Capítulo 45

4.2K 393 35
                                    

No se como demonios llegué a su casa, tampoco sabía como era. Pero algo en mi interior me dijo que esa enorme casa de ladrillo era la suya. Entré a paso decidido, la psiquiatra no se encontraba en ella, así que me dispuse a crear el caos.

Fui directo hacia lo que supuse era su oficina y con mi mano atravesé la caja de su computador, intentando boicotear los cables y conectores de ésta. Desordené y boté la mayor parte de los papeles importantes que tenía sobre el escritorio, los rayé, los rompí y descargué todo mi odio en ellos.

Cuando ya había terminado, sentí como la puerta se abría tranquilamente, era ella. Una pequeña y siniestra sonrisa se dibujó en mis labios al verla entrar y perder el control ante aquel desastre. Encendió el ordenador, simplemente una pantalla azul, nada más. Lo golpeó con furia y desesperación mientras yo buscaba un marcador permanente.

Un sharpy, entre todos esos bolígrafos multicolores, uno solo y casi sin usar, perfecto para pegar un buen susto.

"Me mataste, maldita perra" fue lo primero, en una esquina de la pantalla del computador. "Y ni si quiera te atreviste a visitarme."

Un simple grito de parte de la psicóloga, miraba despavorida hacia todos lados, buscando algo, alguien, que no iba a encontrar.

-¿Quién anda ahí?

Tiré la pantalla del ordenador al suelo, el estruendo hizo que el suelo temblase, rompiendo levemente la de estructura de este.

-¿Nick? Para, no es gracioso...

Fui en busca de su celular, una última cosa tenía que hacer para que pensara en mi.

Entre correteo lo encontré en el suelo, busqué la canción que tanto me recordaba a ella y que suponía yo a ella. Esaba a punto de ponerle al play cuando alguien me tomó la mano. Era Jack.

-_____(tn) ¿en serio? -dijo desilusionado.

-¿Qué?

-No creo que tu atadura sea esta mujer. No le dejes un trauma de por vida.

-Pero...

-No.

-Sería divertido.

-No.

-¿Porfis?

-No.

-¿No la odias?

-_____(tn)... La venganza nunca te va a llevar a algo bueno, no cometas el mismo error cuatro veces.

-¿Qué?

De nuevo con lo mismo, aquellos pasados que tanto mencionaba pero que nunca explicaba comenzaban a hacer que me doliese la cabeza.

-Lo voy a hacer igual.-concluí antes de poner la canción. Gritos de desesperación y angustia se apoderaron de la pequeña oficina, llantos y repetidos "déjame en paz" rebotaban con las cuatro paredes pintadas de blanco que comprendían la habitación.

No sentía nada, los gritos de Lauren se volvieron secundarios.

-Al parecer no soy un espíritu vengativo.-dije con algo de remordimiento.

-Alma.

-...Alma... ¿y qué voy a hacer ahora?

-Pensar en algo que quisiste haber arreglado. Despedirte de alguien, hacerle saber algo a alguien... Cerrar algo, no sé, piensa en las cosas más mínimas.

Escuché como nerviosamente la psiquiatra llamaba a la policía.

-¿Sí? Hay alguien en mi casa- decía entre tartamudeos. Nunca pude definir si es que sentía remordimiento o no por lo que le había hecho, por consecuencia haberle hecho perder el trabajo y quedar casi en la miseria por el psicoseo que le daba "mi presencia" que no estuvo nunca mas que aquella tarde.

-____(tn) piensa, antes de que se te olvide.

-¿Se me olvide qué?

-Lo que eres, lo que fuiste... y te quedes como los hijos de Margot.

-¡Eso!

Jack me miró algo confuso, sonreí plenamente, era una idea mínima, que llegó repentinamente, pero una corazonada me ddecía qué era lo que tenía que hacer.

-Sus hijos saben por qué están aquí, sólo quieren hablar con ella.

-¿Estás segura?

-No, pero lo descubriremos más rápido si tú me llevas.

Le ofrecí la mano sonriente, él la sujetó y me devolvió al manicomio.

No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)Where stories live. Discover now