Revivamos a Eros [EunHae]

Capítulo 1. La pluie

<<Solía llevar los labios decorados de carmín. A veces sus comisuras daban la impresión de mostrar dos montes alargados por la lava que al final conecta con la carnosidad inferior de la boca. Y cuando el géiser se abría de él salían palabras aladas, algunas rocosas, otras tan abrasadoras que podían llegar a asfixiarte. Hubo una época en que los montes sonreían sin causar el más mínimo daño. Aquellas erupciones se basaban en contribuir a la naturaleza para que todo cobrara sentido en el orden que dictaba la estabilidad de la evolución. Hubo un tiempo que verdaderamente dio los mejores frutos para que la creación se abriera paso por encima de la modernidad. Ella era el temple necesario para impedir el caos.

Pero, como toda buena divinidad, necesitaba de una mano que le condujera cuando la lava del escarmiento la empujaba por rincones que no quería conocer y, por lo mismo, se negaba a explorar incluso para salir de ellos. Entonces vino el verdadero justo medio. Porque si el volcán amenazaba una explosión que orillara a toda especie hacia un nuevo Big Bang, aquella mano la apaciguaba con caricias acuosas que se evaporaban en el ombligo del matrimonio. Le llovían besos líquidos que deambularan en cada rincón donde el fuego amenazaba con salir. Se nublaban los días para darle a ella una poca de calma entre la frescura y lo crispante de un "todo va a estar bien" que no atentara contra las raíces de su explosivo carisma.

Juntos eran armonía.

Estallaban y volvían a la estabilidad.

Caían y volvían a enderezarse.

Temían y volvían a la lucha.

Después papá falleció, entonces el volcán se apagó para siempre. >>