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Cuando entré y me senté en la silla presidencial flanqueado por Hyunjin y Minho, comenzó la reunión. Algunos tiras y aflojas de parte del señor McDougal hacia la señora Vyder pero ella lo ignoraba con esquiva inteligencia mientras parecía que la Duquesa Deinicio no entendía que su pareja no había superado a la otra vampiresa.

Por otro lado, el conde Corensa había reunido a su profesorado más cualificado y estaban trabajando en un plan de estudios que integrara a las tres razas.

—Si solo trabajan vampiros en el plan de estudios, no llegaremos a satisfacer las necesidades de los estudiantes de las tres razas. Es por esto que propongo que profesionales educativos tanto brujos como humanos participemos en esto. —Propuso inteligentemente Corensa. 

—¿Qué es lo que te retiene para no hacerlo? —Intervine.

Agachó la cabeza con el respeto y protocolo digno de él.

—Debido a que es un cambio muy grande me gustaría confirmar cada paso con Su Majestad antes de proceder.

¿Eran cosas mías o veía cambios con respecto a la última reunión? Bueno, mejor así. De todas formas aún no habíamos llegado a la gran polémica de esta noche.

Últimamente parecía que mi familia y yo éramos la comidilla de este gallinero.

—Me parece buena idea, Corensa —asentí—. Puedes mandarme un informe del procedimiento. No hace falta que nos veamos aquí para esto. De esa forma todo se hará más rápido.

Oí el resoplido de la marquesa pero preferí ignorarla. 

—¿Cómo van las patrullas demoníacas y los acuerdos con los brujos, duque Phalea? —Procedí al siguiente punto de la noche.

—Mi Rey, hasta hace unas horas teníamos problemas con la mayoría de los aquelarres. Sin embargo, a finales de la tarde los porcentajes de negación han disminuido en un sesenta por ciento. Muchos de los aquelarres que se negaban se han comunicado conmigo revocando su negativa y agradeciendo su ayuda la noche de ayer en el centro comercial Black Sea —oí murmullos entre los miembros de la cámara y Deinicio estaba especialmente tensa—. Quieren ofrecer unas disculpas oficiales y agradecer su ayuda. Al parecer habían muchos miembros de distintos aquelarres a esas horas en el centro comercial. Vieron el trabajo en equipo de Su Majestad con el brujo de Stray Kids y cómo defendió a sus niños brujos. Los niños son sagrados para ellos.

Aquello me sorprendió gratamente. No esperaba una respuesta así cuando fuimos a atender la urgencia. Sin embargo, aquello era muy buena noticia. Contuve lo que ahora era una reacción natural de mi cuerpo ante la buena noticia.

—Mis Generales y yo solo hicimos lo que se debía. No tengo dudas de que si la situación fuera al revés ellos acudirían a salvar a nuestros niños.

—Concuerdo con Su Majestad —aportó la señora Escaleon ajustándose la altura de sus gafas de diseño—. Recuerdo que cuando hubo aquel atentado en el colegio Santa Apolonia no hace mucho, los brujos ayudaron a nuestros hijos.

—El camino de la confianza será largo, pero confío en que al final todos nos pongamos de acuerdo —asentí.

El cambio llegaría progresivamente pero la mentalidad de algunos vampiros era con lo que iba a tener que lidiar ya que hace diez años, cuando decreté la separación entre nuestras razas, el racismo de algunos vampiros que no los aceptaban desde antes encontró carta blanca para repudiarlos. Aquello era culpa mía y me haría cargo.

—Nadie habla de la ejecución que tuvo que realizarse al joven Mike Light, padre de dos niñas que ha dejado huérfanas y a su joven mujer, viuda; ni de la pobre Sara Mycles que aún no ha recuperado la cordura después de que sucumbiera a la sed de sangre —intervino Deinicio—. ¿Ahora nos alegramos por el sacrificio de los nuestros frente a los beneficios del acuerdo con los brujos?

Et Sanguis Magicae ||ChangLix|| [1] Where stories live. Discover now