Eres Mía - Imagina con Jimin

Part. 20

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Íbamos de stand en stand observando y preguntando, ya habíamos comprado algunas flores que realmente estaban muy preciosas y mientras terminábamos de comprar otra flor a lo lejos vi una que me llamo la atención.

- disculpe... ¿me podría decir que flor es esa? -pregunté mientras señalaba con mi dedo

- claro señorita, esa es una Gerbera, es parecida a las margaritas, pero con pétalos más abundantes -respondió a lo cual solo sonreí y miré a Jimin

- ¿qué opinas, te gusta?

- sí, esa de color melón me está llamando -respondió a lo cual me reí

- deme esa en color melón, por favor

- sí señorita ¿cuántas va a querer? -preguntó a lo cual volví mirar a Jimin

- unas dos por favor -respondió

Dicho esto, la joven sacó las flores y las puso en una bolsa para luego entregármelas en lo que Jimin le iba pagando.

- muchas gracias -agradecí por su linda atención

- a ustedes

En lo que caminaba rumbo al siguiente stand, Jimin habló haciendo que parara.

- ve observando en lo que llevo las flores a la camioneta, nos están faltando brazos - comentó a lo cual asentí y le entregué las bolsas - ahora vuelvo

- está bien, no te pierdas

Solo escuché su risita mientras se alejaba, en lo que yo seguía observando la hermosa diversidad.

Fue un stand que me llamó la atención lo lindo de que se veían esas flores, no sabía su nombre, pero me dieron unas increíbles ganas de tomarle una foto, así que solo saqué mi celular y procedí a capturar su belleza con mi celular.

Estaba tan metida contemplando aquella flor que la voz de un joven hizo que saliera de mis pensamientos.

- son gardenias señorita, a 50 dólares - comentó

- están muy bonitas

- no más bonitas que tú - aquel comentario me sorprendió y más que sentir alago me incomodé un poco ya que no me gustaba la forma en cómo me estaba mirando

- gracias - solo agradecí por educación, tampoco era motivo para responderle mal

- si me das tu número te las puedo dejar en 20

- no gracias, así está bien

- dime que flor te gusta y te la dejo a mitad de precio por tu número - aquel comentario hizo que me incomodara más así que sin decir nada me retiré del stand, pero no esperé que me tomara de la muñeca, haciendo que me inundara de miedo - no te vayas, nos estamos conociendo

Quise soltarme de su agarre, pero me estaba apretando la muñeca con mucha fuerza y mi miedo se había convertido en terror al ver que no me quería soltar

- ¡suéltame! -grité mientras forcejeaba intentando que me dejara

Sin embargo, eso pareció enfurecerlo ya que sentía como hacía más presión en mi muñeca. Estaba a punto de gritar y pedir ayuda, cuando vi que otra mano lo tomó del brazo, haciendo que me quedara en shock.

- te está pidiendo que la sueltes - era Jimin, que al verlo mi miedo había disminuido ya que me sentí segura con él presente, pero me sorprendí más cuando vi su expresión y se notaba lo molesto que estaba

- ¡tú quien te crees! - exclamó aquel tipo, sin ninguna intención de soltarme

- ¡soy su novio! ¡suelta si no quieres que llame a la policía!

La cara del tipejo este cambio en un segundo y toda su valentía había desaparecido cuando escuchó lo que dijo Jimin y no esperó más para soltarme haciendo que Jimin me atrajera a su cuerpo y me rodera con brazos.

- voy a hablar con la administración para que te corran, ¡no puedes acosar a las mujeres de esa forma! -gritó mientras yo me encontraba entre sus brazos intentando no llorar

- ¡yo no la estaba acosando, ella empezó!

- ¡no mientas! ¡eres un degenerado!

Dicho eso procedió a caminar, haciendo que yo también lo haga, cuando ya estábamos alejados del lugar, dejó de abrazarme para colocarse frente mío, tomarme de los hombros e inclinarse para hablarme.

- ¿estás bien? ¿No te hizo nada? -preguntó con preocupación

- si... solo me duele la muñeca... - dije mientras intentaba no quebrarme y empezar a llorar

- ya pasará, lo importante es que estas bien y que ese imbécil no te hizo daño

- gracias, en serio muchas gracias...

- no te preocupes -respondió para nuevamente abrazarme y masajear mi cabeza - siempre estaré ahí para salvarte

Dicho eso no pude evitar soltar algunas lágrimas, realmente no quería saber que hubiera pasado si él no llegaba, odiaba con todo mi corazón esto, el acoso que debemos soportar las mujeres, es simplemente asqueroso.

Luego de un rato, nos separamos y él me tomó de las mejillas, sentía como limpiaba mis lágrimas, mientras yo lo veía y me tranquilizaba al ver su sonrisa, era muy preciosa.

En eso vi como poco a poco se iba inclinando y mi corazón empezó a latir a mil por hora, así como las otras veces, cerré los ojos y no lo evité solo dejé que pasara, sentí sus labios con los míos que se unían en un dulce beso y mis mejillas ardían hasta más no poder, aquel beso era tan lindo y tierno, sin segundas intenciones, tanto que sentía que flotaba, como si todo en nuestro al rededor desapareciera y cuando nos separamos ambos estábamos apenados, pude notar como él también estaba sonrojado, algo que hizo que me sonrojara más y es que él era tan lindo...

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