Despertar

4.5K 206 33
                                    

No podía comprender que era lo que pasaba, mi cabeza duele a horrores y la ansiedad por no sentir  mis extremidades empezaba a ponerme mal.
Se escuchaban voces discutiendo pero no podía entenderles, así estuve durante un rato, sin poder moverme ni hablar.



Volví a despertar y poco a poco pude moverme, seguía siendo igual de aterrador el no poder sentir medio de mi cuerpo, aún no me acostumbraba pero aún así me dolía hasta los huesos.

Pude abrir los ojos y era una habitación color café, no había muebles solo la cama en dónde estoy acostada y con suero en mi brazo. A un lado de la puerta estaba una pequeña pantalla, me empecé a llenar de miedo y mis esperanzas se me iban en cada aliento pero seguí rogando que no fuera lo que pienso, pedía con insistencia el poder ver a mis padres y saber que estoy con ellos.
La perilla de la puerta empezó a girar, sentía todo estaba pasando tan lento y la puerta se abrió, el corazón me dolió más que nunca cuando lo ví parado al otro lado, seguía soprendiendome con su aspecto, es como si nada le hubiera pasado había bajado de peso...sus hombros están más anchos, eso siempre fue lo que encantó de él.

No me atrevía a verlo a la cara, no quería que me viera llorar y solo me deje caer sobre la cama llena de decepción y derrotada; puse mis manos en mi rostro cubriéndolo.

Ninguno de los dos hablaba hasta que oí su gran respiro me negaba que era él
-No no no no

-Me alegra tanto que ya hayas despertado-

Podía sentir su mirada sobre mi, era tan perverso que sabía que tenía  una sonrisa triunfante.

- Quiero que me mires a los ojos- no le hice caso y camino a un lado mío, se sentó y quitó  mis manos de mi rostro  con fuerza- Necesito ver tus ojos- se acercó a mí y me olfateo como si fuera un perro  -no sabes lo bien que siente el tenerte aquí y espero que  ya hayas comprendido que nunca nos podremos separar pase lo que pase seguiremos juntos.

Lo mire...y sus ojos se iluminaron.

-Te odio- dije con rabia.

Me miró fijamente y me dijo

-A este punto realmente no me importa Daniela, yo te amo con tanta intensidad y eso lo sabes, sabes perfectamente que eres mía y solo la muerte podrá separarnos y si después de la muerte hay otra vida te buscaré hasta encontrarte porque tú y yo estamos destinados a estar juntos- me agarró con fuerza y plantó un beso en mis labios.

Era tan asqueroso.

Me sentía... vacía, triste.

...










Ya había mejorado en cuestión a mi salud, desde el accidente tenía una sensación extraña ante todo esto.

Aún seguía asimilando todo lo que estaba pasando pero más allá de todo eso mi alma está tan enfurecida y tan rota que sentía que solo la vida pasaba.

Tanto tiempo sin hacer nada me pone paranoica, él estaba todo el día pegado a mi así que me había acostumbrado a su presencia y con el tiempo aprendí a solo ignorarlo y dejar que hable estupideces todo el día como lo mucho que dice amarme y lo hermosa que estoy cada día, lo encantado que está por estar  con él, entre muchas otras cosas más y aunque a respetado un poco mi espacio cada día lo veo más ansioso, me es incómodo como cada dos segundos escanea mi cuerpo, su mirada quema, sus ojos se han vuelto más obscuros.

-Amor me estás escuchando?- pregunto.

Reaccione y volteo a verlo.
-Por desgracia si- hizo una mueca de desagrado y se acercó a mi.

- Por qué no pones de tu parte mi vida, todo se a vuelto más difícil contigo y creo que deberías ya hacerte la idea de que estamos juntos, estamos a punto de casarnos y lo último que quiero ver es esa hermosa carita de mal humor.

PRESA DE SU OBSESIÓN Where stories live. Discover now