Shut Up, ᴄᴜʀʟʏ ♡

Miedo.

—Luke ha ido a la zona norte de la ciudad, Harry, no merece la pena que subamos.—

—No aparece, joder. ¡Dónde está! ¡Casi no nos quedan sitios por buscar!— La desesperación en el ambiente era palpable, y aunque Harry había tratado de mantener la calma, se sentía incapaz de seguir fingiendo.

Tenía miedo.

—Tranquilízate. Vamos a pensar. Toda esa zona.— comentó señalando con el dedo.— ya la hemos inspeccionado y no hay ni rastro de él.—

—¿Y crees que eso me tranquiliza? Eso significa que quedan menos sitios por los que buscar...—

—¡Eso es bueno! Estamos cerca, vamos.— Niall tiró de su brazo pero Harry se quedó estático.— ¿Harry?—

—No estoy preparado para encontrarlo en malas condiciones, Ni... Si le ha pasado algo yo...—

—No seas negativo, venga, no tenemos tiempo que perder.—

La negatividad siempre había sido el consuelo de Harry. Una persona negativa se mentaliza antes de los sucesos que pueden hacerle daño, y cuando ese daño aparece no destroza de la misma forma.

—Déjame solo. Tú ve por ahí y yo iré por aquí.— Añadió Harry señalando respectivamente.

—No voy a dejarte solo.—

—No tengo dos años, puedo...puedo cuidar de mi mismo. Por favor, no tenemos tiempo suficiente.—

Niall asintió y se acercó a abrazarlo contra su cuerpo, dándole palmaditas en la espalda.— Todo ira bien.—

Harry se despidió y se dirigió a la zona que había elegido. Era la más alejada de la ciudad, tenía un aspecto lúgubre y mal cuidado. Era como si los habitantes hubieran desechado ese lugar años atrás.

No había rastro de humanidad, los árboles estaban secos y , siendo sinceros, era bastante perturbador.

Llevaba alrededor de veinte minutos caminando con sus sentidos a alerta. Con cada mínimo ruido se asustaba y miraba en diferentes direcciones, aunque luego resultara ser una rata, un pájaro o un gato.

Harry comenzó a desesperarse al darse cuenta de que ahí tampoco estaba Louis. Su móvil , con el sonido y la vibración encendidas, lo llevaba agarrado como su mayor tesoro, esperando que en algún momento le llegara la llamada de Luke o de Niall diciéndole que ya lo tenían consigo.

Siguió caminando hasta llegar a una zona que parecía un polígono industrial. Un polígono fantasma, pues no había signo vital alguno. Habían aproximadamente unas nueve fábricas abandonadas, llenas de grafitis y sin ventanas ni puertas. A las afueras de las mismas habían coches destrozados, sin ruedas, sin puertas , sin ventanas.

El lugar le daba muy mala espina y por desgracia estaba solo. Pasó por delante de todas ellas , tratando de escuchar un mínimo de ruido proveniente de sus interiores. Pero nada. Silencio absoluto.

No iba a entrar. No iba a hacerlo, pero al llegar a la última de ellas encontró en la salida un todoterreno negro aparcado, bastante nuevo y brillante. No tenía aspecto descuidado y estaba estacionado de mala manera, como si el conductor tuviera prisa por dejarlo ahí.

Se acercó con pasos lentos a la entrada y al fijarse en el suelo encontró algo que hizo que todo en él se removiera.

Su teléfono.

Lo cogió y se lo guardó, y con lágrimas en los ojos se dispuso a entrar, sin saber lo que se encontraría y sin saber dónde buscar, pues el lugar era gigantesco.