Part. 70

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Fui yo quien se despertó primero y al darme cuenta de cómo estaba durmiendo no puede evitar reírme. Mi cintura se encontraba atrapada en los brazos de Jimin, mientras su rostro estaba a centímetros del mío.

Como pude alcancé mi teléfono para ver la hora, afortunadamente era temprano, así que decidí seguir durmiendo.

Mientras me acomodaba no pude evitar contemplarlo se vía tan tranquilo mientras dormía e inevitablemente comencé a acariciar su mejilla.

Me era surrealista encontrarme en esta posición, estaba descansado junto al hombre que ni en más profundos sueños creí conocer. Sin duda a veces el destino nos tiene preparado cosas muy inesperadas ya que si me hubieran dicho hace dos meses que mi vida iba a cambiar de tal forma, solo lo hubiera tomando como una broma.

Seguía observándolo mientras batallaba con mis ganas de besarlo, Dios, no entiendo cómo es que puedo resistirme a él, sin duda que es muy atractivo y son sus labios los que me hacen perder la cabeza.

Después de sobre pensarlo por un largo rato, me animé a darle un beso en la mejilla, como vi que no tuve reacción alguna, le di otro en la frente para volver a su otra mejilla continuando así por todo su rostro, pero cuando vi una leve sonrisa suya, paré.

- Que ganas de torturarme tan temprano - habló de repente haciendo que sorprendiera por su comentario.

- Lo siento, no estoy respetando mis propias condiciones - dije alejándome un poco, no podía creer lo débil que era ante él.

- no, no quise que te sintieras mal - replicó buscando mi cintura para atraerme a su cuerpo - solo que muero por besarte, eso es todo.

- Lo sé y no debería jugar así contigo...

- por mi puedes jugar conmigo todo lo quieras, si quieres besarme, abrazarme o incluso pegarme, hazlo, solo espero que no hagas mucho de lo último que dije, pero lo que quiero decir es que me gusta cuando me tocas y no veo la hora y el día de ver que no te reprimes al darme tu afecto.

- pronto...

- Lo sé, haré que ese pronto sea cada vez más cerca.

Y cuando estaba a punto de decirle alguna estupidez como "ya no quiero que haya más prontos" la alarma sonó, dándome la excusa perfecta para salir de esta situación.

- Será mejor que me vista no quiero llegar tarde a la reunión con la señorita Rosé.

No espere a que dijera algo para salir de esa cama, tomar la maleta y dirigirme al baño, donde me permití soltar todo el aire retenido por el aquel momento.

No tenía dudas sobre mi cariño hacia Jimin, pero todo esto era muy rápido, demasiado para mí gusto, y tenía miedo, miedo de que esto solo sea una ilusión, una muy buena y bonita ilusión, tenía miedo de que no pasara ni un mes y ya se cansaría de mí, de que solo le gustara el sexo y solo sea su pasatiempo, pero diooos que me pasa, desperté muy sensible el día de hoy.

Solo rodee los ojos e intente con todas mis fuerzas ya no sobre pensar las cosas, y justo cuando creí que estaba lista un dolor punzante invadió mi vientre, no pude evitar chillar, gimotear e inclusive soltar unas lágrimas por el bendito cólico que había venido a acuchillarme el vientre.

Siendo honesta no sé en qué momento pasó, pero me encontraba arrodillada en el piso del baño, inhalando y exhalando mientras Jimin estaba a mi costado arrodillado para estar a mi altura, preocupado ante mi repentino acto.

- T/n, pequeña, ¿estas bien?... ¿Qué pasa?... Dime que pasa por favor...

Y así como rápido vino, rápido se fue el dolor que sentía, obviamente que aún no podía moverme, pero deje de sentir dolor paulatinamente, hasta que pude, por lo menos, decir algo.

- estoy... Estoy bien - me obligue a decir aún con la respiración entre cortada, Dios realmente sentía que alguien apuñalado mi vientre - solo fue un cólico

- ¡¿solo un cólico?! - exclamó perplejo, como si le estuviera tomando el pelo - eso no es un solo cólico, debemos llamar a un doctor y después llamaré a Rosé para decirle que no podrás ir es...

- ¡NO! - dije a modo de súplica - no Jimin, no vas a llamar a Rosé por esto, en serio estoy bien, solo fue un cólico, no es el primero que tengo ni el que más ganas de matarme me ha dado - hable rápido, pero con toda la verdad, este sin duda no era el peor que había tenido.

- pero...

- por favor Jimin - lo interrumpí - estoy bien, no hagamos más drama de esto.

Afortunadamente no insistió más y me ayudó a pararme, obviamente que el dolor no se había ido por completo, pero al menos no me daban ganas de matarme, todavía.

- Te veo más tarde - dije mientras le daba un beso en la mejilla - ahora no puedes reclamar de tu beso de despedida - comenté a modo de broma.

- ¿segura que estas bien? - tuvo que preguntar, sabía que lo haría tarde o temprano.

- más que segura, no te preocupes ¿está bien?

Solo conseguí que asintiera, pero sabía que se estaba reteniendo de darme de toda una charla del por qué debía quedarme en casa descansando y antes de que me convenciera de hacerlo salí de aquella casa donde Taehyung estaba esperando en la camioneta para llevarme con la señorita Rosé.

- Hola - saludé mientras hacía un gesto.

- Hola - dijo devolviendo el saludo con una sonrisa.

Durante el recorrido hablábamos de cosas amenas, de los diferentes lugares que podría conocer en Miami y diferentes tipos de comida que podía encontrar en este bello estado, la verdad que no era la primera vez que venía, pero sí la primera en quedarme tanto tiempo.

Cuando Taehyung paró y aparco el coche, supe que habíamos llegando y Dios, nos encontrábamos fuera de una mansión, gigante y estúpidamente lujosa; había mucha seguridad rodeando el lugar como si esto sería el mismo capitolio.

- buenos días joven Kim, la señorita Rosé los está esperando - dijo un hombre que estaba esperando en la puerta - usted debe ser la señorita T/n, mucho gusto, mi nombre es Jeremy, manager de la pareja Hoseok.

- el gusto el mío y gracias por darnos la bienvenida - respondí intentando demostrar seguridad en misma.

Dicho eso pasamos a la casa y si el exterior era de lujo, el interior rebasaba esa palabra; intente a toda costa que no se note mi cara de asombro, pero me era algo difícil con todo lo que estaba viendo.

Al pasar a lo que creo que era la sala nos encontramos con la señorita Rosé quien nos estaba esperando con una sonrisa, sin duda es una joven hermosa y estaba a punto de trabajar con ella.

Sonreí al verla, era mi forma de ocultar mis nervios y mis inseguridades, no cabe duda de estaba muerta de miedo, quería hacer esto bien ya que sería un paso gigante en mi carrera, en mi experiencia. Soñé tanto con tener una oportunidad como esta y sin duda que no la iba a desaprovechar, bueno estuve a punto, pero ahora estoy aquí y puedo hacerlo, sé qué puedo hacerlo, solo espero que mi trabajo le guste, es todo lo que pido.

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Eres Mía - Imagina con JiminDove le storie prendono vita. Scoprilo ora