Eres Mía - Imagina con Jimin

Part. 21

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Al separarnos, ambos estábamos totalmente nerviosos tanto que no sabíamos que decir.

- eh... lo siento... yo... no... -habló quitando sus manos de mis mejillas

- no... no... te preocupes

- es que... el momento...

- sí... sí... entiendo.... jaja

- ah... aún debemos comprar más flores

- ¡SÍ! ¡EXACTO!... comprar flores

- sí, para el jardín, tú sabes

- sí... sí... yo sé

Ambos estábamos tan apenados que simplemente caminamos en automático hasta llegar a algún otro stand.

- esas rosas rojas están bonitas... ¿qué opinas? -preguntó señalándolas y así cambiar de tema

- ah... no me gustan las rosas rojas...

- oh... entiendo, entonces ¿qué te parecen esos lirios?

- están lindos, pero si deseas las rosas, adelante es tu jardín...

- no, son muy trilladas, mejor compro los lirios

Dicho eso me dejó sola un rato para ir a comprar esos lirios y cuando regresó ambos ya estábamos más calmados.

- bueno, solo faltan los girasoles y los tulipanes, no nos podemos olvidar de nuestras flores favoritas - aquel comentario hizo que me riera, aún seguía nerviosa

- está bien

Ambos comenzamos a recorrer los últimos stands y por fortuna habíamos encontrado uno donde estaban vendiendo los dos y sí que estaban muy bien cuidadas.

Procedimos a preguntar y a comprar y cuando ya teníamos las bolsas era hora de irnos.

- creo que esto es todo - dije para matar el silencio

- sí, ya es hora de irnos -contestó con una sonrisa

Ambos salimos del lugar y caminamos hasta la camioneta, Jimin sacó sus llaves y abrió la maletera para poner todas las bolsas, una vez que jugamos tetris y todo estaba en su lugar cerramos la maletera para subir a la camioneta, pero antes de eso Jimin me detuvo.

- dame un segundo, me acabo de acordar que no compré algo, ve subiendo

- está bien - asentí para luego entrar al carro

Pasaron varios minutos en los que yo estaba sumergida en mi celular para matar el tiempo, que noté su presencia una vez que entró al carro.

- te compré esto -habló, mientras me entregaba un ramo de girasoles y tulipanes con algunos adornos, haciendo que me quedara en shock; por si no lo comenté adentro también hacían adornos de flores, pero nunca pensé que me compraría algo como esto

- ah... gracias, no sé qué decir, están muy lindas, gracias - respondí mientras dejaba mi celular a un costado y tomaba el hermoso ramo de flores

- bueno, quería agradecerte por acompañarme y ayudarme, sin duda hiciste que esto no sea tan aburrido

- cuando quieras -dije con algo de sonrojo

- ¿en serio? -preguntó contento - entonces volvamos mañana - dicho eso me reí, él siempre tan ocurrente

- ay Jimin que gracioso eres

- solo contigo...

Eso último hizo que me sonrojara aún más, él prendió el carro para comenzar nuestro regreso a la casa, en el camino hablábamos de cosas triviales, sin mucha importancia hasta que una pregunta hizo que mi corazón se rompiera en dos...

- no quiero ser entrometido, pero puedo ¿puedo preguntarte algo?

- sí, claro, normal

- ¿por qué no te gustan las rosas rojas? -de todas las preguntas posibles, no quería escuchar esa y no sabía si responderle

- ah... bueno... no me traen recuerdos muy agradables...

- ¿en serio? ¿porqué? -volvió a preguntar y qué más da, de todas formas, ya no duele tanto como antes

- porque... bueno... mi papá solía darme rosas rojas cada que él cometía un error

- oh... lo siento... no quería...

- nono, está bien, mi psicóloga me dijo que no estaba mal hablar de eso

- ¿vas a terapia?

- eh... -carajo, solté mucha información - iba, se fue de viaje por asuntos personales y ahora solo estoy esperando a que vuelva

- supongo que es un gran apoyo para ti -comentó

- sí, de hecho... gracias a ella logré sanar algunas heridas, aparte que me ayuda mucho a controlar mi ansiedad

- me alegro de escucharte, cuidar nuestra salud mental es muy importante

- sí, eso es algo que ella me hizo entender... durante años pensaba que la terapia no servía para nada, pero solo estaba cayendo en la ignorancia

- realmente eres de admirar, eres una chica que es muy apasionada y responsable en su trabajo, tiene su propio departamento, inclusive una camioneta, eres educada, graciosa, amable y muy comprometida, sin contar que se preocupa por ella misma y estuvo dispuesta a cambiar su ideología por su bienestar, me gustas mucho... - Aquello hizo que escondiera mi cara con el ramo de flores, no quería que me viera, seguramente estoy con la cara toda roja y es que eso último que dijo... ¿acaso tenía sentimientos por mí? Rápidamente tuve que buscar algo para cambiar de tema

- gracias... bueno... la camioneta y el departamento... están con créditos pero sí, prácticamente son míos - me reí con mi comentario, que tarada, ¿en serio? No se me podía ocurrir otra cosa más que exponer mis deudas con el banco

- sí, pero de igual forma lo conseguiste por tu cuenta, lo cual es como te digo, de admirar

- gracias...

Dicho eso cambié de tema para hablar del clima, solo quería hablar de cosas amenas, no creo poder soportar otra bomba de sentimientos, ahorita no.

El tiempo seguía pasando y en un pestañeo ya estábamos aparcando afuera de la casa, al estacionar el carro, ambos bajamos para luego bajar las cosas.

Jimin se apresuró a abrir la puerta en lo que yo iba sacando las bolsas, fueron 2 viajes lo que tuvimos que hacer ya que realmente eran muchas flores.

Al acabar de bajar todo, Jimin cerro la maletera y yo bajé el ramo de flores del asiento, para poder por fin en entrar a casa.

- dame el ramo, haré que lo suban a tu cuarto -dijo de repente a lo cual acepté

- es... está bien -dije entregándoselo - ah... yo tengo que seguir trabajando, debo acabar con mi presentación para mañana

- si no te preocupes, te aviso para almorzar

- gracias

Dicho me retiré de la sala, rumbo al sótano para comenzar a trabajar, a pesar de que fue una linda mañana, no puedo descuidar mi trabajo.

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