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kiba y shino estaban ayudando a llevar una cama a Hinata, —por que llevas una cama adicional si ni siquiera tienes visitas—kiba pregunto, Hinata rio, —para cuando tu mamá se canse de que vivas aun con ellos y te eche— respondió shino directo y también rio.

Hinata se rio a carcajadas, ellos la miraron de reojo, había empezado a reír hace poco y realmente lo extrañaban.

Sentado afuera de la casa se encontraron la mirada intensa y seria de Sasuke dirigida a los tres amigos, todos se quedaron callados, Hinata miro a Sasuke y camino rápidamente y abrió la puerta, Sasuke le devolvió la mirada e ingreso a la casa, se quitó su capa, la puso en su perchero y se sentó en el mueble, mientras shino y kiba seguían las indicaciones de Hinata de donde poner la cama.

Ninguno dijo nada del pelinegro sentado en la sala de Hinata, ambos tenían sospechas que algo escondía la alfa, no era que estuviera nerviosa o algo así, hace un año akamaru fue quien le dijo a kiba que había un olor muy extraño en el sofá de ella, kiba le contó a shino y luego empezaron a ver un cambio en ella, pero ninguno pregunto, y ella por fin después de un largo tiempo se veía mejor, ambos sabían que ese olor había ayudado en algo en el proceso, así que harían todo lo posible para no meterse pero no dudarían en destruirlo si le fuera a hacer daño.

Después de dejar la cama armada, kiba y shino de despidieron de Hinata, no sin antes acercarse al mueble del pelinegro y mirarlo durante unos minutos en silencio, Sasuke les devolvió la mirada, Hinata pensó que su casa era una casa de pactos silenciosos, quizás sus amigos se estaban haciendo una mala idea de ella y Sasuke.

Hinata subió y termino de limpiar la habitación, solo faltaba un colchón y estaría completamente habitable, el problema era que aún no llegaba, entonces, cuando llegara, le dejaría claro a Sasuke que no debía dormir con ella, bueno, lo haría más tarde, era hora del almuerzo y ella aun no lo cocinaba, miro a Sasuke que estaba concentrado en sus pergaminos, hoy haría algo de pasta con mucho tomate.

Estaba muy sudada de pasar toda la mañana trayendo la cama con kiba y shino, entonces subió a darse un baño, cuando bajo Sasuke ya estaba sirviendo el almuerzo, —sigue— dijo el, comieron nuevamente en silencio, Hinata pensó que Sasuke había sido considerado, para su sorpresa el recogió los platos y los llevo a la cocina y los empezó a lavar, eso fue interesante pensó Hinata.

Sasuke termino y se sentó en el mueble a seguir con sus pergaminos, ella pensó en hacer algo de té para agradecerle, era un té nuevo que había traído de sabor a menta y jazmín, sería bueno probarlo, quizás con los dulces que le había regalado shino, Hinata tomo un vaso, ese vaso era nuevo, no recordaba el momento en el cual lo había comprado, luego miro los platos que estaban a su lado, esos platos definitivamente no eran de ella, eran azul oscuro con un abanico con blanco y rojo, habían dos juegos de cada cosa.

Hinata cayó en cuenta que en esos platos había almorzado, entonces decidió olvidar hacer Te, y se fue al jardín a mirar sus plantas medicinales, mientras se repetía que si no preguntaba no lo hacía real y si no lo hacía real no existía.

Llegada la noche Sasuke subió antes que Hinata a la habitación, cuando ella subió observo el bolso de Sasuke acomodado en el armario, también había colgado algo de su ropa en unos ganchos, junto a la ropa de Hinata, ella parpadeo varias veces con sorpresa, luego miro hacia la cama y lo vio dormido, se preguntó si era paranoia de suya o Sasuke estaba acomodándose poco a poco en su casa.

Se puso su ropa de dormir y se acostó al lado de él, fue cumplido volvió dos meses después pensó Hinata, un momento después empezó a sentir un olor cítrico que reconocía plenamente, Sasuke estaba entrando en celo.

Hinata se preguntó que querría el, una mordida de marcación, o una mordida de apareamiento, otra duda más grande la albergo en el momento, que estaba dispuesta a hacer ella.

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