Eres Mía - Imagina con Jimin

Part. 72

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Taehyung me llevo de vuelta a la casa de Jimin, durante el trayecto no hablamos mucho ya que estaba más concentrada buscando referencias en Pinteres.

Al llegar, Tae no entró conmigo, dijo que tenía que hacer algunas cosas así que no pregunté más. Al entrar Jimin me estaba esperando con una sonrisa encantadora mientras extendía sus brazos para poder abrazarme, lo cual sin ningún tipo de remordimiento, acepté.

Creo que estuvimos como 5 minutos abrazados ya que personalmente estaba perdida en el aroma de su perfume, era como un durazno muy dulce que hacía que no quisiera salir de su protección.

- ¿Cómo te fue con Rosé? - preguntó mientras se alejaba un poco para poder tomarme del mentón y hacer que lo mirase.

- bien... - respondí bajito ya que al verlo me sonroje un poco - Bien - volví a decir algo más segura de mi misma - todo bien, le gustó la idea que tenía en la cabeza desde que me propuso hacer las invitaciones y me siento como si me hubiera quitado un gran peso de encima, no es que ya haya acabado, aún hay mucho trabajo por hacer, pero ya tengo algo con que avanzar y centrarme, así qué.... Perdona estoy hablando mucho, tú... ¿Cómo estás? ¿Cómo estuvo tu mañana? - pregunté recibiendo una leve risita de su parte.

- pequeña... - dijo mientras rosaba su pulgar sobre mi mejilla y se acercaba un poco a mi rostro - jamás me cansaría de escucharte, menos cuando me estas contando como te sientes.

-... - Dios... ¿Cómo le hace para decir tantas cosas bonitas?

- y con respecto a tu pregunta, pudo haber estado mejor contigo a mi lado - hablo haciendo un ligero guiño coqueto que me dejó sin respiración por un segundo.

- ya... - dije apartándome antes de realmente perderme en sus encantos.

- ¿tienes hambre? - preguntó y agradecí internamente qué cambiará de tema.

- sí, un poco - levantó una ceja - mucho - sonrió.

- ahora te sirvo, Isabel salió con Sakamoto a dar un vuelta.

- gracias...

Sin más se alejo de mí para dirigirse a la cocina donde pasado unos minutos volvió con platos mientras yo ponía la mesa.

Durante la comida estaba algo atenta a la conversación pero mi cabeza estaba más centrada en esquemas y formatos para mis próximos bocetos.

Al terminar ayudé a levantar todo rápidamente para luego irme a mi habitación y empezar a trabajar de una vez.

Estaba tan concentrada dibujando que hasta me sobresalte un poco cuando escuché toques en la puerta. Deje que pasara y claramente era Jimin.

- perdón por interrumpir, se que estas ocupada, pero quería decirte que en el sótano se encuentra el nuevo estudio de mi padre y si deseas puedes trabajar ahí - solo me quede mirándolo, no puedo creer lo considerado que es este hombre - y antes que me preguntes que si mi padre se molestaría, desde ya te voy diciendo que jamás de molestaría con su futura nuera.

- ¡yaaaaaa! - grité lanzándole una almohada que claramente evitó - ¡deja de sonrojarme! ¡Aún no te he dado el "sí"! - exclamé con las mejillas ardiendo.

Él solo se rio mientras se acerca a cada vez hasta besarme en la frente.

- será mejor que deje de distraerte - dijo mientras se aleja a y recogía la almohada, pero antes de que se fuera, mi subconsciente habló.

- Jimin... - dije atrayendo su atención - ¿estas ocupado?

- para ti no - respondió haciendo que soltara una leve risita - ¿sucede algo? - preguntó algo serio al ver mi no respuesta.

- no, nada solo que... Bueno... Quería preguntarte si quieres quedarte conmigo mientras trabajo, o sea no tienes que hacerlo si no quieres, pero...

- me encantaría - respondió de inmediato con una sonrisa tranquilizadora que hacía que mis heridas empezarán a cicatrizar de repente.

Me comentó que estaba algo cansado así que le propuse dormir en mis piernas, así podríamos estar juntos mientras trabajaba. Él estuvo muy de acuerdo con la idea y después de que encontrará la mejor posición para descansar, se quedó dormido con una sonrisa.

Puede que suene tonto, pero una vez que confirme que estaba cien por ciento dormido, me permití derramar una lagrima ya que sé que no debería, pero no puede evitar recordar en todas la veces que le pedí a Jungkook que se quedara conmigo mientras trabajaba, solo para que me haga compañía y no sentirme tan sola como... Siempre, pero él jamás se quedaba si no era para tener sexo. Dios... Que patética.

Tuve que espabilarme de esos recuerdos ya que tenía trabajo que hacer y no valía de nada la pena recordar aquellas épocas.

Pasaron al rededor de 3 horas para que por fin acabase con todas las propuestas y bocetos que tenía en mi cabeza, hice 4 propuestas y aun que la última no es mi favorita creo que se puede mejorar, pero mi cabeza no aguanta ni un segundo más pegada al ordenador.

Cerré todo, apagué la laptop y traté  de acomodarme para poder descansar un rato, pero el gran peso de Jimin sobre la mitad de mi cuerpo hacía mi objetivo algo difícil.

Debido a mis intentos de zafarme de su cuerpo hice que se despertará, pero aún seguía con sueño.

- ¿qué pasó? - preguntó con la voz ronca y con los ojos se i abiertos casi cerrados.

- no, no, lo siento - respondí apenada, no quería interrumpir su sueño - solo quería acomodarme, también estoy algo cansada, perdón.

- no, no hay problema - hablo algo mas consiente,  mientras se levantaba ligeramente - si deseas puedo irme a mi habitación.

- ¡no! - exclamé sin pensar - no, por favor no te vayas...

Él solo sonrió y se comenzó a acomodar junto a mí, sin previo aviso me tomo de las caderas y me atrajo a su cuerpo para colocar una de sus piernas entre las mías apresado todo mi cuerpo con el suyo.

- no tienes porque rogarme, jamás me iré de tu lado si es que no me lo pides, pequeña.

Tuve que tragarme las ganas de llorar a mares y reemplazarlas por los abrazos más intensos que he dado en mi vida, tenía una ganas de besarlo y pedirle matrimonio, pero era muy excesivo. Así que solo me perdí en su aroma hasta quedarme dormida, presa en sus brazos.

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