CAPITULO 5

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Daniela

Aarón me llevó por un largo pasillo, bajamos unas escaleras y nos dirigimos hacia el jardín.
Esta casa era muy Bonita y algo grande, sino fuera por toda esta situación entonces seria la casa de mis sueños.

Cuando nos fuimos acercando al jardín se veían pequeñas luces en el césped.

- De algún modo quería pedirte perdón ya que me siento muy culpable por lo que hice, no te mereces que nadie te trate mal- dijo Aarón sacándome de mis pensamientos. Todo en el jardín estaba muy lindo, había muchas velas formando un camino hacia el centro del jardín donde se encontraba una mesa bien decorada.

Me sentía como un cuento de hadas pero inmediatamente recordé todo y esa sensación se vino abajo.

- ¿ Dani ?-

Mi única contestación fue una media sonrisa.

- ¿ Te gustó?- volvio a preguntar. Si, respondí mentalmente.

- Aarón...- susurre sin terminar ya que el me interrumpió.

- Si no te gustó puedo cambiarlo todo ahora mismo-

Suspire- esque no es eso, todo está muy bonito pero no quiero nada esto, no es correcto.-

- Como que correcto- me miro confuso.

- Si...nada de lo que estás haciendo esta bien, ahora mismo me han de estar buscando y no se como asimilar todo esto, no puedo sentarme ahí sabiendo que estoy aquí contra mi voluntad, sabiendo que el que yo suponía que era mi mejor amigo me haya hecho esto - dije todo eso mientras mis ojos se inundaban.

- Pero tú debes de entender que estoy haciendo esto por nuestro bi...-

- ¡ No ! Esto no esta bien y no obtendrás ningún beneficio, estas siendo  muy egoísta- lo interrumpí.

El me miró un poco furioso- No alces la voz  y no quiero discutir contigo por que sé que no llegaremos a ningún lado , así que si quieres comer ve y siéntate, en un segundo vuelvo.-

Ojalá y no vuelva dije en mis pensamientos.
Me debatí sobre ir o no ir, pero mi estómago rugió muy duro así que opte por la primera opción.

Me dirijo hacia la mesa y me senté, de cerca se veía más linda, solté un suspiro. Tenía que salir de aquí ¡ya!
Quería ver a mis padres, a mi Cleo, Cleo es mi perrita, estaba muy preocupada por ella, unos pasos me sacaron de mis pensamientos, alce la mirada y Aaron Venía  con una charola en la mano.
Nuestras miradas se encontraron y el me dio una pequeña sonrisa mientras yo apartaba la mirada.

- Cocine tu platillo favorito, nena- dijo poniendo la chalora en la mesa.
La comida se veía deliciosa pero enserio, no quería aceptar nada que viniera de él. - Espero que te guste- Depósito el plato enfrente de mi y se sentó en su lugar para después disponernos a comer en un silencio muy incómodo.




Daniela López.

PRESA DE SU OBSESIÓN Where stories live. Discover now