Capítulo 5. Harry y su debut en el porno

1K 87 90
                                    

Sólo por una manzana

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.







Sólo por una manzana.





La primera vez que el señor Lee me reprendió creí que era de verdad un crimen tomar comida del refrigerador sin autorización previa. Mamá había salido temprano. Y yo no me sentía satisfecho con un emparedado y algo de fruta. Me pareció extremadamente normal buscar un aperitivo más para abastecerme.





Mi error.





¡La comida está contada!





En la mejilla.





¡La comida no es para jugar!





También en el ojo.





¡La comida se pide!





Al final en los labios.






¡Malcriado!





Verle a la cara no fue igual desde entonces. Y yo tampoco lo fui. Mamá llegó de su desayuno. Nos observaba desde la puerta. El señor Lee se encontraba agotado. Y me juré a mí mismo no repetir un delito como ese. A no ser que quisiera otro golpe. A no ser que sus ojos volvieran a enfocarme con tanto desprecio.





Y todo por una manzana.












════ ∘◦❁◦∘ ════








Me pregunto a qué salón de belleza se habrá ido. Debería pedirle la dirección a ver si a Junsu le ayudan con tremendas ojeras que se carga. Si este tipo quedo así, no dudó que a mi amigo me lo entreguen como muñeca francesa en falda tejida con crochet. Y pensar que no deja de tocarse la barbilla haciendo alarde de su posición "natural"; intenta demostrar espontaneidad en lo que estoy seguro se pasó ensayando toda una noche frente al espejo. Como si el drástico cambio de sujeto torpe a hombre maduro le quedara justo en el punto. Él mismo sabe que ni así es competencia para mí pues de ser así no se vería en la necesidad de recurrir a nuevas indumentarias.








¿A quién quiere engañar? Los pómulos no se remarcan tanto a menos que sean previamente bañados en aceite. No sabía que usar bálsamo labial estaba de moda. Quiero decir, no aquel con el tono tan rojizo comúnmente usado por mujeres. No está nada mal, a decir verdad. Pero quiero pensar que en él se ve lo suficientemente ridículo como para que continúe hablando, sonriendo y dándome la satisfacción de concluir que el cambio le quedaba demasiado grande como para cubrir la mínima parte de su torpeza.








Y esa cera... Oh, que no sea ingenuo. La cera para el cabello difícilmente se adhiere con tanta precisión a las hebras. Matemáticamente es imposible que un producto así de sutil pueda mantener los cabellos bien alineados cual personaje de serie animada.








Revivamos a Eros [EunHae]Where stories live. Discover now