Capítulo 21

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—Casi es hora de irnos - Erwin miró en todas direcciones, no había visto a Mike en un buen rato y a los chicos no parecía preocuparles en lo más mínimo.

—¿Tú tienes la toalla? - Hanji gritó desde el interior de la piscina.

El más pálido y bajo del grupo levantó el trozo de tela suave y esponjoso, y de mala gana se lo mostró a la chica que aún estaba en el agua. Ella sonrió emocionada y usando la fuerza de sus brazos sacó la parte superior de su cuerpo.

Por alguna razón Levi no pudo evitar mirar más que detenidamente a esa chica rara y tonta, la ropa se le había quedado pegada al cuerpo y dejaba ver las curvas femeninas y provocativas que había debajo de toda esa tela.

El chico Ackerman respiró profundamente no quería ser obvio, pero tampoco podía dejar de mirar, la chica se sentó en el borde y quitó los cabellos de su rostro, sin que su espectador se perdiera un solo detalle.

El corazón del muchacho comenzó a latir de forma rara, sintió una especie de calor y peso dentro, era un sentimiento fuerte, como nerviosismo ese que hace que las entrañas se agiten... Mariposas, le llaman, claramente era demasiado cursi para que alguien como él lo nombrara así; sin embargo, era justo lo que estaba sintiendo.

Su corazón se había enloquecido como un idiota hasta que se paralizó de pronto, ese par de ojos castaños lo estaban mirando directamente, Levi miró en otra dirección casi con temor.

—¿Cuál... Esta? - Erwin interrumpió y le arrebató la toalla a Levi de las manos.

—Si también mis gafas, no veo una mierda - Hanji comenzó a reír disimulando mientras trataba de despegar la camiseta de su torso.

La castaña le había preguntado por sus gafas a su amigo de baja estatura, pero este al estar en un trance raro no la habia escuchado. Erwin siempre estaba alerta y ayudó a su amigo con lo que pedía.

El rubio le ofreció su mano para que la castaña pudiera ponerse de pie y al hacerlo este la observó. Hanji se puso nerviosa porque era un comportamiento poco común en él.

—Hanji... - Erwin parecía dudar en decir o no lo que tenía en la mente.

—¿Ocurre algo? - la de los anteojos empañados rió con nerviosismo.

—¿No has pensado en cortarte este cabello? - el rubio intentó pasar sus dedos entre aquella desastrosa melena de chocolate —No es que yo sepa de cabello o algo así, es solo que parece algo incómodo, no sé como lo soportan las chicas.

—Aaaah mi cabello - la castaña suspiró aliviada y contrario a lo que Levi imaginó, ella respondió completamente segura y tranquila —No lo sé siempre me ha gustado así, no es incómodo cuando te acostumbras.

—¿Has visto a Mike? - Levi se puso de pie, para interrumpir aquel incómodo momento.

Erwin pareció recordar su preocupación inicial y continuó viendo en todas direcciones, Hanji sonrió, deseaba reírse muy, muy fuerte, pero decidió guardar la situación como una anécdota entre Mike y ella.

—Creo que sé dónde está - comenzó a caminar en dirección a aquella piscina donde lo vio la última vez.

Y como si de Motomoto se tratara, el más alto del grupo se mantenía semi sumergido en el agua esperando a que tal vez el agua lo matara o lo hiciera desaparecer.

—¿Qué haces viejo? - Erwin lo llamó desde la orilla —Sal de ahí, estas no son las aguas termales - el rubio le ofreció una toalla como la que cubría la cadera de cada uno de sus amigos.

Sin decir nada el hombre salió del agua tocando levemente su entrepierna en el proceso, a nadie le pareció extraño y al ver que ninguno de los chicos se burlaba, el más alto le lanzó una mirada de agradecimiento al castaño que había impedido que siguiera avenrgonzandose en todo el parque al llevar parte del paquete por fuera del calzón.

Hanji sabía que les había hecho pasar un mal momento a sus amigos, así que fue por unas sodas y las compartió con ellos.

—Creo que jamás olvidaré este día - Erwin sonrió resignado y agradecido de que la penitencia hubiese acabado y su cabello estuviera aún intacto.

