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Observo a su hermana, se veía hermosa con ese traje blanco pomposo, aunque ella sintiera una espina adentro, clavándose a cada minuto más hondo, tenía la esperanza que algún día olvidaría y pasaría todo esto, eso era lo correcto.

lo correcto para quien una voz conocida golpeo su mente.

Hinata se apretó la cadera con la mano, le dolía, su menstruación era un dolor de cabeza, venia cuando se le daba la gana y se iba igual, seguramente este mes si llegaría, —Hanabi, tienes toallas higiénicas— pregunto

—mmm, Hina yo no utilizo eso, yo uso tampones— respondió como lo obvio que debía saber su hermana, —está bien, tienes, es que creo que está cerca, no quiero una arruinar mi vestido— pidió Hinata

—en el cajón de la mesita a la izquierda tuya, debe haber uno— indico

—gracias— respondió mientras habría el cajón —mmm Hanabi, hay más de dos paquetes completos sin utilizar, cuales son mejores los de caja azules o los rosas— pregunto con duda

Hanabi no contesto y Hinata dejó de mirar las cajas en su mano y alzo la mirada a su hermana

—Hanabi estas pálida, pasa algo— pregunto inquieta, —estas bien Hanabi, pasa algo— repitió ya preocupada

Hanabi se tapa la boca con la mano y se siente mareada y con nauseas, Hinata ve a su hermana desvanecerse hacia el suelo.

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—que significan dos rayas Hina, dime que significan dos rayas— pide Hanabi llorando

Hinata suspira —estas embarazada Hana—

—nooooo, noooo puede ser, que hare ahora, padre me despreciara, todos, la empresa, nooo no quiero— llora afligida

Hinata se levanta y abraza fuertemente a su hermana —cálmate Hanabi yo estaré contigo—

—no sabes Hina, tú no sabes, que es sentirse relegado, que padre me mire con decepción, yo.... Yo no puedo soportar eso, siempre ha estado orgulloso de mi—

Hinata mira a Hanabi, y sonríe amargamente, —Hanabi, de todos los Hyuga creo que soy yo la que más está familiarizada con ese sentimiento—

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Miraba su reflejo en el espejo mientras terminaba de arreglarse la corbata, se sintió triste, la última palabra que le dijo fue....... Te odio, cuando realmente era lo contrario, él era un cobarde, si, había tomado una decisión, pero había dejado el peso del resultado en ella, él mismo pudo desistir del matrimonio y esperar a que Hinata lo aceptara en algún futuro, pero era un cobarde inseguro de los sentimientos de ella, le aterraba pensar que el único que sintiera esas asfixiantes emociones en el pecho fuera él, que el único que deseara correr riesgos fuera él.

Ya daba igual, ella le ganaba en ser más obstinada, ya no había cabida para dar marcha atrás.

Cerro los ojos y recordó los ojos de ella, respiro hondo y aunque nunca le había pedido nada a la vida, ni cuando su padre prefería a Itachi, jamás pidió a una fuerza mayor que permitiera que su padre también lo viera a él, porque nunca creyó en nada, pero ahora pedía a cualquier estrella del cielo que permitiera que ella fuera feliz, que alguien lograra sacar esa tristeza y decepción de esos ojos blancos con destellos lilas, Solo le deseaba que ella ..............

Historias SasuhinaWhere stories live. Discover now