PRÓLOGO

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Y que la vida me regale cinco segundos más de este irreverente momento hasta volverme nuevamente brasas que se consuman en los dedos de la creación. Quemarme como quien alcanza dos gramos de lava extraída de los mejores rayos del sol. Y sentirme una más de tantas estrellas que arden todos los días entre la infinidad parpadeante de la galaxia.




Revivir. Eclipsado por los destellos de un roce.




Respirar. Mordiendo el inicio del aliento.




Inmortalizarme. Cuando sienta que llega más allá del Edén.




Yemas, uñas, piel, infinitas partículas adhiriéndose hasta volver mis ojos blancos y casi venosos al tocar la punta de la córnea. Contraer y atrapar; enterrar y salir; llorar y sostener; encajar y colapsar.




Vivir.




¡Oh, ¿podremos alcanzar el Nirvana? Porque está ahí. Al acecho y luego vuelve a alejarse para que una nueva lágrima caiga.




Por... dios —.




Un poco más, mi amor —.




Entonces, saber que el cielo está en su cuerpo, y el mío se encuentra en plena fotosíntesis. Florece, muere y en seguida el ciclo se repite hasta dar un resultado más sublime que el anterior.




Me he cansado. Él ayuda. Yo me impulso. El empuja. Yo jadeo. Él cede. Y así, entre ávidos contorneos me doy cuenta de que no siempre el paraíso es un ideal. Que podemos crearlo. Juntos. Adiestrando claves para encajar hasta que mi cuerpo sude y el suyo se endurezca el triple.




DongHae —le escucho murmurar. Y logro entenderle porque yo también lo siento. Así. Fuerte. Preciso. Directo.




Tan hermoso.




Esa noche y todas las futuras fue sencillo abandonarme a mí mismo. Me vi postrado sobre su abdomen hasta que el hambre viniera con mayor intensidad que antes rogando por un nuevo manjar que respondiera a mis caricias. Esa noche y todas las futuras yo estuve sediento. Amenazando con atacar los lugares más húmedos de su cuerpo hasta saciar mi necesidad por extraerlo todo y fundirme en carne ajena. Llegar al monte más bello jamás explorado para beberme el estandarte de su semilla.




Esa noche quise serlo...




Deseaba serlo...




Como hoy, como mañana, como lo fui desde hace tanto. 




...Siempre suyo. 

Revivamos a Eros [EunHae]Where stories live. Discover now