5 - 3

835 95 7
                                    

Cuando llego la tarde ella hizo el almuerzo y comieron juntos, Hinata empezó a sospechar seriamente que Sasuke no se iría ese día, y no sabía si el temor que sentía se debía a que él se quedara o a la creciente hambre que abría paso dentro de su ser por volver a fundir sus dientes en él.

Estaba por finalizar la tarde y los rayos naranjados se deslizaban perezosamente entre las hojas de los árboles, lo encontró sentado afuera mirando hacia el bosque, tenía una mirada totalmente ida, ella preparo un té para ambos y se sentó a su lado.

El viento meció los árboles y un ácido aroma recorrió el espacio junto la brisa, cubriendo el olfato de Hinata, ella vio a un Sasuke algo rojo, y entendió que él estaba luchando por aplacar sus feromonas, cosa que Hinata se dio cuenta era imposible.

La mente de Hinata se volvió a nublar y sin el más mínimo cuidado ni delicadeza lo derribo, la espalda de Sasuke sonó cuando fue arrojado sobre el piso, y ella lo monto, no importo que los vasos de té cayeran y se rompieran, solo seguía lo que su instinto alfa le susurraba que debía hacer con ese omega, no supo en que momento quedaron totalmente desnudos en la parte de afuera de la casa, tampoco le importaba lo más mínimo que alguien llegara y los encontrara en pleno acto, la única seguridad que deseaba tener Hinata en ese momento, era la mordida que iba a dar al cuello del omega y sentir como él se estremecía debajo de ella, gimiendo de manera incontenible mientras ella estrechaba su ser y lo devoraba su paso.

La noche cubrió el cielo mientras ellos aún estaban desnudos en las afueras de la casa y Hinata se golpeó mentalmente por esto, ella no entendía por qué él era tan sumiso con ella, y por qué ella era tan dominante con él, eran sus personalidades en ese tiempo tan opuestas a la realidad, después de lo que sucedió afuera de su casa, cuando ella empezaba a sentir las feromonas de él, lo tomaba de la mano y lo dirigía a la habitación, ya no podía confiar en su autocontrol y por lo visto tampoco en el control inexistente de Sasuke.

Hinata se decía reiteramente sus actuaciones solo se debían por el celo, y que volverían a ser los mismos después que pasara, a ese pensamiento se aferraba con fuerza, aunque sentía como su alfa se reía de eso.

Los días restantes, las feromonas de Sasuke se hicieron menos abrumadoras, él igual se quedó toda la semana, y Hinata no encontró el valor de pedirle que se fuera, ella se sentía que la culpabilidad se bañada con vergüenza, cada vez que veía el cuerpo del uchiha, él tenia mordiscos muy marcados, pero el de su cuello era el más aterrador.

Sin embargo, esto no impedía que cuando Hinata estaba en la cúspide de su excitación, sus buenos deseos y juicio por ser más suave con Sasuke la abandonaran, sintiendo únicamente como nacía una sed insaciable que rodeaba ligeramente con la fantasía de quitar esa parte de carne y reclamarla como únicamente suya, podía sentir el jadeo y gruñido con los espasmos en cada centímetro de su ser, Hinata se sentía poderosa y deseaba que esa marca fuera indeleble e infinita.

pero cuando volvía a su yo normal sentía pena, Sasuke nunca dijo nada de esto, ambos comprendieron que era un claro pacto silencioso de no hablar de lo que ocurría, Hinata pensaba que si no lo hablaban dejaría de existir en la realidad, ambos se olvidarían de esta situación y seguirían con sus vidas normales.

Al quinto día Hinata ya no sintió el olor de Sasuke, por fin había terminado su calor, entonces lo vio vestido con su ropa de viaje, se sentó en la mesa y comió el desayuno, luego tomo su capa, y Hinata sabía que esa sería la despedida, ellos nunca hablarían de lo que había pasado, y así ambos lo olvidarían, ella solo había ayudado al mejor amigo de su ex marido, en un momento de dificultad extrema, no había por que sentirse avergonzada, muchas alfas ayudaban a los omegas en esas situaciones, era algo común, pero no una semana completa resoplo su alfa en la mente.

Historias SasuhinaWhere stories live. Discover now