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Ahora sentía el desespero de robar algo suyo, de dejar una impresión en ella, solo una.

—Te cansaste de estar en el bar— soltó el hombre adulto sin pensar

—Umn.... Como sabe que estaba en el bar— pregunto ella con curiosidad

Sasuke sonrió, ella siempre fue brillante, jamás dejo de deslumbrarlo con su inteligencia, razón por la cual hasta Shikamaru la escogía como pareja para los juegos de mesa, aun así, se ganará unos fuertes golpes por parte de Temari.

—Eres joven, todos los jóvenes vienen del bar— intento sonar tranquilo, la verdad no lo estaba.

—Ahmm si es cierto— dijo con una tímida sonrisa.

—Tu chaqueta se cayó— el hombre señalo con un dedo el objeto del suelo

—Ahhh— dijo ella con asombro, — gracias, pero no es mía— estuvo un momento en silencio y prosiguió —es de un conocido de mi aldea, su madre la envió y esperaba encontrarlo para entregársela—

Sasuke pensó por un momento, fue interesante el hecho que jamás se cruzaran en el tiempo de sus estudios en esta ciudad, solo tenía recuerdos de cuando vivían en konoha eran vecinos de pequeños, su hermano a veces por jugar con ella lo ignoraba a él, por eso le caía mal la chica.

Nunca pensó que en su adultez ella sería la calidez en el vacío que formaron sus deseos de poder y dinero.

Hinata jamás le había contado sobre esto, ella lo había buscado para entregarle la chaqueta, él amaba esta chaqueta, se la había regalado Itachi, ahora creía saber porque nunca menciono que fue a buscarlo, seguramente la había perdido el día que conoció a Naruto, en ella hubo un cambio, su vida antes de Naruto y después de él, eso era seguro.

—El tipo debe ser un idiota, no estar pendiente de una chica tan linda como tu— respondió y sonrió.

Los ojos de Hinata brillaron con emoción, nadie le había dicho que era bonita, o las personas que se lo decían, ella pensaba que lo hacían más por compromiso que por verdad.

Hinata se ruborizo, y jugo con sus dedos

Sasuke suspiro conmovido, debía aguantar las ganas de abrazarla fuertemente, ella nunca había hecho estos gestos con él, debió perderlos al pasar de sus antiguas relaciones, empezando con Naruto, Shino, Kiba, Toneri, además de una lista larga de modelos masculinos con lo que sabía se había juntado momentáneamente.

Aunque, Naruto nunca la dejo totalmente, siempre estuvo presente, como un satélite alrededor de un astro, siempre volvía a la escena del crimen, cuando ella ya empezaba a comprometerse con alguien, el volvía, y la arrancaba de los brazos de su nuevo amante para luego dejarla nuevamente, siempre más rota que antes, era el mismo modus operan ti que aprendió de Sakura, eran un triángulo maquiavélico.

—Eres muy bonita— dijo y tomo un mechón de su corto pelo y lo paso detrás de su oreja.

Un dolor atravesó su pecho, él ya no debería estar aquí, Naruto saldría en cualquier momento y las cosas debían seguir su rumbo, dolía tanto tener que dejarla, el deseaba ser su héroe, deseaba demostrarle que el amor no dolía, no necesariamente debía doler, que la primera vez que tuviera una relación sexual podía también disfrutar, no solo esperar a la siguientes para sentir algo de placer, quería demostrarle que existía alguien que podía tener la paciencia suficiente para permitirle florecer, que la cuidaría cuando gestara un pequeño retoño, y que no permitiría que lo perdiera, cosa que la marco de por vida.

Estaba desesperado por ser alguien, pero él, en este momento no era nadie.

Molesto de sí mismo, pero a la vez cabreado por todo lo que sabía que ella iba a sufrir.

Historias SasuhinaWhere stories live. Discover now