No me olvides, por favor (Jack Frost y tu)

Capítulo 12

-¿C-como?-no entendía, ¿acaso Matt sabía de la existencia de Jack? Se me tensaron los músculos ante aquella posibilidad.

Se quedó en silencio por un buen rato, luego, sin poder contener más la risa, estalló en carcajadas.

-Ay cariño, no me digas que te la creíste.

-¿Perdón?

-¿Qué acaso no conoces el dicho? ¿"Menos conocido que Jack Frost "?

Un maldito dicho, y yo que había pensado que Matt lo conocía.

-No, no lo conocía.-dije distante, su voz invadió mi cabeza, "no me olvides", esas tres palabras que tanto repetía, palabras que me hacían querer volver a verle.

-Por favor, ______(tn), no te enojes. Era una broma. No me digas que crees en Jack Frost.

Me quedé en silencio, apartando la mirada para que no me descubriese.

-¿_____(tn)?- se quedó mirándome de manera juzgadora.- ¿Crees en Jack Frost?- dijo incrédulo.

-¿Que tiene de malo? -me puse a jugar con uno de los cojines del sillón para no mirarlo a él.- tu sigues creyendo en el conejo de pascua y yo no te digo nada.

-Pero es que ahí hay una gran diferencia; Jack Frost es una película de "terror"-hizo las comillas con sus manos- de Michael Cooney... Ya sabes, la del muñeco rancio, y en el folclore apenas se le conoce.

-¿Y desde cuándo a ti te interesa eso?-dije con tono de burla.

-Cariño, hace mucho tiempo que no hablamos, he cambiado.

-Sigues siendo un enano molestoso.

-Ya no soy tan enano.

Era verdad, Matt ahora estaba más alto, me pasaba por una cabeza. A parte de que ahora estaba en forma. No es que antes fuese gordo, pero...

-Y estoy más sexy.

-¿Qué?

-Ahora me vas a tener ganas y yo no te voy a tomar en cuenta. - dijo mientras apoyaba su mentón sobre su mano, con una sonrisa.

-Sigue soñando.

Su sonrisa no se le fue durante toda la tarde que pasamos juntos, a veces soltaba esas bromas, y yo me reía en su cara.

Necesitaba sacarme a Jack de la cabeza, y Matt me estaba ayudando bastante. Hacía ya tiempo que no sonreía tanto.

Pasaba casi todos los días con él, pero algo me faltaba, Jack, he de admitir que siempre había pensado en cómo sería estar sin él, y ahora que estaba pasando... No me podía sentir más vacía.