No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)

Capítulo 5

Jack siempre dormía al lado de mi cama, flotando.

Me quedé mirándole por un buen rato antes de atraerlo hacia el colchón y abrazarlo con todas las fuerzas que podía.

-No estás solo.- fue lo único que logre decirle.

No le vi la cara, pero supe que estaba acelerado, su corazón estaba latiendo fuertemente, era como una melodía muda, hecha solamente para que yo la escuchase, me quedé dormida oyéndole hacer pum pum.

-Te amo.- dijo mientras yo me acurrucaba en su pecho. Acariciando mi cabello con gentileza, depositó un beso en mi frente.

*   *   *

A la mañana siguiente, Jack estaba de mejor ánimo que desde hacía mucho tiempo, empezando él a iniciar conversaciones estúpidas, o incluso, me despertó con una pequeña nevazón en mi cuarto.

Era fin de semana, verano, así que lo invité a pasar el día en una colina que quedaba a quince minutos, en bus, de casa.

El chico aceptó con entusiasmo, era un lugar con poca gente, por lo que me hablaría esperando una respuesta.

Le avisé a mi madre que saldría con unos "amigos", y partimos lo más rápido posible, riendo, perdiendo el primer bus.

Al llegar no vimos a ningún rastro de vida humana, corriendo hasta detrás de unos arbustos, en donde Jack me lanzó bolas de nieve.

No puedo decir que no nos besamos, porque estaría mintiendo. Fue lo que más hicimos, nos tomábamos de las manos y Jack me hizo flotar junto a él, a caballito, pero no por mucho tiempo, quedé mareada a los cinco minutos.

Fue cuando ya estaba oscureciendo el momento en que hizo la pregunta que amargó el día, pero que quería escuchar.

-¿Quieres saber que les pasó?

-¿A quien?

-A los demás guardianes.