5 - 2

836 91 6
                                    


Sería su primera mordida de marcación, ella estaba temerosa no sabía que fuerza usar, que duro debía presionar, quizás suave, con que amplitud, en qué lugar entre tantas cicatrices, simplemente cerro sus ojos y sintió que Sasuke inclinó la cabeza hacia un lado, presentando su cuello a sus dientes.

Sasuke jadeó.

Hinata nunca había mordido un Omega antes, pero los instintos hasta ahora desconocidos emergieron en su cerebro y mordió según ella, en el sitio correcto en su primer intento, porque Sasuke tembló bajo sus dientes, esto fue una reacción en cadena que hizo que ella no le importara que Sasuke la detuviera por los hombros, se empujó más hacia él, llenándose así su boca con sangre y el aroma de Sasuke, a tientas toco la espalda de él y sintió como los espasmos la recorrieran, el olor que desprendía en estos momentos simplemente abrumaban sus sentidos, haciendo que su mente deseara que esta marca fuera indeleble, necesitando reclamarlo tan posesivamente a fondo que ningún otro alfa sería capaz de superarla.

Hinata se despertó cuando Sasuke hizo un sonido de dolor, ella soltó su mandíbula y su mente aun confusa recordó quien era él y quien era ella.

Nunca había creído que realmente los alfa tuvieron sentidos tan primitivos, ya que ella nunca los había experimentado, pero esto había sido surrealista.

Un hilo de sangre cayo por el clavicula de Sasuke, ella había dejado un ovalo de dientes en el cuello del omega, Sasuke se dejó caer en el sofá, mientras respiraba frenéticamente y el olor disminuía en el aire, cuando se logró calmar saco dos pastillas de su bolsillo y se las tomo con el vaso de agua que Hinata había dejado a su lado, ella noto inmediatamente que su olor desapareció, ambos estaban en silencio y el simplemente se abotono su camisa, recogió su capa del suelo, antes de salir Hinata pensó en decir algo.

—Sasuke, debes ir al hospital necesitas una mordida de apareamiento antes de dos años, si no lo haces los supresores ......—

Él ya se había ido dejando con las palabras en la boca, Hinata recordó las quejas de sakura, recordó que durante los calores de Naruto, él siempre le pedía que ella lo abrazara, Hinata sabía que en ese tiempo los omegas eran más sensibles y querían ser mimados, pero, de todos modos, no sería ella quien abrazara a Sasuke, no había una razón para hacerlo y bueno el parecía ser la excepción de los omegas, ser frio por naturaleza.

Y ahora en la soledad de su casa, Hinata se abrazó a sí misma, se odio por no ser capaz de reclamar a Naruto, quizás el estuviera con ella más tiempo y menos en la calle, debió golpearlo, gritarlo, apresarlo, eso era lo hacia sakura con él y seguro que shion también, por eso ya estaban esperando un bebe, —ahhhhh— grito fuertemente, desde ahora dejaría de compadecerse a sí misma y pensar en cómo arreglar un pasado ya incorregible, mañana iría a donde su hermana y aceptaría la casa en las afueras del clan que ella le ofrecía cada vez que se veían.

Pasaron seis meses desde que Hinata se ubicó en la casa en el bosque lejos de su clan y de la demás civilización, estaba aprendiendo a querer su propia soledad y libertad, ahora podía respirar como quisiera, dormir a la hora que quisiera, se estaba amando así misma por quien era y no por quien los demás veían.

Quizás era cierto lo que le decía hanabi, ella necesitaba alejarse de los recuerdos de Naruto y más ahora que él ya había formado una propia familia, ella debía pensar hacer lo mismo, aunque Hinata jamás respondió nada, no podía hacerlo, aunque quisiera, ella no podría querer a nadie más que a Naruto, y siempre seria así, bueno, eso se dijo hasta que se levantó una mañana abrazando a Sasuke en su cama.

Cuando abrió los ojos lo que vio fue algo aterrador, un Sasuke con óvalos de dientes y salpicaduras de sangre, y ella estaba totalmente segura que la sangre era de él, sus ojos vagaron desde los mordiscos de su mentón hasta la parte destapada de su pecho, un frio la hizo estremecerse al pensar que más abajo también podían haber.

Historias SasuhinaWhere stories live. Discover now