CAPÍTULO 22

6.2K 270 30
                                    

Tenía un enorme presión en mi pecho, no podía respirar.
Abrí mis ojos de golpe y él quitó sus dedos de mi nariz.
            Que carajos
Al principio pareció que se asustó pero lo reemplazo un intento de sonrisa.

Que por cierto así parecía aún más un psicópata.

-Que mierda estás haciendo eh- le pregunté enfurecida.

- Solo te veía dormir amor.

- Tenías tu puta mano en mi nariz, no podía respirar- su rostro cambio drásticamente y me di de golpes en la cabeza.

No le gusta que diga "malas palabras"; la última vez me lo dejo muy en claro pues incluso me lavo la puta boca con agua y jabón.

-Lo primero que me sorprendió de ti cuando te conocí fue tu vocabulario, de lejos eres una bella princesa que no rompe ni un plato pero me di cuenta que no era así porque amor, hablas peor que un carcelero y fue mi principal propósito para cambiar de ti y creí que con lo de la última vez ibas a entender pero ya me di cuenta que no así que no me obliges a hacer algo mucho peor amor.

Me había quedado muda...

¿Cuántas intenciones así de enfermas tenía este tipo?

-¿Entendiste?- sujeto mi barbilla y se acercó demasiado a mi rostro, solo asentí con mi rostro, no me imaginaba mi cara en estos momentos.

Odio la persona en la que me a convertido este hombre pues no me gusta como me asustó con tanta facilidad.
Yo no era así...
Nunca se me olvidarán las cosas que este bastardo a hecho, mi personalidad a cambiado bastante de que estoy con él m

Él solo trajo desgracias a mi vida pero sabía que no todo era su culpa pues también es mía por dejarlo entrar en mi vida; es el peor error que pude cometer..
Ahora la vida me a enseñaba las consecuencias...

Pero yo cómo lo iba a saber....

- Amor, no te escucho

-Si..

-Bueno iré a preparar el desayuno - se levantó y beso mi frente- No sabes cuánto te amo pequeña, eres lo que siempre soñé.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Se fue y dejé salir aire que estaba reteniendo.

















El día había pasado bastante tranquilo, lo cual a veces era raro ya que con su temperamento la tranquilidad era lo que menos se podía tener.
Gracias al universo me trajo unos libros y pude distraerme un rato.

Se había hecho de noche muy pronto y a pesar de no hacer nada hoy, de nuevo y como todos los días hoy tenía más sueño de lo normal, él me trajo un té, uno de mis favoritos y sabía delicioso, el té me da sueño.
Me acomodé en la cama y deje que mi sueño fluya.

.

Se escuchaban pasos por toda la casa lo cual no me dejaban dormir, ya no pude conciliar el sueño así que me senté en la cama y observé la puerta, la luz de fuera está prendida y se veían como pasaban de un lado a otro.

No tardó mucho para que entrara a la habitación, se le ve un poco ansioso y a pesar de que estaba todo oscuro se podía notar las gotas de sudor que bajaban por su rostro.
Su mirada se encontró con la mía y camino rápido hasta ponerse a mi lado.

-Amor...¿Porqué sigues despierta?

- No puedo dormir, me despertaste- contesté.

-Lo siento, haremos algunas cosas para mañana y tengo que dejar las cosas listas desde ahora- note como miraba su reloj constantemente, es la una de la madrugada.

- Supongo que está bien.

-Vuelve a dormir, en unos momentos te acompaño- fue imposible ocultar la mueca que hice pero agradezco que él la haya ignorado.

Regreso a hacer lo que sea que estaba haciendo y yo me volví a acomodar para volver a dormir.

Mi cuello me empezaba a doler y todo se estaba moviendo...
Está no era la cama, me desperté asustada y fue tanta mi sorpresa al ver que íbamos en la carretera, estaba cobijada en los asientos de atrás y el iba manejando.

¿En qué momento salimos de la casa?

