Eres Mía - Imagina con Jimin

Part. 14

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No pasó mucho para que llegáramos a un centro comercial, por fortuna el estacionamiento estaba semi lleno y no fue tan difícil encontrar un lugar.

Al estacionar el carro, cada quien bajó por su lado y al encontrarnos me quedé un 1 segundo asimilando lo que está pasando.

Jimin había extendido su brazo haciendo alusión para que la tomase, pero yo seguía sin creerlo, pasaron unos segundos más lo cual él se dio cuenta de mi desconcierto y volvió a insistir confirmando que realmente quería caminar de esa forma, tomé un respiro y con timidez lo tome del brazo haciendo que me acercara más él.

Ambos comenzamos a caminar y al entrar al centro comercial él tomó el control de la ruta y para mi sorpresa estábamos entrando a uno de los establecimientos de Prada.

Al entrar mi ansiedad se había triplicado, ya que él le había dicho a una señorita que estábamos buscando vestidos y yo de solo ver cuanto costaba una simple billetera entré en pánico, porque valía tres veces mi sueldo, sinceramente no quería ni saber cuánto estaba un vestido, así que con mucha vergüenza expresé mi inquietud.

- Jimin, lo siento, pero ahora no dispongo de la estabilidad económica para darme un lujo tan grande - lo dije de la forma más formal posible porque me daba más pena decir que no ganaba lo suficiente como para despilfarrar mi dinero.

- ya te dije que de eso no te preocuparas - respondió con una sonrisa intentando calmarme

- ¡no! En serio Jimin, no tienes por qué hacerlo... -

No pude continuar con mi queja ya que la señorita había regresado con muchos vestidos en mano y ambos me llevaron al probador para que me cambiara.

Ya adentro la misma señorita me paso un vestido azul, elegante y con corte clásico que, al ponérmelo, no me gustaba para nada, parecía una señora de 40 años, sin duda no gastaría dinero que no tengo en esto. En eso escuché el grito de Jimin

- ¡T/n, sal para que pueda verte! - dicho eso entre en pánico, no quería que me viera con esta cosa, pero no tenía opción, con mucha vergüenza salí y al ver su cara lo había confirmado

- lo sé parezco una señora - hablé a lo cual él soltó una risita

- bueno aún quedan más opciones

Rodeé los ojos y volví a entrar al probador, esta vez era el turno de un vestido coral, al tocarlo quedé fascinada por la tela y es que era tan suave y tan delicado que me daba miedo usarlo.

Con algunas expectativas me la puse y al verme en el espejo me quede aún más en shock, era bello y me sentía como de la realeza, no llegaba a ser tan extravagante, pero tampoco era aburrido, se podría decir que tenía personalidad. Cuando salí del probador, Jimin estaba en su celular y tuve que raspar mi garganta para que me prestara atención.

Él de inmediato volteó para verme y la rapidez con la que formo una sonrisa hizo que me sonrojara un poco

- y... ¿Qué tal? - pregunté mientras hacía pequeños movimientos para que vea mejor el vestido

- te ves adorable - aquello hizo que me sonrojara aún más, pero de igual forma intentaba mostrarme calmada

- creo que este es el indicado

- m... puede ser una opción, me gustaría verte con los otros, puede que encuentres algo mejor

- pero a mi gusta este - contradije como una nena y al darme cuenta de mi tono de voz, volví a ser formal y obedecí, además tenía razón, no perdía nada probándome los otros