CAPÍTULO 26

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Mi cuerpo ya no aguantaba más me sentía tan desecha y débil pero él no paraba.

La luz del sol comenzaba a asomarse, perdí la cuenta de las veces que me penetro, ya me dolía horrible mi vagina, me ardía cada tacto pues de verdad había sido brusco.

- Podría seguir así durante toda la eternidad mi amor, en verdad eres exquisita, eres perfecta- beso mi rostro- Eres tan mía Daniela y nunca me cansaré de decírtelo - se recostó a lado mío, todo se me hacía tan lejano.

Hablo en serio cuando digo que estoy destruida porque sentía que mi cuerpo no respondía, deje de sentir dolor desde hace rato, me había hecho de todo, tenía moretones, chupetes, cortadas en mi cuerpo, me ardían demasiado pues este imbécil se vino en varias de ellas.
Me escupía, me jalaba el pelo con fuerza y él solo recordarlo me llena de llanto.

¿Qué hice para merecer esto?

- Aún tenemos muchas cosas que hablar Daniela- la dureza en sus palabras me estremeció.

Solo solté un suspiro - Lo último que quiero es escucharte- dije en un susurro.

-Es lamentablemente por qué lo único que escucharás toda tu maldita vida es mi voz.

El nudo en mi garganta ya picaba y lo deje salir, solloce como nunca en mi vida, dejandolo salir todo, estaba furiosa, estoy encabronada, maldigo en mil formas y solo lo puedo ver tocando mi rostro.

Ya no me importaba nada.

Él me a convertido en esto...saco lo peor de mi e hizo desaparecer quien solía ser. Me sentía de luto.
Perdí me escencia y aquello que me hacía feliz, ahora no había nada que me hiciera reír ni siquiera recordaba la última vez que lo hice.

Sentí un gran charco de agua tibia y mi alma regreso.

-Tranquila princesa, aquí estoy, aquí estoy- me pegó a su pecho y acariciaba mi cabeza.

Sí, por desgracia aquí estaba.

-No te dejaré sola Daniela- Y era lo que más quería, que se fuera de mi vida.

Me recostó en la cama con sutileza y me acurruque a las sábanas, solo deseo descansar, quiero dormir eternamente.

-Te dejaré descansar- Beso mi cabeza- Aún tenemos cosas pendientes por hablar.

Dió un portazo y por fin me dejó sola.

Trate de ignorar sus palabras y solo dejarme llevar por el cansancio.

Y así en segundos caí en un sueño profundo.

Él

Sé que lo que hice ayer se me fue un poco de las manos pero no pude controlarme. Lo peor es que ni siquiera eso pudo con la rabia que sigo sintiendo, cómo se atrevió mi "hermano" a hacerme algo así, soy sincero y acepto que me duele su traición, seguía viendo las grabaciones en dónde aparecían besandose, abrazándose y riendo como estúpidos.

No podía controlar mi respiración .

Me parece tan irreal lo que veo, y envuelto por la furia arrojé el monitor por los aires. Destruia todo a mi paso mientras mi pecho quemaba.

Son unos malditos desgraciados y van a pagar por ello.

Esto me sobrepasó, sus asquerosas y malditas manos tocaban a mi mujer y aún más ella que lo dejaba, me dolía y me dolía muchísimo, conmigo nunca se a dejado tocar, siempre tenía que ser todo por la fuerza.

Me detuve un segundo, Daniela estaba en el marco de la puerta, me veía fijamente. En este momento me importaba un carajo todo, solo deseaba dejar de sentir esto.

Seguía sin decir nada.

La mire a los ojos con enojo y las imágenes se repetían en mi cabeza.

Aún con su cara hinchada y su cuerpo lleno de moretones se veía hermosa, me acerque a ella y retrocedió un paso, pare y dude en acercarme más. Eso me enojo aún más.

-Evitas mis caricias pero aceptas las de él, eres una maldita zorra- dije entre dientes.

-Querias hablar no?- dijo ignorando lo que le dije.

Pase por su lado y subí a mi habitación, suena estúpido pero no quiero dañarla más, al menos aún no. Se tiene que recuperar para lo que se viene.

Me di una ducha con agua helada y me puse a pensar en mi siguiente paso.

Daniela

Lo sabía...

La angustia en mi pecho me tenía inmóvil, él ya lo sabía y sé que no vendrá nada bueno.

Divague un poco por la casa, ningún lugar era bueno para esconderme...
Veía todo diferente, me sentía irreal así como en un sueño.

La resignación se apoderó completamente de mí, no hay modo de salir viva de este lugar y mucho menos de salvarme de las torturas que vienen. Me quedo mirando en un punto fijo, pensando en todo... Me siento mal.

Estoy mal.

No solo físicamente, las heridas de mi cuerpo sanarán pero no pasará lo mismo con mi mente.
Estoy tan desecha que no quiero pelear, no quiero resistirme por que sé que aún así logra hacerme lo que él quiere. Es hipócrita de su parte decir que me ama y tratarme como me trata, una persona que ama no lastima, alguien que te ama de verdad busca tu felicidad aún por encima de la suya y él es tan egoísta que solo piensa en si mismo.
No le interesó, no me ama y lo único que busca es satisfacer sus necesidades conmigo y era de esperarse, al fin y al cabo está zafado de la cabeza.
Lo odio, lo odio, lo odio.

Es un maldito hijo de su puta madre que no tiene respeto alguno por los demás, es un maldito egoísta y manipulador.

Esa parte de mi...me sentía como una fiera apunto de atacar, sabía que no saldría de aquí pero estaba decidida a no dejarle el camino fácil a este imbécil.

Subí a la habitación y está daba directamente a la entrada principal...tan cerca y tan lejos.
Él no había salido y dudo mucho que lo haga.
La casa está en total silencio y no me gusta para nada.

Todo afuera estaba oscuro...

Me asome y un tonta idea se cruzó por mi mente, tarde minutos en decidir pero ya que más podía perder...

Al fin y al cabo solo son dos pisos.


Seguí enredando las sábanas y solo esperaba que no fallará, aún tenía un poco de esperanza, si tuviera mis piernas ya hubiera saltado.

Me asegure de llevar lo necesario y rezándole a Dios lo hice...

Esto es tan difícil, mis brazos no tenían la suficiente fuerza como para sostenerme, viendo ya la mínima altura me solté y empecé a correr.

Rogaba por qué no se rompieran las prótesis, nunca había corrido con ellas.

Llegué a la reja y no me fue difícil salir por un huevo, estoy en los huesos.

Me paralice...no sé que pasará pero sabía perfectamente que no iba a regresar.

En mi pecho seguía esa inquietud y había aumentado, fue...tan fácil.

¿Por qué demonios fue tan fácil?

Seguí caminando a pesar de que ya estaba desorientada.
Mientras no salga un depredador estaré bien.
Y cuando pensé eso, él se me vino a la mente.

Él es mi depredador.










PRESA DE SU OBSESIÓN Where stories live. Discover now