Capítulo 20. Cristales rotos

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Aún si ella no deseaba mis intervenciones, yo necesitaba tomar parte en la situación.


Esa mujer estaba llegando a niveles inimaginables.


¿Seguir los pasos de Woo Hee de esa forma?


Hyukjae debía ponerle un alto.


Jamás me vi en la necesidad de hacer algo que a mi novia desagradara o le causara inquietud. Sobre todo, tratándose de mí encarando a su amigo, pero, ¿hasta cuándo?


Francesca perdía la cabeza cada vez con más fuerza.


Esos celos no son normales.


Esa posesión debía parar de una buena vez.


Antes de que algo colapsara.


Antes de que todo terminara.




***




Esta mañana no quise ya volver a tocar el tema. Sin embargo, me vi en la necesidad de plantarle cara a Hyukjae. Al parecer él tenía otra clase de preocupaciones que sin querer lo abrumaron tras atreverse a decirme la situación que nos esperaba próximamente. Creía, el muy bobo, que mi decepción, mi enojo y esa impotencia que sentí antes fue producto de mis posibles deducciones con respecto a la petición del señor Lee hacia él.


Como si yo fuera capaz de deducir que ellos confabulaban a mis espaldas para despojarme de todo. Ciertamente es una de tantas posibilidades. Y si en otro momento se me hubiera informado de eso lo más seguro es que yo solo habría deducido lo peor de Hyukjae. Pero, para empezar, ¿por qué darme a conocer aquello si no era mas que para prevenirme? ¿O por qué buscar la manera de contratar a alguien para cobrar la herencia sabiendo que esto haría enloquecer a papá?


Al estar en la cama me explicó de mejor manera cómo sucedieron las cosas y por qué actuar a prisa era lo más conveniente. Aseguró que esa persona estaba pendiente de cualquier movimiento relacionado con las pertenencias de Hwa por lo que estaría sobre aviso si se enteraba de nuestras intenciones.


Además, dejando la frivolidad a un lado que me hacía justificar el que Hyukjae actuaba de buena manera, siendo sincero, jamás se me cruzó por la cabeza que él tuviera un fin malicioso detrás de todo. Es cierto, me contó lo que pasó con mi padre. Sin embargo, no llegué a concluir que él también estaba detrás de todo eso por la simple y sencilla razón de que confiaba completamente en sus palabras y en su actuar.


¿Cómo llegamos a tanto? Es curioso preguntarlo. Ese hombre me ha demostrado que no era sólo rencor lo que había en su corazón. Y que, aun si cometimos errores de diferentes maneras, encasillarlo a una sola definición sería tan egoísta como que él pensara que yo estaba a su lado para sentirme protegido ya sea por la posición económica o por el simple hecho de no andar solo por la vida.

Revivamos a Eros [EunHae]Where stories live. Discover now