𝐂𝐔𝐀𝐑𝐄𝐍𝐓𝐀 -𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋-

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"Fiesta de graduación"

Bright me ayudó a entrar en su coche. Me despedí de mis padres con una gran sonrisa. Bright se sentó en el asiento del conductor después de que me hubo instalado y recorrió el largo y estrecho camino de salida.— ¿Cuándo tienes pensado decirme de qué va todo esto? —refunfuñé quejoso; odio las sorpresas de todo corazón, y él lo sabía.—Me sorprende que aún no lo hayas adivinado —me lanzó una sonrisa burlona, y el aliento se me atascó en la garganta. ¿Es que nunca me iba a acostumbrar a un ser tan perfecto?—Ya te he dicho lo guapo que estás, ¿no? —me aseguré.—Sí.—Volvió a sonreír. Hasta ese instante, jamás le había visto vestido completamente de negro, y el contraste con la piel pálida convertía su belleza en algo totalmente irreal. No había mucho que pudiera ocultar, me ponía nervioso incluso el hecho de que llevara un traje de etiqueta. Pronto el sonido de la música del celular de Bright nos interrumpió. Sacó el móvil del bolsillo interior de la chaqueta y rápidamente miró el número de la llamada entrante antes de contestar, luego apagó su celular. —¿Por qué no contestas? P-Puede ser importante.—

Bright se ladeó para mirarme al notar la preocupación en mi voz. Su rostro estaba tranquilo, lo cual suavizó mi súbita e irracional ansiedad. A pesar de eso, sus ojos parecían tocados por alguna pena especial. Entendió el motivo de mi reacción, y siguió sintiéndose responsable de cuanto me sucedía.Algo que le estaba diciendo el señor Vachirawit, le distrajo de sus taciturnos pensamientos. Sus ojos dilatados por la incredulidad me hicieron estremecer de miedo hasta que una amplia sonrisa le iluminó el rostro, miró de nuevo hacia el frente.Y yo me perdí en él.

 Para entonces ya habíamos llegado al instituto. Hoy, las nubes eran finas y algunos rayos de sol se filtraban lejos, al oeste.Se bajó del coche y lo rodeó para abrirme la puerta. Luego, me tendió la mano. La tomé y bajé del coche. Cuando entramos, medio la risa tonta. Había por todos lados arcos con globos y las paredes estaban festoneadas con guirnaldas de papel de seda. —Parece un escenario listo para rodar una película de terror —me reí por lo bajo.—Bueno —murmuró él mientras nos acercábamos lentamente hacia la mesa de las entradas, desde luego hay vampiros presentes más que de sobra. Contemplé la pista de baile; se había abierto un espacio vacío en el centro, donde dos parejas daban vueltas con gracia. Los otros bailarines se habían apartado hacia los lados de la habitación para concederles espacio, ya que nadie se sentía capaz de competir ante tal exhibición. Nadie podía igualar la elegancia de Earth y  Mix, que vestían trajes de etiqueta clásicos. Love lucía un llamativo vestido de satén negro con cortes geométricos que dejaba alaire grandes triángulos de nívea piel pálida. Nos dirigimos hacia la pista de baile. Me apreté asustado contra su brazo y empecé a arrastrar los pies.—Tengo toda la noche —me advirtió.Al final, me llevó hasta el lugar donde su familia bailaba con elegancia, por cierto, en un estilo totalmente inapropiado para esta música y esta época. Los miré espantada.—Bright...no.. —tenía la garganta tan seca que sólo conseguía hablar en susurros—. De verdad, no puedo bailar.Sentí que el pánico rebullía en mi interior, detesto bailar, porque no se hacerlo —No te preocupes, tontito. —me contestó con un hilo de voz—Yo sí puedo —colocó mis brazos alrededor de su cuello, me levantó en vilo y deslizó sus pies debajo de los míos.Y de repente, nosotros también estuvimos dando vueltas en la pista de baile.—Siento como si tuviera cinco años —me reí después de bailar el vals sin esfuerzo alguno durante varios minutos.—No los aparentas —murmuró, al tiempo que me acercaba a él hasta tener la sensación de que mis pies habían despegado del suelo y flotaban a más de medio metro. Gunsmile atrajo mi atención en una de las vueltas y me sonrió para infundirme valor. Le devolví la sonrisa. Me sorprendió darme cuenta de que realmente estaba disfrutando, aunque fuera sólo un poco.—De acuerdo, esto no es ni la mitad de malo de lo que pensaba —admití.Pero Bright miraba hacia las puertas con rostro enojado.—¿Qué pasa? —pregunté en voz alta.

