Part. 5

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Al entrar era lo mismo que aquella vez que vine con Angie, solo que menos gente, aunque tenía sentido era Martes. Me acerqué a la barra y con amabilidad pedí un tequila, el barman con un sonrisa coqueta me lo sirvió y yo lo recibí de igual manera, di una mirada panorámica y ahí estaba él sentado en la misma mesa de aquel entonces, sonreí y tome el pequeño vaso e hice un shot brindando por mí misma.

Caminé hasta la pista de baile y comencé a bailar sola disfrutando de la música, un par de chicas se me acercaron y de la nada comenzamos a bailar de manera sensual con grandes sonrisas en el rostro, fue cuestión de tiempo para sentir a alguien detrás de mí, sintiendo sus manos en mi cintura y su respiración tan cerca a mi cuello que me hacían imaginar muchas cosas. Al girar me di cuenta que era nada más y nada menos que aquel encanto de hombre.

- ¿qué hace una chica tan guapa un Martes en un lugar como este?

- lo mismo que hace un chico tan sexy en este lugar

- sabes... pensé que nunca te volvería a ver

- nunca digas nunca, cariño...

- ¿te parece si me dices tu nombre?

- no es necesario

- ¿por qué?

- porque si te digo, tú me diras el tuyo

- y... ¿acaso no quieres saber?

- no, porque no quiero saber como se llama mi más grande travesura

- a de ser muy grande para que tomes esa decisión

- no tienes idea de cuanto

- ¿quieres volver a repetirla?

- solo si mi complice esta dispuesto a compatir el castigo conmigo

- siempre...

Salimos del bar y tan pronto llegamos al hotel me puso contra la puerta y comenzó a besarme, bajo por mi cuello mientras sus manos desabrochaban el abrigo que traía, apreció mi vestido rojo y procedió a quitarmelo dejandome solo en lencería, me separé de él y comencé a caminar hacía la cama y el no dejaba de verme

- ¿te pusiste eso para mí?

- tú que crees...

- creo que te ves mucho mejor sin nada encima

- entonces que estas esperando...

Con una sonrisa picara se acercó a mí tomandome de la cintura para comenzar a deborar mis labios, no sé como pero conseguí tirarlo en la cama y ahora yo era quien tenía el poder, me sente en sus piernas y no esperó para tocarme, pero rapidamente quité sus manos de mi cuerpo, aquel se quedo confundido, no obstante continué por quitarme el brazier frente a sus ojos, lo hacía lento y con delicadeza y al estar desnuda, comencé a masajearme emitiendo leves jadeos mientras movía mi pelvis encima de su miembro.

Me miraba facinado e intentaba tocarme, pero no le iba a hacer las cosas tan fáciles, me separé y me puse de pie, juguetona empecé a caminar por la habitación y él no dudo en seguirme, me tomaba de la cintura y me besaba el cuello, mientras yo me liberaba de sus brazos y seguía caminando por el hermosa suit que había rentado para nosotros, llegue a una puerta de vidirio que sin miedo abrí y me encontre con una hermosa piscina. Sentía sus manos en mi trasero y sus labios en mi espalda mientras yo estaba maravillada por aquella vista.

- ¿podemos entrar? -pregunté como niña inocente mientras el no dejaba de jugar con mi cuerpo

- solo si me dejas hacerte mía de un vez

- soy toda tuya...

Sin previo aviso entro a la piscina y me ordenó que me sentara en la orilla, extrañada obedecí y me sorprendí cuando abrió mis piernas  y fue recorriendo con sus manos mis muslos hasta retirarme la ropa interior. Me atrajó más hacia él y no paso mucho para sentir sus labios, lamía, succionaba y recorria esa zona con toda la intensión de hacerme enloquecer.

Lo tomé de los cabellos mientras el seguía explorando mi intimidad, tiré mi cabeza hacía atrás y de rependé sentí como introducía sus dedos que movía al compás de sus labios. Deje de sentir mis piernas y mis gemidos se intensificaron aún más, estaba a punto de llegar al orgasmo y tan solo con un simple sexo oral.

De repente sentí como si tocara la gloria, me había corrido, expulsando un poco de liquido que se expandiendo entre mis piernas. Intentaba tranquilizarme, mientras veía como él se sumergía en la piscina.

Con esa sexi mirada me ordenó que entrara y como una niña obediente lo hice, se acerco a mí y fue rosando mis brazos por debajo del agua, mientras manteniamos el contacto visual. Estaba a centimetros de mis labios y podía sentir como mi piel se erizada con cada roce.

Mentiría si dijera que pude controlar mis impulsos y es que ese hombre... ese individuo había despertado algo en mí que hizo que me animara a besarlo, lo tomé por el cuello y junté nuestros labios en un apasionado beso, mordí sus labios y una pequeña risa se le escapo haciendo que me derritiera de ternura.

El no se quedó atrás, me tomó de la cintura cargandome para que sujetara su cadera con mis piernas y el pueda tomarme de los muslos. Realmente no se cuento tiempo estuvimos así pero no parabamos de besarnos, algunas veces el se separaba y besaba mi cuello, pero luego regresaba a mis labios. Al separarnos ambos teníamos unas enormes sonrisas en nuestros rostros y por alguna razón no podía dejar de hacerlo, me sentía tan feliz que quería que él lo supiera.

Al salir de la piscina nos dirigimos a la cama donde no dudo en hacerme suya y donde deje mi dignidad al dejar que un extraño hiciera conmigo todo lo que quiera, hasta dejarme una marca en uno de mis senos.

Eres Mía - Imagina con JiminWhere stories live. Discover now