PRESA DE SU OBSESIÓN

CAPÍTULO 15

Tiempo actual

Habíamos llegado a la nueva casa, era más chica y tenebrosa.
Era lo de menos, lo importante era que está vez si estaríamos solo él y yo, sin sus guardias y sin Camila.

- Vamos amor, te enseñaré la casa, es más pequeña pero te aseguro que te gustará- nos dirigimos al interior y efectivamente, el lugar era más acogedor, tenía un estilo rústico pero se podía sentir lo hogareño.

Recorrimos toda la casa, en total tenía cuatro habitaciones y tres baños, la cocina, la sala y un jardín mediano de tras de está, era un jardín lleno de flores y plantas.
Se podía respirar el aire limpio.

- ¿Te gustó amor?- pregunto Aarón.

- Es muy linda- y sus ojos se desanimaron un poco.

- Pero no te gusto- dijo- No importa, podemos irnos a otra, a diez kilómetros está la siguiente casa, es más grande.

Sabía que estábamos en medio de la nada, la carretera desapareció en los primeros minutos. Y la verdad no quería un lugar más grande, la soledad y tristeza aumentaban.

- No Aarón, no te preocupes, me encanta, ¿Cuál será mi habitación?.

Una sonrisa se asomo en su rostro y dijo:

- Nuestra habitación será la principal, está más cómoda y es más grande.- remarcó la palabra "nuestra:.

- Pero hay otras tres habitaciones.

- ¿Y? No sé cuánto tiempo nos quedaremos aquí pero lo que si sé es que tú dormirás conmigo.
Eres mi novia y mi futura esposa.

Una carcajada resonó, me dió mucha risa.

- Tu y yo no somos nada y nunca lo seremos.

- Tu y yo lo somos todo- dijo y se empezó a acercar, me abrazo y junto su frente con la mía, no me gusta su cercanía.- Y si tienes dudas sobre ello no importa, yo las resolveré pero ten en mente que yo soy todo para ti así como tú lo eres para mí.

- No sé cómo es posible que pienses eso, tienes una tuerquita safada- dije y trate de separarme pero él no me dejo.

- Estoy safado por ti, tu ser me ha vuelto loco y aún es el principio amor.- y me dió un beso en la comisura de mis labios.
Sentí un pequeño hormigueo por todo mi cuerpo, dios! Que desagradable.

•

Aarón

Estamos apunto de cenar, mi princesa está leyendo en mi oficina ya que también es una pequeña biblioteca.

- ¡Amor ya ven a cenar!

Pasaron algunos minutos y ya tenía la mesa lista pero Daniela no venía, así que yo mismo fui por ella.
Llegué al despacho y abrí la puerta despacio.

Ella seguí sentada en la alfombra, le gustan mucho.

Se ve espectacular...

Tan concentrada en lo que hace, podría estar viendola todo el día.

"Ya lo has hecho"

Cierto, había pasado días enteros viendola y cuidando la desde lejos que ahora no me creo que este aquí conmigo, solo para mí.

Al fin seria solo para mí.

Al fin será mía.

Tanto tiempo a valido la pena y sé que ella terminará enamorada de mi, tanto como yo.

Di unos golpes suaves en la puerta y me prestó toda su atención.

- La cena está lista amor- dije.