*02*

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Algo iba a salir volando.

Sentía que en cualquier momento la impotencia me iba a desbordar e iba a formar una tormenta dentro de mi habitación. Solo el autocontrol, que me había obligado de pequeño a aprender a formar tal y como un muro del metal más duro se tratara, había evitado que el poder que guardaba dentro arrasara con más de uno en aquella reunión de esa mañana. Perfectamente podía haberme quedado viendo como salía volando y se caía de culo ese Rey vampiro. Los otros cuatro que formaban parte de la Guardia Real no se relajaron ni un segundo durante todo el tiempo en el que había durado la charla y cuando JeongIn había usado su magia para abrir un bolsillo mágico, casi le arrancan la garganta. Pude ver la intención asesina en sus ojos.

Me tiré boca abajo sobre la cama, completamente despatarrado y recité en mi mente el mantra que solía calmar mi mente en situaciones de estrés. No era bueno que un brujo como yo me alterara así, pero no lo podía evitar.

Era injusto. Simplemente injusto. Los vampiros no nos conocían ni tenían intención de ello. Nosotros tampoco estábamos dando saltitos de alegría ¿Acaso se creían que nos hacía gracia entrar en la casa del Rey de los vampiros, esos chupasangre que se creían los reyes del mundo, tan rectos que parecían que se iban a romper. Con sus normas y sus vestimentas ricas...

-¡Ah! -Grité contra las sábanas.

Sería mejor que saliera a que me diera el aire. Cuando los mantras y la meditación no calmaban mi mente, aquella era la única forma.

Me levanté y me dirigí a la puerta de cristal de corredera que daba a un pequeño balcón. El viento alborotó mi pelo en el momento en que la abrí. La espiral de poder en el pecho dejó de agitarse con violencia. Me apoyé en la barandilla y suspiré cerrando los ojos, dejando que la energía de la naturaleza calmara mi alma y despejara mi mente.

En cuanto pude pensar mejor, me di cuenta de que realmente no había motivo para alterarme tanto. Adoraba el viento, tan sabio podía ser a la vez calmante como agresivo, pacífico como destructivo.

Miré las espectaculares vistas del bosque que se extendían por las montañas, la brisa movía la copa de los árboles en una danza sincronizada. Las aves hacían lo suyo, revoloteando solas o en bandada, reuniendo pequeños frutos que encontraban, cortejándose... La vida. Un paisaje lleno de vida. Cuando la luz de la tarde dio un color anaranjado al paisaje me di cuenta que me había quedado allí, meditando, con el viento rodeándome.

La esencia de mi poder, el viento, era un fiel amigo y un consejero también. Y esa tarde no me había fallado, como siempre me llevó a la paz que necesitaba. Porque no podía dejar a mi hermano solo en esto. Era su mano derecha y ahora me necesitaba más que nunca.

El móvil en el bolsillo trasero del pantalón me vibró con un mensaje. Lo saqué y vi de quién era.

------------Lorena-------------

Felix

Ey, peque chupasangre!
Q

ué pasó?


Soy mayor que tu, idiota

jajaja eso da igual

¿Cómo estás? Sé que la reunión estuvo un poco tensa

Bien, ya me conoces siempre al pié del cañón
💪🏼💪🏼

Porque te conozco sé que me estás mintiendo.

...

A ti no te puedo engañar, verdad?

Et Sanguis Magicae ||ChangLix|| [1] Where stories live. Discover now