Shut Up, ᴄᴜʀʟʏ ♡

Te quiero.

Harry comenzó a removerse en el sofá escuchando de fondo los créditos finales de la telenovela. Se estiró como un niño y cayó en la cuenta de que se había dormido sobre alguien y ese alguien ya no estaba ahí.

—¿Louis?— Preguntó incorporándose, pero en lugar de una respuesta encontró su salón a oscuras iluminado únicamente por el televisor y a su madre durmiendo en el otro sofá.

Su impulso fue coger el teléfono y buscar si había algún mensaje. Alguna llamada. Algo que pudiera justificar por qué Louis se había ido sin decir nada.

Volvió a sentirse usado. Pensó que quizás esa sensación se volvería rutinaria. Quizás su padre tenía razón y solo servía para eso. Quizás no se merecía que lo trataran bien. Quizás estaba destinado a que jugaran con él.

Se levantó con pasos pesados y se dirigió a su habitación, solo con intención de volverse a dormir de nuevo.

Cuando se sentó sobre su cama con ojos cristalizados optó por llamarlo y pedirle una explicación. Sin embargo decidió dejarle un mensaje y apagar el móvil.

"Louis ¿por qué me haces esto? si sigues ocultándome cosas , jamás vamos a funcionar. Tenemos que hablar."

Lanzó el móvil a la otra punta de su cama y trató de dormirse, pero su cabeza no paraba de cuestionárselo todo. Se colocó de lado tocándose el pelo, tal y como su madre siempre lo hacía para tranquilizarlo. Sus lágrimas empaparon la almohada y se durmió llorando. Estaba tan cansado. Y por desgracia, no solo físicamente hablando.

Eran las 22:53 cuando Louis, que corría por calles que jamás había visto recibió un mensaje. Recibió el mensaje, mejor dicho. Su corazón se hizo añicos al pensar en Harry. En como sus ojos se volvían color turquesa cuando lloraba. Sabía que le estaba haciendo daño desde el primer momento en el que lo vio y sabía también que Harry no merecía ese daño.

Él lo había intentado. Joder si lo había hecho.

Había intentado ser una mejor persona para ser exacta y únicamente lo que Harry necesitaba en su vida. Ya no se drogaba. Prácticamente no fumaba. Había dejado de dormir en su casa para que al ver los golpes de su padre no se asustara. Había alejado a Dani y prácticamente salió del armario delante de la universidad entera.

Todo lo que hasta entonces conocía estaba cambiando y a pesar de sentirse perdido sabía que él llevaba la brújula , pero Harry llevaba el barco.

Siempre unidos.

Siempre guiándose el uno al otro.

No le gustaba asumirlo porque trató de evitarlo a toda costa. Pero joder.

Estaba jodidamente enamorado. Y ¿que hacen las personas enamoradas?

Locuras.

Tonterías.

El ridículo.

Llegó a un callejón y se apoyó en una de sus paredes para retomar el aliento. Cualquier persona de su entorno podía verlo y pensar que jamás le tendría miedo a nada.Que era un joven valiente y decidido.

Pero sólo era una faceta. Louis todavía era ese niño que vio a su madre desangrada en el suelo. Ese niño que recibía palizas a diario y ese niño que se metía bajo la cama cuando sus padres discutían.

Creó esa faceta de si mismo para hacerle frente a las adversidades, porque sabía que si no lo hacía, se lo iban a comer vivo.

Pero ahora mismo. Lejos de todo lo que conocía y completamente solo, se sintió vulnerable. Sintió que hasta una hoja podría lastimarle.