Capítulo 15. Enfoques

762 60 77
                                    

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.



La última vez que nos vimos fue en una fría noche de Año Nuevo en la cual coincidieron mis visitas esporádicas a la ciudad con una reunión que mamá y papá tenían fuera de Seúl para celebrar. Como era costumbre y considerando que los rumores de la sexualidad de mi hermano se esparcían a prisa y sin temor a los posibles daños psicológicos que le generaban al más chiquillo de la familia, él no asistió siendo excusado por un resfriado.



Nos encontramos cuando la nieve se volvía más gruesa.



Nos abrazamos entre la neblina de invierno que curiosamente parecía más apabullante que en otras ocasiones.



Comimos una hamburguesa cerca de Jongno-nu. Bebimos un par de sodas y brindamos cuando dieron las doce de la noche para celebrar la llegada de un año próspero para ambos.



O al menos esa era la excusa. Pero yo no podía permanecer en silencio toda la noche. Y él merecía la verdad de mi visita.



De mi despedida.



DongHae lloró muchísimo abrazándose a sí mismo y preocupando a las pocas personas a nuestro alrededor tras decirle que me marcharía otra vez y no volvería por lo menos durante varios años hasta que encontrara estabilidad en el sitio donde viviría. No entendí el dolor de sus esperas hasta que se atragantó con su propia saliva y se talló los ojos como haría cualquier niño abandonado en el colegio mientras observa a su madre agitando la mano para marcharse al fin.



Si tan solo las circunstancias no fuera un obstáculo. Si tan sólo mi hermano fuera libre de la monstruosidad de su padre y de la cobardía de mi madre. Si tan sólo pudiera envolverlo en mi abrigo y llevarlo en mi maletero para que Woo Hee y yo lo cuidáramos.



Tantas veces que la escuché sollozando por la desventura de Lee DongHae. Un niño al que nunca conoció, pero quiso y amó tanto como yo. Probablemente por eso me enamoré tan intensamente de ella. Su facilidad de empatía y comprensión para una vida tan resquebrajada como era la mía, me conmovía hasta el alma. Gracias a ella se hacía más llevadera la desventura.

Revivamos a Eros [EunHae]Onde histórias criam vida. Descubra agora