CAPÍTULO 27

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Seguía corriendo y ya ardía mi pecho, necesitaba descansar pero me negaba a hacerlo, el tiempo en estos momentos era lo más valioso y no podía desperdiciarlo. Todo estaba oscuro y era lo que menos me importaba, los árboles se veían intimidades; pare y tome una gran respiración, estoy muy agitada y empapada de sudor.

Una vez que me calme, me senté y los pensamientos no tardaron en llegar, la duda sobre si ya se había dado cuenta, el temor de no saber en dónde estoy o en que cualquier momento puede salir un animal y atacarme.
Realmente era lo de menos, no me preocupaba del todo por qué al final no hay nada peor que pueda pasarme.

.

Seguía intentando escalar el gran árbol pero era inútil, está demasiado alto y el sol ya estaba comenzando a asomarse.
Decidí seguír avanzando, no le veía fin al bosque y me sentía perdida.

Sé que estoy perdida y si él me encuentra, definitivamente lo estaré.

Sabía que si me encontraba me iría muy mal y aún que trataba de no pensar en eso me fue imposible no hacerlo, me a demostrado ser una persona sin valor alguno...
Es duro saber mi dolorosa y cruda realidad, nunca e podido hacer las cosas que quiero y dudo mucho poderlas hacer algún día teniendo a este maldito loco a mi lado.
Y también me sigue doliendo la traición que sufrí por este porque llegué quererlo muchísimo confíe  en él, llore en su hombro y me apoyo cuando más necesite, fue mi persona favorita en la vida...ahora ya no lo conozco, bueno, nunca lo conocí realmente.

Solo pedía poder salir de sus garras y volver con mi familia.


Él

Veía como se alejaba corriendo, la inquietud latía en mi pecho pero no me importo porqué aún no era momento, deje que lo hiciera al fin y al cabo pronto estaría aquí.

Es tan tonta como para pensar que se puede ir tan fácilmente, me en rabia saber que nunca comprenderá que su lugar es a mi lado, conmigo. Y ciertamente a estas alturas no me importa en lo más mínimo por qué como dije antes, su destino es estar a mi lado, nacimos para estar juntos...ella fue hecha para mí.

Prendí la última vela y la puse en la esquina de la estrella.











Daniela

Tenía demasiada hambre, me pare un momento a descansar, estoy tan cansada y desorientada , aún no encontraba nada que pudiera orientarme en este enorme bosque. Lo peor es que ya está comenzando a anochecer, moría del cansancio.

Me refugié dentro de unos arbustos, esperando poder dormir un rato, acomode mis cosas y cerré los ojos, sentía una tranquilidad tan hermosa, el silencio del bosque es de lo más bello.
Y sin darme cuenta caí en un profundo sueño.

Todo estaba oscuro y había un olor interesante, un aro de luz apareció a lo lejos y camine hacia allá pero algo me detuvo. Sentía que no podía moverme.

Daniela...

Se escuchó mi nombre a lo lejos.

En dónde estás pequeña.

Me removí del lugar en dónde estoy y sentía como empezaba a hundirme.
Sentía que me ahogaba y al mismo tiempo todo mi cuerpo empezó a arder, intentaba agarrarme de dónde sea pero mi cuerpo se seguía hundiendo, era como si de arenas movedizas se tratara.

Mis piernas comenzaron a picar horrible y ese aro de luz se acercaba.

No podía gritar y menos moverme, la desesperación me carcomía.
Y en un segundo esa Luz se apagó y a lo lejos se escuchaban campanadas.

PRESA DE SU OBSESIÓN Where stories live. Discover now