—Vaya que no - Mike respondió con cierta molestia al recordar que fue Hanji quien les obligó a usar esos estúpidos trajes que facilitaban revelar sus cosas.

—¿Una foto para recordarlo? - la castaña sonrió mostrando su dentadura.

Ya vestido con su ropa habitual, Erwin había recuperado su confianza así que tomó a sus amigos malhumorados de los hombros y juntos posaron para la ráfaga de fotos que Hanji siempre amaba tomar.

Los tres hombres blancos estaban colorados por el sol, la chica morena había obtenido un bronceado tan bonito que no pasó desapercibido por un par de ojos. Y en la foto quedó reflejdo, Erwin sonriendo como un lider confiado, Mike serio y con el rostro colorado y Levi... Observaba al idiota de cabello castaño que hacía el símbolo de amor y paz con sus dedos flacos.

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—Saben, aún puedo sentir mi cuerpo moverse en el agua - Hanji estaba muy concentrada en su teléfono mientras Erwin ya roncaba recostado boca abajo por el ardor de su espalda colorada.

—No estoy cómodo dejando las cosas en el auto - Levi entró a la reducida habitación para cuatro que habían rentado en un motel de paso (muy barato). Puso su mochila en el piso porque no había otro lugar.

—Relajate amigo, estamos cerca de la capital nada le ocurrirá a tus cositas - Hanji notó que su teléfono tenía poca carga, pero el cansancio le obligó a postergar su carga hasta el día siguiente al no querer ir hasta el auto por el cargador.

Mike estaba viendo el final de temporada de su serie, callado y apartado de los demás como siempre, por un segundo levantó la vista para ver a sus amigos y creyó haber visto una sombra pequeña en la ventana.

—No debió ser nada - se dijo a sí mismo y volvió a enterrar la nariz en la pantalla.

—Oye Levi... ¿Quieres dormir conmigo? - Hanji habló con tono de burla, mientras levantaba su sábana para invitarlo a entrar.

—¿Quieres que te rompa la nariz? - el de cabello negro amenazó con mal humor, pero su expresión cambió en segundos al recordar que ella era una chica, una cuya piel bronceada resaltaba más con la poca luz de la habitación.

—Solo bromeaba - Hanji se colocó los audífonos para no escuchar la sinfonía que todos tendrían más adentrada la noche.

—"Que chica más rara" - el de cabello negro pensó confundido, se fue a la cama y tan pronto como estuvo "cómodo" se quedó dormido.

Aunque su sueño fue tan profundo como para no despertar en toda la noche, varias pesadillas no le permitieron descansar. En una de ellas se había visto a sí mismo de pie en la puerta de ese sucio motel mientras Hanji le comía la boca al idiota de Erwin dentro del auto de Mike —"Hanji no puedes..." - un impulso primitivo lo obligó a tratar de parar lo que veía y cuando quizo alcanzarlos el auto aceleró con su característico ruido de motor poderoso y costoso.

Cuando el sol volvió a salir, Levi despertó para encontrarse con una imagen de pesadilla, Mike estaba abrazando a Hanji cerca de la puerta, le tomó un segundo darse cuenta de que no se trataba de otro sueño, sino de la realidad misma.

—"Gracias" - el grandote susurró y ella sonrió dándole un golpe juguetón en el brazo musculoso.

—No te preocupes, además fue mi culpa - ella dijo, pero en ese momento se dio cuenta de que Levi los observaba confundido —¡El que llegue primero al auto conectará su teléfono primero!

El par de brutos lucho por ser el primero en abrir la puerta, Levi alzó los ojos al cielo, ambos eran tan inmaduros que no sabía como diablos estaban en la universidad. Se acomodó nuevamente en la cama, por algún razón estaba muy cansado.

Erwin se sentó al borde de su cama y frotó su rostro —Siento como si me atropellaron por la noche - balbuceo bajito.

En ese momento la puerta se abrió de golpe y Hanji entró con el rostro sumamente pálido, ninguno de sus amigos la había visto tan asustada nunca.

—¿Ocurre algo? - Erwin se puso de pie.

—Chicos... Nos robaron el auto...



¡¡MI MEJOR AMIGO ES UNA MUJER!! Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon