Me despierto bruscamente en mi cama, con los ojos muy abiertos y miro alrededor de mi habitación. Los rayos de luz atraviesan las cortinas de mi ventana. Mis cejas se fruncieron en confusión. ¿Ya es ... de mañana? Mis ojos se abren al darme cuenta. ¿Yo había dormido? Ayer por la noche había alguien en mi habitación y me quedé dormido. Oh no. Mi rostro palidece, pensando que si me muevo frente al espejo, ¿Habrá otra marca en mi cuello? No quiero ver Negué con la cabeza. No. No lo hago. Las lágrimas caen por mis mejillas sin mi permiso creyendo en lo que encontraría. Sin embargo, la curiosidad se apodera de mí cuando me doy cuenta de que no puedo quedarme aquí para siempre. Entonces, con pasos temidos, me dirijo frente al espejo y al instante cierro los ojos, sin querer ver lo que hizo esa cosa ahora. Me quedé de pie durante diez minutos, contemplando si abrir los ojos o no. —Tienes que hacerlo.—
—B-Bien..— susurro en voz alta y abro los ojos lentamente. Sorpresa. Eso es lo que soy ahora. Miro mi cuello, desde todas las direcciones, girando la cabeza aquí y allá. Y ahí estaba como siempre la gran marca, me senté en la cama decepcionado, no lo había atrapado solo por quedarme dormido y esa alimaña había hecho de las suyas. De mi cuello brotó un poco de sangre haciendo que me asustara más de lo que ya estaba.
Tengo que decírselo a la policía.
Tengo que. Sé que no tengo ninguna prueba, pero aun así, no me importa una jodida prueba. No puedo arriesgarme, tengo que actuar como un hombre, no como un niño asustado. No dejaré que esta cosa sea lo que sea, juegue con mi cabeza y mi cuerpo. Si eso.
—No lo haré, no puedo...¿P-Pero y si me hace algo peor?—
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—¿Win te pasa algo?—Musitó mi padre.
—Nada papá, es que estos días no he dormido bien...—Respondí.
—¿Por qué? Acaso hay muchos mosquitos puedo ir y comprarte un mosquitero si gustas..—Preguntó preocupado.
—No así estoy bien... e-es por las clases supongo...—Hablé.
—Quizás solamente debas salir a des estresarte...—Habló mi madre desde la cocina.
—Sí.—
—¡Voy a ir de compras con tu padre, quizás deberías acompañarme!—
—E-Eh b-bueno...no es que tenga mucho tiempo..—
—Es fin de semana hay que estar en familia.—
—Pero mamá y-yo..—
—Pero nada.—
Replicó saliendo de la cocina mientras, mi padre la miraba alejarse,—No contra discas a tu madre.—Musitó mientras dejaba el periódico que estaba leyendo en la mesa, y tomando un sorbo de la taza de café.—Eso lo dices porque no quieres que mamá te mande a dormir al sofá.—Hablé riéndome de el porqué era la verdad.—Será mejor que nos apuremos en salir, no querrás que la señora de la casa se enoje.— se soltó a risas antes de salir del comedor.
¿Qué les pareció el capítulo?
La verdad he estado un poco estresada porque me había dado cuenta de que Bright apareció como en el capítulo ocho, y la verdad es que no sé si acelerar las cosas o hacer que Win vaya descubriendo los secretos de la familia Vachirawit de de a poco. Aunque es más probable que agá la segunda opción *Inserta un meme random*.
Pd: Creo que este fic se está empezando a parecer a crepúsculo JAJAJA.
