PRESA DE SU OBSESIÓN

CAPÍTULO 28

Saco el vibrador de mi interior y fue extraño, aún me sentía mareada.

Se sentó a lado mío y suspiro, tenía miedo y me estoy mentalizando para cualquier cosa que pueda suceder.

-Cuando ví las grabaciones lo único que quería era matarte- hablo brusco- Y ahora que te tengo enfrente  comprendo que morir sería un premio para ti.

-En eso tienes razón.-me burlé

Gruñó y cerré los ojos- Te veré y disfrutaré hacerlos sufrir y no voy a parar hasta verte arrodillada ante mi...quiero escuchar de tus lindos labios que eres mía, que tengas ojos para verme solo a mi porque no tolero el hecho de veas a alguien más princesa...incluso podría sacartelos -me acaricio y observo mi rostro, tenía esa mirada obsesiva; da miedo, en verdad parece un loco- te quiero ver sumisa y obediente, ese lindo cuerpecito estará lleno de mis marcas - me estremecía con cada palabra, es un psicópata.

Trate de controlar mi respiración pero era difícil, me controle de responderle, mis lágrimas ya querían salir pero no quería soltarlas. Sabía que le gustaba verme llorar y no quería darle ese gusto.

Se paró y fue al closet, saco una muda de ropa y me la aventó- Póntelo - ordenó.

Me la puse como pude y me cargo, salimos de la habitación y caminamos por el largo pasillo, es infernal.

-Quiero agua, por favor- me dió una mirada y respondió con un luego, mi boca estaba seca y podía sentir mis labios secos, me e de ver horrenda.

Bajamos al sótano y me imaginé lo peor, me removí en sus brazos con brusquedad.

-Que haces, no me encierres ahí sabes que tengo miedo a la oscuridad- y aunque era un pavor tonto de verdad que si lo tenía, me aterra no ver nada.

Su tranquilidad y falta de respuestas me dan angustia.

Bajamos y encendió las luces, solté un grito desgarrador cuando lo ví.

Brandon...

No, no, no.

Me negaba rotundamente a que era Brandon.

-Sorpresa- susurro en mi oído.

Sentía que me desmayaba, su aspecto nauseabundo me sacaba de trance, no tenía ninguno de sus dedos y le faltaba una oreja, su cara desfigurada y roja, ahora entiendo el por qué de la sangre de anoche.

-Quiero que veas hasta donde soy capaz de llegar con tal de tenerte a mi lado.- puso un mechón detrás de mi oreja y mi atención solo estaba en Brandon, es irreconocible, mi vista viajo a las velas que estaban en aquel altar mío, mi corazón se saldría de mi pecho si seguía latiendo así.
Todo era tan irreal, negaba con la cabeza queriendo que todo fuera un sueño- No estás en un sueño- una voz se escuchó, Brandon salto de golpe y yo me espanté, es la misma voz que escuche en el bosque.

Aarón soltó una gran carcajada
- ¿Qué es esto Aarón?- pregunté desesperada.

- Te dije que los haría sufrir a los dos pequeña y mi paciencia contigo se a acabado- camino y puso una silla frente al altar queriéndome sentar.

-No, no, déjame - me agarre con fuerza a su cuerpo, no quiero sentarme ahí, tenía tobilleras y en el centro del asiento había un agujero.

-Vas a ser obediente Daniela- advirtió Aarón.

-No me quiero sentar ahí, por favor no me obligues -suplique.

-No me importa que quieras.

Me sentó con brusquedad, sentía un pánico espantoso.

-Si te caes yo no te levántate Daniela- me dijo cuando vio que no paraba de removerme. Me quedé quieta y me dió un beso en la frente.

-No debiste traerla aquí - susurro con dificultad Brandon.

Aarón

Así que aún habla este imbécil... caminé con pasos lentos a dónde él estaba, me agache y le dije:

-Te atreviste a tocar a mí mujer y aún osas de interrumpir- le dí un puñetazo y Daniela gritó.

-No Aarón, para con todo esto, por favor- cada palabra que decia me enfadaba más, está defendiendo a este idiota. Fuí, la agarre del pelo y la baje a rastras  ella grito de dolor y la avente a dónde estaba Brandon tirado.

-Tanto quieres estar con él, adelante maldita zorra.

-Dejala, le has hecho mucho daño Aarón, ella no tuvo nada que ver- apenas podía hablar este imbécil.

Fui a dónde estaba mi amado carrito y agarre mis tijeras junto con unas pinzas.
Regresé con Brandon-Abre- le ordene y este se negó, lo agarre a la fuerza y abrí su boca, tome su lengua con las pinzas y en un segundo ya no tenía su lengua, su boca escupía sangre como si fuera agua y un hormigueo iba subiendo por todo mi cuerpo.

Si...

Daniela miraba impactada y lloraba con fuerza.

-Ahora si nadie podrá interrumpir- lo hice a un lado y fui hacia ella.

Me sentía como un león atrapando a su presa, ella escondida en la pared muerta del miedo, se ve tan exquisita que mi boca salivo.

-NO TE ME ACERQUES- Me grito y la tome con brusquedad, le di una bofetada y me puse encima de ella.

-Cállate, cállate, cállate - le tape la boca y ella mordió, quite mi mano de golpe y me abalance a su cuerpo mordiendo también.

-Aaaah- gritaba de dolor y yo solo disfrutaba la textura de su piel.

Me quite y le dejé una gran marca de mis dientes, mi amigo se estaba poniendo duro...me exitaba de sobremanera marcarla.

Me levanté y fuí por mi marcador metálico, ya a de estar lo suficientemente caliente.
Lo sostuve y mire a mi pequeña, sus ojos irradian pánico, sabía lo que iba a hacer, sin más me acerque a ella y la sostuve con fuerza.

-No te muevas maldita sea- le dije y ella solo me suplicaba que no lo hiciera.

Lo deje caer en su glúteo derecho y ella grito tan fuerte del dolor, se retorció y eso me exitaba más; lo quite y una preciosa A estaba al rojo vivo en su bello y perfecto cuerpo.

La e marcado...

La amo, la amo tanto que es indescriptible lo que siento ahora al verla así, amo verla sumisa y callada.

Daniela López...

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