¿Porqué no me di cuenta?

Él aún no se percata de que ya desperté, se le sigue viendo ansioso e iba un poco rápido.

Seguí viendo el camino...

No había absolutamente nada, solo notaba las  grandes montañas que estaban a lo lejos y a decir verdad me desanimaba un poco, no creo que un alma pase por aquí.
Decidí hacerme la dormida hasta llegar a un lugar transitado, debíamos pasar por al menos una gasolinería o algo parecido; aunque también depende de a dónde nos dirigimos.
Me puse cómoda y me dió tanta tristeza sentir como cabía sin ningún problema en los asientos...si tuviera mis piernas sería un tanto incómodo.
Me siento tan vacía.

-¿Tienes todo listo?- escuché de repente, me destape un poco y note que estaba hablando por teléfono.

-Llego en dos horas, ya estoy cerca...

-Si, si viene aquí conmig- freno en seco y maldijo golpeando el volante.
Alcé mi mirada y a lo lejos podía ver las luces de la policía.
Dios mío...mi corazón empezó a latir rápido.
Su mirada se encontró con la mía por el retrovisor y me dió una mirada amenazante.
- Los estoy viendo, ya van en camino y Daniela ya despertó.- colgó y seguimos viendo como pasaban los autos de policía a lo lejos.

Quería gritar, correr y pedirles ayuda, ese van en camino me hizo entender el porque él estaba así en la casa, de un lugar a otro, por eso nos fuimos de ese lugar, sabían en dónde estábamos...

-Ni se te ocurra princesa- dijo, está ansioso, son demasiados carros y solo rogaba por qué al menos uno nos viera...

Pero no fue así, paso el último y él contó veinte segundos más hasta entonces aceleró lo más que pudo.
No sé que tramaba este loco ni a dónde nos dirigíamos pero yo necesito salir de aquí, cada segundo es más constante esa sensación de ahogamiento en el pecho.

-¿Puedes ir un poco más lento?- dije.

- Cállate-contesto cortante.

Sabía que no me haría caso, estaba empezando a tener miedo ya que iba demasiado rápido y sumándole que no tenía los faros encendidos, nos podíamos estrellar con cualquier cosa en la carretera, no sabía si volver a abrir la boca...
Y de repente un estello de luz apareció en el retrovisor, gire mi cabeza y era un automóvil, este no tardó ni dos segundos en prender su sirena junto con sus luces.

Mi corazón empezó a saltar, de felicidad, de nervios, emoción...
Este imbécil no tenía escapatoria y lo sabía, en este momento se revolcaba en su ansiedad.

- Baja la cabeza Daniela

-Yo...

- ¡Te he dicho que bajes la puta cabeza que te pueden ver!

Me pareció absurda su "orden" pues es obvio que sabían que estaba aquí; o eso espero...

Ahora ya no era solo un auto, empezaron a aparecer uno tras otro, fácil son como seis o siete.
Espero que sean los suficientes para este puto loco.

-Debes parar- dije y solo me miró feo.

- Estás loca si piensas que lo haré, porque mierda no entiendes que eres mía y que estarás conmigo Daniela, si yo muero tu morirás conmigo porque irás a dónde yo vaya.

Ni en esta situación deja de ser un psicópata.

Maldecia y golpeaba todo a su alrededor, no había escapatoria.

Se escuchó un disparo y en un abrir y cerrar de ojos veía como el carro junto con mi cuerpo empezaban a dar vueltas, los cristales se incrustan en mi piel y no podía agarrarme de nada.

Él automóvil quedó boca abajo, a este punto estoy tan mareada y no sentía mi cuerpo...
Todo era muy borroso, y solo había un zumbido  en mis oidos pero aún así escuché como golpearon la puerta con brusquedad, se reflejaban unos pies por la ventana, mis ojos ardían y solo deje llevar mi alma a donde sea que fuera...



Daniela López

PRESA DE SU OBSESIÓN Where stories live. Discover now