Eres Mía - Imagina con Jimin

Part. 62

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Al salir de la veterinaria, yo tenía al gatito en brazos mientras Tae cargaba las bolsas de leche que habíamos comprado.

Aquél estaba durmiendo mientras lo acariciaba, era tan tierno y me hacía feliz verlo tan tranquilo, ya que le habíamos dado de comer adentro y la doctora muy amablemente me enseñó como debía alimentarlo.

Al llegar a mi edificio, el chico de recepción nos abrió para luego dirigirnos al ascensor rumbo a mi departamento.

Una vez que llegamos, Tae dejo las bolsas sobre el sofá mientras yo me dirigía a mi cuarto.

- iré a hacer las maletas, no me tardo - hablé antes de retirarme

- ¿quieres que lo cuide por ti? - pregunto refiriéndose al minino, lo cual negué con una sonrisa

- no, estoy bien así, gracias

Él solo asintió y yo me fui a mi habitación, donde con mucha delicadeza lo coloqué sobre la cama para cubrirlo con algunas mantas y no pasara frío.

Al ver que estaba cómodo y seguía durmiendo a gusto, empecé a hacer las maletas, ya que para eso vine.

Empecé a escoger en mi closet, al tratarse de Miami y por ser esta época del año, lo más probable es que haga calor, así que debía estar preparada para la ocasión.

Empecé a colocar la ropa en una maleta que tenía, para luego pasar a los productos personales, tales como mis cremas, perfumes y algo de maquillaje.

Tratando de hacer el menos ruido posible salí de mi habitación hacia mi estudio donde empecé a guardar mi laptop y seleccionar algunas bitácoras de bolsillo que podía trasladar fácilmente en caso venga alguna idea a mi cabeza.

Una vez que terminé de seleccionar todo lo importante, volví a mi cuarto para empacarlo en otras maletas.

Revisaba una y otra vez que no me olvidara nada importante, serían dos meses fuera de casa así que debía prepararme como se debía.

Una vez que corroboré que todo estaba listo, salí para avisarle a Taehyung

- ya acabé - hablé haciendo que lo desconectara de su celular

- fueron casi dos horas - dijo mientras se estiraba

- perdona... había muchas que empacar - dije algo avergonzada

- no te preocupes, esperar es parte de mi trabajo - comentó con una sonrisa haciendo que mi pena disminuyera

- que mala anfitriona eh sido, no te ofrecí nada de tomar - dije al darme cuenta de mis actos

- descuida, comí mucho antes de venir, aunque un vaso de agua no estaría mal - habló lo cual asentí y fui lo más rápido a la cocina a servirle

- ten - dije mientras le ofrecía el vaso con una sonrisa

- gracias - habló correspondiéndome

- voy a sacar las maletas, ahora vuelvo

Dicho eso me di media vuelta para volver a mi cuarto donde muy silenciosamente iba sacar las dos maletas.

Una vez que las dejé en la sala, volví a mi cuarto para traer a la tierna criaturita conmigo, ya que era hora de irnos.

Con mucha delicadeza lo enrollé en una manta y como si de un bebé se tratase lo sostuve entre mis brazos para por fin salir del cuarto.

- ya podemos irnos - hablé captando la atención de Tae

- perfecto, yo llevo las maletas - lo cual asentí y sonreí por su ayuda

- gracias

Sin decir más, salimos de mi departamento, en el ascensor yo estaba tan concentrada apreciando su ternura que no podía dejar de mirarlo.

Salimos del edificio rumbo a su camioneta, donde él muy caballerosamente me abrió la puerta y luego abrió la maletera para meter las maletas.

Una vez listos, él prendió el carro y nos dirigimos a la casa de Jimin.

- entonces... ¿te lo vas a quedar? - preguntó iniciando una conversación

- sí - respondí segura mientras lo veía

- me alegra, porque si no lo hacías créeme que yo me iba a quedar con él - habló haciendo que ambos riéramos

- bueno... tú también serías un buen dueño - dije intentando seguir la conversación

- lo dudo, por mi trabajo no paso mucho rato en casa y no podría dedicarle tiempo, confío que esté seguro contigo - comentó haciendo que sonriera ligeramente

- yo también lo espero... es la primera vez que adopto algún animalito... - hablé con algo de timidez en mis palabras

- ¿en serio? ¿no tuviste alguna mascota en tu vida? ¿ni una sola? - preguntó sorprendido como si fuera lo más raro del mundo, lo cual me hizo reír

- no, mi mamá es alérgica y a mi papá no le gustan los animales, además viviendo sola apenas y podía conmigo misma...

- comprendo, pero lo bueno que ahora puedes darte esa oportunidad - dijo en tono cálido reconfortándome con sus palabras

Luego de esa pequeña conversación, él puso música y nos quedamos en silencio durante el trayecto.

Miraba a la ventana y luego volvía a mirar aquel felino tan indefenso y tierno.

Debido a que afortunadamente no había tanto tráfico llegamos rápido a la casa de Jimin, lo cual no esperé en bajar una vez que el carro se estacionó.

- dejaré las maletas aquí, ya está todo listo ¿verdad? - preguntó antes de cerrar el carro

- sí, no creo olvidarme de algo - respondí mientras me dirigía a la casa

- perfecto - respondió para apretar el botón de cierre del carro

Tuve que abrirme la puerta ya que como aún tenía al gatito en mis brazos, no podía hacer muchos moví bruscos.

Al entrar la señora Isabel nos avisó que dentro de 1 hora estaría lista la comida, lo cual asentí, creo que no notó lo que traía en brazos ya que se devolvió rápido a la cocina.

- bueno, yo estaré en mi habitación - dije mientras me dirigía a las escaleras

- está bien, te llamo cuando todo esté listo - comentó lo cual después de pensarlo mejor, no era mi mejor opción

- podrías decirle a Isabel que me suba la comida, por favor, no quiero despegarme de él - hablé a manera de súplica, ya que en serio estaba tan metida en mi papel de madre primeriza haciendo que él riera

- está bien, yo le digo

- gracias - dije para dedicarle una sonrisa y por fin poder subir las escaleras

Por fortuna mi puerta no estaba cerrada, así que no iba a despertarlo.

Al abrir la puerta, la cerré haciendo el menor ruido posible y con delicadeza me acosté en la cama.

Donde nuevamente con mucho cuidado lo coloqué junto a mí para cubrirme con las mantas y comenzar a acariciar su cabecita con mi dedo índice.

Era tan adorable, en serio no podía creer que alguien haya sido capaz de abandonarlo en una caja, sin duda odiaba con todo mi corazón a esas personas.

Debido a que estaba tan ensimismada con aquel encanto de gatito y también por la comodidad que sentía, no pasó mucho para que me quedase dormida...

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