Capítulo 17

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No recordaba lo bien que se sentía despertar con la mirada de Jack posada sobre mí, era extraño, puesto a que había olvidado el como se sentía.

-Buenos días.

Me levanté con una sonrisa plena, bajé las escaleras corriendo y salté los últimos dos escalones que llevaban a la cocina.

-Buenos días- le dije a mis padres, con la sonrisa aún en pie, estaban preocupados.- ¿que sucede?

Mi madre transitaba por la cocina, desesperada, haciendo las mismas cosas una y otra vez.

Mi padre había terminado de desayunar, todavía con los restos de pan en las comisuras de la boca, estaba tan nervioso que olvidó limpiarse.

-No tienes que comer tan rápido- le dije con mi gran sonrisa presente. No se dignó a hablarme, ni si quiera a mirarme.

A mi madre se le cayó una taza mientras la secaba por tercera vez, sus manos temblaban con una fuerza tan grande que no parecía natural.

-Tenemos que hablar.- dijo con una voz entrecortada.

-¿Qué pas...

-Siéntate.- me interrumpió bruscamente.

Jack, atrás mío, parecía asustado, como si supiera lo que estaba a punto de pasar.

-¿Hay algo que nos quieras contar?

-¿Sobre qué?

-¡No desvíes el tema! ¡Sabes bien a qué me refiero!-estaba a punto de estallar, las arrugas marcaban una cara llena de angustia sobre sus facciones.

-Nos tienes preocupados.- dijo mi padre con un nudo en la garganta.

-No los entiendo...

-Acaso... ¿ves... cosas que nadie más puede ver?

La pregunta fue tan hecha por encima, tan obligada a ser cuestionada, ellos no querían que fuese verdad. ¿acaso lo era? Solamente veía a Jack, a nadie más.

El silencio rodeó la habitación, y la tensión se mantenía constante.

-Jack...-susurré a un nivel tan bajo que dudo que alguien me hubiese escuchado.

-Diles que no.- dijo él.

-Sé sincera, por favor.

No pude decir nada, no quería seguir escondiendo la existencia de Jack, él era real, y no memerecía ser ignorado.

-Dinos la verdad, ____(tn), nos tienes preocupados-dijo mi padre.

-Diles que no, por favor. -repetía Jack.

-¡Contesta hija!-explotó en llantos, mi madre.- ¿¡Sabes lo que hiciste ayer!? ¿¡Lo sabes!? ¡Te subiste al maldito techo a gritar! ¡Despertaste a los vecinos y a medio mundo más! ¿Y sabes que nos dijeron? ¡Que estabas sola! ¡Sola!

-Mamá, yo...

-¿¡Cómo crees que me siento al saber esto de otras personas!? ¡Por qué coño no me dijiste nada!

-Detente...

-¡Estabas siendo egoísta!

-¡Detente!- grité.

-¡No me hables de esa manera! ¡Siempre lo haces! Al principio pensé que era normal, pero lo has llevado muy lejos¿Quién es?, ¿Un hombre? ¿Un gato? ¿Acaso te dice que hagas cosas malas?

-Mamá...

-¿¡ACASO!?-estampó un golpe contra mesa, con rabia, desesperación, como si fuese a resolver las cosas de esa manera.

Sus gritos rebotaron en cada centímetro de la cocina, ahora nada podía parecer más silencioso.

Mi padre estaba con la cabeza agachada, ya no quería seguir escuchando.

-¡____(tn) dile que no!-gritó Jack.

No quería estar en ese lugar, quería irme.

-¡Respondeme de una vez!-estaba asustada, asustada de lo que vendría después, lo inevitable.

Ayúdenme...

Alguien...

Por favor.

No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)Where stories live. Discover now