonia.

"Oh, Dios mío, ¿estás bien?" (Anne-María)

Yuri frunció el ceño levemente y miró al cuervo, pensando que era el que más estaba haciendo. Como era de esperar, Anne-Marie, que estaba detrás de ella, no ignoró la difícil situación de Snow.

Se acercó a Snow, quien estaba recogiendo su cabello con sorpresa. No parecía saber que era un gusano que se le había caído encima hoy en lugar de excrementos de pájaro. Por otra parte, el cuervo solo había arrojado estiércol sobre él hasta ahora, por lo que tenía sentido.

Yuri los vio acercarse a los dos.

"Oh, ¿eres el ángel plateado de la clínica?"

Snow gritó al momento siguiente, y las palabras hicieron que Yuri se encogiera terriblemente.

¿Anne-Marie tenía ese apodo?
Le sentaba bien, pero escuchar a alguien decirlo de verdad le hizo sangrar un poco la oreja.

"Uh, si no te importa, puedo ayudarte con eso".