CAPÍTULO 8

12.9K 564 75
                                    

Corrí y corrí con todas mis fuerzas, no me importaba las miradas de las personas, vi la entrada y aumente mi velocidad.
Cuando salí me fui entre las calles ya que él sabía mi ruta de aquí a mi casa así que no podía irme por ahí y a para este momento supongo que ya sabía que me escapé.

Mi casa quedaba a quince minutos de aquí, cuando vi un taxi hice la parada y me subí rápido.

-¿ Esta bien, señorita?- pregunto el taxista.

- Si, si solo arranqué ya- dije mirando hacia atrás. Para ver si no venía.

- Y a donde la llevo-

- Yo le voy diciendo- el señor arranco y yo lo dirijo hacia la casa de mi tía, ya que lo pensé bien y hay una posibilidad de que vaya hacia mi casa.
Cuando vi la casa de dos pisos y un gran árbol afuera una gran sonrisa se formó en mi.
Pague el taxi y me baje corriendo, fui hacia la entrada y toqué la puerta varias veces hasta que mi tía me abrió.

- Dios, hija, donde has estado, tu madre ah estado muy preocupada por ti- dijo mi tía mientras me abrazaba y yo lloraba como un bebé.

No podía hablar, el llanto no me lo permitía, mi tía me dio un leve empujón para que entrara.

- Siéntate, en un momento vengo- dijo y se dirigió hacía la cocina.

Yo aun soltaba sollozos, mi tía salió con una taza en sus manos.

- Toma, te hará bien, ya les avise a tus padres de que estás aquí y vienen en camino- dijo extendiendome la taza. Lo probé y era té.

Le di otro sorbo y me di cuenta de que mi tía solo me veía. Hasta que hablo.

- Todos estábamos muy preocupados, hace una semana que no sabíamos nada de ti, te buscamos como locos por toda la ciudad, incluso tu mejor amigo - me atragante con el té y empecé a toser.

- ¿ Él ?- pregunté.

- Si, fue de gran ayuda su apoyo, el estaba incluso más preocupado, movió todos sus contactos pero aún así no logramos dar con tu paradero- dijo mi tía.

Ese hijo de perra, es un maldito desgraciado.

- Oh...- respondí.

- Si, pero cuéntame, estás bien o te hicieron algún daño- pregunto preocupada.
Cuando iba a responder tocaron la puerta e inmediatamente fui a abrir, cuando lo hice vi la hermosa cara de mis padres.
Enseguida me lancé a los brazos de estos dos, los extrañaba mucho.

- Mi amor, estas bien, no te hicieron nada?- pregunto llorando mientras me agarraba la cara.

- No mamá, estoy bien- dije llorando- los extrañé demasiado.

- Nosotros también princesa- respondió mi padre.

Mi madre dejó mis mejillas- Deberíamos a avisarle a tu amigo, a estado muy mal- dijo mi madre.

-No- dije inmediatamente.Mis padres me miraron raro- Aún no hay que decirle, que sea sorpresa.

- Esta bien, pero hay ir a avisarle a la policía para que detengan la busqueda- dijo mi padre. Yo al instante me tense y me puse nerviosa, no sabía si ir o quedarme callada, mis padres lo querían mucho

- Pero no les vi la cara y mucho menos sabia donde estaba- mis padres me miraron detalladamente y mi madre habló.

- Mejor cuéntanos bien que fue lo que paso-

- Esta bien- nos sentamos y mi tía volvió a salir de su cocina pero ahora con tres tazas. Las puso en la mesa y se sentó en el sillón, a este punto no sabía que decirles a mis padres, una parte de mi les quería decir la verdad pero la otra simplemente no podía. Mis padres solo me miraban esperando. En serio, no sabía que decirles.

- Yo...solamente recuerdo cuando salí de la casa, a unos metros estaba un carros blanco y dentro vi que habían dos hombres pero no le tomé importancia, hasta unos metros más adelante que escuché como cerraron la puerta y arrancaba el coche, y aún siento como me cargaron y me metieron en el.- Trate de escucharme lo más sincera posible aunque mi historia sea un completo fracaso.

- Pero entonces por que traes esa ropa tan cara- interrumpió mi tía.

- Afortunadamente no me hicieron nada, solo me la dieron y yo me la puse.- respondí levantando los hombros.

- Lo importante es que estas bien hija- dijo mi padre.

- Será mejor mudarnos- sugirió mi madre. E inmediatamente asenti.

Mi padre lo pensó un poco y hablo.

- Hay que irnos ahora mismo, no vaya a ser que regresen, así que hay que irnos para ir a empacar-

- pero, y nuestras cosas- dijo mi madre.

- Luego mandaré a la mudanza pero lo importante es tener segura a Daniela- dijo mi padre.

Mis padres se pararon y se despidieron de mi tía, está nos dio suerte y dijo que le avisamos cual quier cosa.

Subimos al coche, me sentía muy aliviada de nos vayamos pero solo nosotros teníamos que saber.

- Mamá...

- Que pasa nena- voltio a verme .

- No le digas a nadie a donde iremos, ni a mi tía Mónica, ni a nadie- la miré suplicante.

- Por que- respondio confundida.

- Que tal si regresan y para saber mi paradero van a ir con ellos primero, solo...no quiero arriesgarnos- invente.

- Si mi amor, eso sería lo mejor- dijo mi padre al volante.

- Esta bien hija- me dijo mi madre dándome una sonrisa tranquilizadora.

- Gracias-

Iba viendo hacia la ventana, lo único que quería era llegar, empacar e irnos de aquí.

Aquí está otro capítulo, sé que son cortos pero me esfuerzo en ello, gracias por leer ❤

No olviden de votar y comentar.

Daniela López.

PRESA DE SU OBSESIÓN Where stories live. Discover now