 Aunque estaba desorientado después de dar tantas vueltas, seguí la dirección de su mirada hasta ver lo que le perturbaba. Nani Hirunkit sin traje de etiqueta, pero con una camisa blanca de manga larga y corbata, y el pelo recogido en su sempiterna coleta, cruzaba la pista de baile hacia nosotros. Después de que pasara la primera sorpresa al reconocerlo, no pude evitar sentirme mal. Parecía realmente incómodo, casi de una forma insoportable. Tenía una expresión de culpabilidad cuando se encontraron nuestras miradas. Bright gruñó muy bajito pero fue audible para mi.— ¡Compórtate! — le susurré. Como por arte de magia la canción terminó y bajé los brazos.Sus manos duraron un momento en mi cintura. — ¿Quieres bailar otra vez, o te llevo a algún lado?— Preguntó.—No es necesario.. —Respondí. Parecía de un ritmo algo rápido para bailar lento, pero a él no pareció importarle.Descansé la cabeza sobre su pecho, satisfecho. Continuamos dando vueltas en la pista. Llevaba mis pies con los suyos y me estrechaba cerca de él.—¿Vas a explicarme ya el motivo de todo esto? —le pregunté.Me buscó con la mirada y me contempló confundido. Yo lancé una significativa mirada hacia las guirnaldas de papel.Se detuvo a considerarlo durante un instante y luego cambió de dirección. Me condujo a través del gentío hacia la puerta trasera del gimnasio. Atravesando a un montón de estudiantes. Me tomó en brazos en cuanto estuvimos a solas. Atravesamos el umbrío jardín sin detenernos hasta llegar a un banco debajo de los madroños. Se sentó allí, acunándome contra su pecho. Visible a través de las vaporosas nubes, la luna lucía ya en lo alto e iluminaba con su nívea luz el rostro de Bright. Sus facciones eran severas y tenía los ojos turbados.— ¿Qué te preocupa? —le interrumpí con suavidad.Me ignoró sin apartar los ojos de la luna.

 —Te amo... —dijo arrastrando las palabras y contestando finalmente a mi pregunta.

Permanecimos inmóviles durante un minuto. Bright contemplaba la luna, y yo a él.Deseaba encontrar la forma de explicarle cuanto lo quería y quiero. — ¿Me contestarás si te pregunto algo? —inquirió, mirándome con una sonrisa suave.—¿No lo hago siempre?—Respondí. Él se apartó.—Win..y-yo...—Nunca en mi vida me imaginé verlo nervioso, pero ahora lo estaba viendo de esa manera, y me resultó algo extraño.—Tú...Quieres ser mi...

El rechinido de la puerta interrumpió sus palabras, miré hacia donde se encontraba. Gunsmile estaba parado allí, con una expresión de horror en su rostro. Avanzó rápidamente hacia donde estábamos y un montón de gente se empezó a asomar por el lugar, por alguna razón sentí que un infierno se acercaba. Y si tenía razón.

—Bright... tenemos que irnos AHORA.—

—¿Q-Que  sucede?—Pregunté.

—Regresaron....Y vienen por nosotros...Los Van Helsing están aquí.—


Nunca se me pasó por la cabeza que sería el inicio de la guerra, y también de nosotros dos.


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[FINAL LIBRO 1]

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐍𝐆 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃¹© {BRIGHTWIN}Where stories live. Discover now